El hoy llamado Centro Histórico fue, hasta mediados del siglo pasado, la señorial ciudad de México. Ese título, al igual que el señorío, no lo ha perdido; le han crecido muchos hijos y se le han ``arrimado'' otros, que fueron pequeñas ciudades y pueblos grandes, hasta formar esta metrópoli inmensa, que sin embargo continúa conservando el ``centro'', con su zócalo que guarda la Catedral, Palacio Nacional y todos los símbolos tan cercanos al corazón de los mexicanos de todo el país.
Desde hace tres años aquí se celebra durante dos semanas una gran fiesta, al estilo de las pueblerinas que duran días y días: el Festival del Centro Histórico, que lleva a sus calles, plazas y edificios más bellos, maravillosos espectáculos, conferencias, exposiciones y muestras de nuestra gastronomía.
En la semana que se inicia, de esta última materia vamos a deleitarnos con varios exquisitos convites: hoy al mediodía, en el majestuoso palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, podrán degustarse manjares del Recetario de Doña Dominga Guzmán, dama del siglo XVIII, que nos dejó los misterios de la cocina virreinal en ese extraordinario documento. Suenan irresistibles los frijoles blancos alcaparrados, las migas de Jesús María, las calabacitas rellenas de camarón, los espejuelos de sidra y manjar blanco --sólo unas muestras para abrir el apetito.
En el Palacio de Bellas Artes, el lunes por la noche hay otro festín, del cual únicamente mencionaremos tres exquisiteces: torre de ceviche de camarón con vinagreta de cilantro, chateaubriand con glace de balsámico y chipotle; uno de los postres suena matador: tulipán de almendra y miel con sorbetes mexicanos.
El soberbio Palacio del Arzobispado se engalana para brindar las ``virtudes gastronómicas'' en un maridaje de la cocina prehispánica, virreinal y su toque de francesa; comienza con ensalada de nopal, sigue con una sopa de frijol del virrey con escalopas de ¡foie gras! y, en un homenaje a Tezcatlipoca, mixiotes de filete al pirul; en los postres petits fours.
Desde hace algunos años se ha enriquecido el Festival con interesantes conferencias, que imparten ``notables'' nacionales y extranjeros; ahora se tratan dos temas: arquitectura y reflexiones sobre el siglo XX. En este último los expositores son nada menos que Octavio Paz, el español Fernando Savater, el polaco Leszek Kolakowski, el francés Marc Fumaroli y de Estados Unidos Steven Weinberg. Lugar: el impresionante Colegio Nacional, en el antiguo convento de La Enseñanza. El Palacio de Bellas Artes será la regia sede para los afamados arquitectos japoneses, que en la actualidad se consideran entre los mejores del mundo, por su avanzada tecnología y audaz diseño proyectados al próximo milenio.
En total son 26 exposiciones las que se podrán disfrutar en los dos ``corredores'' de artes plásticas; uno en torno a la hermosa Alameda y el otro a la señorial calle de Moneda. En ellos participan todos los museos de los alrededores, y se pueden visitar utilizando el encantador tranvía del Centro Histórico, que el resto del año hace ilustrativos recorridos.
Como siempre, la música tiene papel principal; la inauguración corrió a cargo de cuatro de los mejores tenores de nuestro país; a partir de allí se va disfrutar --entre otros-- de un impresionante ``Réquiem Alemán'' con dos extraordinarios solistas extranjeros, y de no menor valor los mejores coros de México, dirigidos por el talentoso Gerardo Rábago.
El elegante templo de La Profesa es el marco para una velada con Jorge Federico Osorio y el Cuarteto Ruso Americano, interpretando a Schubert y a Brahms. Continuando con el elenco internacional, en la joya barroca que es la iglesia de La Enseñanza, el pianista italiano Bruno Canino, el chileno Alvaro Bitran y el clarinetista mexicano Luis Obregón, tienen a su cargo un programa de ``apetencia, gusto y panorama singulares'', interpretando partituras selectas de Francis Poulenc y el festejado Brahms.
Para el gusto más popular, hay una Noche Cubana en la Biblioteca Nacional de la Educación, que se aloja en lo que fue parte del convento de Santo Domingo, inmenso recinto con polémica restauración; este mismo evento se va a repetir --gratis-- en la hermosa Plaza Manuel Tolsá, el próximo domingo a la 20:00 horas.
También está el Ballet Folklórico de Amalia Hernández y ``Arte Chido: el arte de la violencia'', con el excelente grupo La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, en el bello Colegio de San Ildefonso. Estas son sólo probadas de todo lo que se puede disfrutar en esta gran fiesta de la antigua ciudad de México, la capital de todos los mexicanos.