La Jornada 9 de abril de 1997

Impuso la ARDF planes antipopulares y regresivos: el perredista

Alberto Nájar y Alonso Urrutia Ť En la Asamblea de Representantes, ante un auditorio mayoritariamente priísta, Cuauhtémoc Cárdenas fue al grano: en la actual Legislatura se impusieron iniciativas oficiales que lesionan a la población, impiden la organización democrática y obstaculizan el combate a la corrupción, a pesar del esfuerzo opositor por demostrar, con argumentos, ``su carácter antipopular y regresivo''.

Los ordenamientos impuestos por la mayoría beneficiaron sólo a un reducido sector de la sociedad y será tarea de la próxima administración impulsar su reforma, derogación o modificar algunos de los proyectos autorizados por esta vía.

El mensaje llegó directo a los destinatarios, mudos testigos del que fue calificado como ``encuentro inédito en la historia del Distrito Federal''. Por la seriedad de su rostro, a los asambleístas del PRI pareció quedarles el saco.

Cárdenas hizo caso omiso de la molestia que causaban sus palabras. Sin preámbulos hizo una advertencia: será compromiso del próximo gobierno democrático ``solicitar al Poder Legislativo de la entidad la revisión del ejercicio programático y presupuestal de la actual administración capitalina''.

Un acuerdo previo de la Asamblea canceló la posibilidad de intercambiar opiniones, hecho que fue criticado por el candidato. Pese al estricto formalismo, el abanderado perredista formuló señalamientos agudos hacia la política económica, la reforma política que quedó incompleta y la necesidad de promulgar una ley electoral a la altura de las actuales circunstancias sociales.

Y es que la democracia, apuntó, no se limita al ámbito electoral, sino a la participación de los capitalinos en la toma de sus propias decisiones.

Cuauhtémoc Cárdenas fue el primero de los ocho candidatos a jefe de gobierno que asistirán a la Asamblea de Representantes, en cuyo recinto dijo que no es válido pretender ``constreñir'' las iniciativas populares a los actuales modelos de representación y consulta, que han demostrado su fracaso.

Ante unos asambleístas imperturbables pese a las críticas, insistió en su propuesta de reformar el artículo 122 constitucional para convertir al DF en un estado más de la República y transformar a la ARDF en un congreso local. Paralelamente las delegaciones se convertirían en municipios.

En esa tónica se inscribe la próxima modificación del Estatuto de Gobierno que permitirá a la Asamblea emitir una ley electoral propia. El abanderado perredista propuso crear mecanismos que estimulen la participación ciudadana, como el plebiscito, referéndum y la consulta pública.

El candidato llegó poco antes de la hora fijada --las 11 de la mañana-- acompañado de sus colaboradores más cercanos y algunos integrantes del comité estatal del PRD, para dirigirse inmediatamente a las oficinas de la Comisión de Gobierno.

Allí se cumplió el protocolo. Acompañado por cinco priístas y la coordinadora de la fracción perredista, Dolores Padierna, Cárdenas recorrió parte de las instalaciones, y a su paso por el salón de plenos, la legisladora pronosticó: ``Aquí va a ser su primera comparecencia''.

La broma no cayó bien entre la comitiva priísta; los rostros serios mantuvieron el protocolo. Metros más adelante, en el Salón Verde, la presencia de Cárdenas no levantó mayores expresiones entre un auditorio mayoritariamente priísta, que se compensó con la llegada tardía de diputados perredistas. De hecho, a la cita acudieron sólo 37 asambleístas y los lugares vacíos tuvieron que llenarse improvisadamente con personal administrativo.

Sin abandonar la formalidad que impone el acto, Manuel Jiménez Guzmán, líder de la mayoría tricolor, definió el encuentro como el principio ``de una etapa inédita en la historia del DF'', y sin más preámbulo cedió la palabra a la coordinadora perredista.

Padierna inició las críticas contra la política económica: la aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos ha implicado elevación de impuestos y tarifas; privatización de algunos servicios y disminución de los subsidios esenciales, lo que ha generado una atmósfera tensa y alejada de las soluciones.

Cárdenas continuó por ese camino y cuestionó los paquetes financieros que aprobó la ARDF que provocaron alzas en los impuestos ``muy por encima de la capacidad de contribución de los habitantes de la ciudad''. También censuró la estructura de fiscalización, cuya ``imposición'' impide un combate eficaz a la corrupción.

El encuentro consumió menos de una hora.

``Decepcionante porque carece de propuestas'', dijo la priísta Paloma Villaseñor. El dirigente panista, Gonzalo Altamirano, dijo que Cárdenas tuvo críticas duras para la ARDF, que en ocasiones parecieron fuera de lo protocolario. En cambio, para Dolores Padierna el candidato mostró la firmeza de sus convicciones y la madurez política. Es, precisó, ``signo de la adecuación de las instituciones a los nuevos tiempos políticos''