La Jornada 9 de abril de 1997

Sería impreciso el resultado de exit polls

Raúl Llanos y Alonso Urrutia/ II Ť La contienda electoral en el Distrito Federal se advierte tan cerrada que las exit polls o encuestas de salida serían insuficientes para dar la certeza de un ganador. Las empresas especializadas en estudios de opinión prevén que el margen de error de un sondeo, entre 3 y 5 por ciento, sería mayor a la diferencia de votos entre los candidatos.

Hoy el escenario político-electoral es radicalmente opuesto al de 1994, cuando era claro y pocos encuestadores no acertaron a los resultados finales; prácticamente con cualquier metodología se podía reproducir el patrón: el PRI como partido ganador, el PAN la segunda fuerza y el PRD en tercer lugar, consideró Javier Alagón, director de Estadística Aplicada.

Señaló que las muestras actuales dan un margen de diferencia, en algunos casos, de cinco puntos porcentuales entre el primero y el tercer lugares en los albores de las campañas políticas, por lo que las cifras ``se traslapan'', cambiando constantemente la preferencia partidista.

Para el responsable del Buró de Investigaciones de Mercado (BIMSA), César Ortega, ``los intervalos de confianza'' podrían ``traslaparse''. Esto es, pudiera darse el caso de que la diferencia fuera de menos de 3 por ciento, lo que implica un obstáculo para poder determinar a partir de las encuestas quién es el ganador, como ya sucedió en Yucatán.

Por ahora, los resultados de los sondeos más recientes soportan las afirmaciones de los especialistas en la materia. Sin embargo, Enrique Legorreta, director comercial de Nielsen, argumenta que ``una encuesta es una fotografía de un momento determinado y que puede variar de un día a otro''.

El ejemplo más fehaciente de la volatilidad de las preferencias electorales de la población lo representa la drástica variación registrada en los sondeos, luego de conocerse los candidatos de los partidos políticos.

Tras dos años en que los estudios de opinión ubicaban al PAN como la primera fuerza electoral, una vez que se anunció la candidatura de Carlos Castillo Peraza ese partido se ha ubicado hasta en tercer lugar, de acuerdo con algunas encuestas recientes.

Edmundo Berumen, director de Berumen y Asociados, dijo que la medición de tendencias enfrenta la dificultad de los vaivenes del electorado. ``Hoy se puede hacer una encuesta que arroje determinados resultados y mañana, con la misma metodología y la misma muestra, las cifras pueden variar tan sólo porque se introdujo un factor de información que distorsionó las preferencias electorales''.

Los entretelones de una encuesta

Aun cuando las encuestas se han perfeccionado, todavía existen factores que pueden incidir directamente en las diferencias que se observan en los resultados finales, comentan los especialistas: la metodología, el diseño del cuestionario y el tamaño de la muestra.

Berumen advierte que el diseño del cuestionario puede incidir directamente en resultados completamente diferentes.

``La metodología utilizada para esto aun es discutible entre los especialistas, pero queda claro que una empresa que mida las preferencias electorales no puede variar su cuestionario ni su metodología del levantamiento durante el proceso, porque entonces se daría el caso que las diferencias en los resultados podría ser efecto del cambio en la técnica más que en las preferencias del electorado''.

Vicente Licona, representante en México de Indemerc Louis Harris, considera que es fundamental asegurar que el diseño del cuestionario y la selección de la muestra no lleve hacia resultados sesgados; destaca además que levantar una encuesta en un sólo día los resultados no serán tan precisos que si se aplica en un lapso más amplio.

Las empresas agrupadas en la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública (AMAI) coinciden que el margen de error aceptable en una encuesta oscila entre tres y cinco por ciento.

De acuerdo con los parámetros internacionales fijados por la European Society for Opinion and Marketing Research, una muestra de 400 personas lleva a un margen de confiabilidad de 95 por ciento, en la medida en que se incrementa el tamaño de la muestra se reduce las posibilidades de equivocación.

``Los márgenes de error están basados en fórmulas estadísticas y no en caprichos; por eso, en la medida en que sea más cerrada la diferencia, es necesario una muestra más amplia'', dice Licona.

Para el director de Bimsa, la capacitación que tenga el personal de encuestadores de una empresa puede ser un factor que incida en los resultados, por eso se requiere de una profesionalización constante del personal.

Aunque los costos son muy variables en función de las características del universo que se pretenda entrevistar, algunas estimaciones señalan que un sondeo para medir las preferencias electorales en la capital, con una muestra de 2 mil personas, tiene un costo aproximado de 120 mil pesos.