Cae la demanda de fresa mexicana en California; protestan productores de BC
En virtud de la falta de pruebas concretas de que las fresas mexicanas provocaran la infección de hepatitis en Estados Unidos, las contrapartes de esa nación fueron duramente cuestionadas por los productores del país pues, denunciaron, los informes falsos difundidos allá empezaron ya a afectar las ventas del producto mexicano en favor de los freseros locales, que demuestran con ello su incapacidad para competir legítimamente.
Incluso, reportes provenientes de California revelan que la demanda de esa fruta presentó ayer sus niveles más bajos de la historia -la cadena Ralphs Groceries suspendió sus compras y la retiró de sus 346 tiendas-, en tanto que autoridades gubernamentales de México se comprometieron a utilizar todos los instrumentos a su alcance para defender a los productores perjudicados.
Pese a todo, Jaime Zabludovsky, subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Secofi, aseguró que no hay bloqueo estadunidense contra el TLC, y abogó por buscar salidas negociadas a los problemas bilaterales.
Estableció que habrá una investigación a fondo para determinar la procedencia de las fresas contaminadas, garantizó el apoyo gubernamental a los exportadores mexicanos e hizo patente la insatisfacción de las autoridades de México con los resultados de la investigación y las resoluciones en cuanto al conflicto de la industria cementera.
Sin embargo, dijo, el TLC ``está funcionando muy satisfactoriamente''.
Romárico Arroyo Marroquín, subsecretario de Agricultura y Ganadería, reconoció por su parte que los aspectos comerciales ya han sido contaminados ahora por los sanitarios, y aseguró que ``hay muchas razones para dudar de la responsabilidad de los productores mexicanos'', mismas que fueron planteadas ayer a funcionarios estadunidenses.
Ayer mismo, Arthur Withmore, vocero de la Administración Federal de Alimentos y Medicinas, aclaró que es prácticamente imposible determinar si las fresas que provocaron la epidemia en Michigan fueron contaminadas en los campos de cultivo de México o en una planta procesadora de su país. ``Probablemente resulte imposible'' detectar algún día dónde se contaminaron, expresó.
Por lo tanto, extraña que la demanda de fresas mexicanas en el mercado de California haya caído a sus niveles más bajos de la historia y, en cambio, los productores locales de la fruta en Carlsbad, al norte del condado de San Diego, vieran incrementadas sus ventas a raíz del falso rumor.
Ante ello, el dirigente de la Unión Agrícola Regional en Baja California, Conrado González, calificó la versión como un intento más de los agricultores estadunidenses de desprestigiar los productos mexicanos, ante la incapacidad de competir legítimamente.
Productores de la fruta en San Diego consideran que si bien la infección del hepatitis A se dio en el procesamiento de la fresa mexicana para convertirla en jalea, quizá ello no hubiese ocurrido si se utilizara fruta fresca de producción doméstica y no congelada cosechada en el sur de Baja California.
Efectuaron un festival de degustación producto en California, y allí mismo se ofrecía a los visitantes fresas cosechadas en el valle agrícola de San Quintín, al sur del municipio bajacaliforniano de Ensenada, pero casi nadie quiso probarlas.
Conrado González explicó que los campesinos de Baja California cumplen con las severas normas de calidad y sanidad establecidas por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), que examina cada lote de productos agrícolas que se exportan a ese país.
Las fresas con las que se elaboró la jalea infectada fueron producidas en el valle de San Quintín, Baja California, en junio de 1996, y congeladas y vendidas en marzo pasado a la empresa Andrew and Williamson en San Diego, California.
Mientras, en Irapuato, población fresera por excelencia, hay preocupación por los efectos de la falsa noticia en las ventas al exterior. ``El mal ya está hecho'', deploró Francisco León Frausto, dirigente de la Asociación de Productores de Fresa y Hortalizas. Este año se cosecharán 32 mil toneladas de la fruta, con un valor de 105.6 millones de pesos, y por lo menos 50 por ciento se exportará. Además de Estados Unidos, los freseros venden el producto a Inglaterra, Canadá y Alemania, y temen que la información negativa afecte a los susceptibles mercados de esos países.
El Financial Times reproduce una entrevista con Arturo Elías, director de Comercialización de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, en la que el funcionario asegura que México seguirá exportando el producto a la vecina nación, porque no hay indicio alguno de que estuviera contaminado por el virus de hepatitis A. (Humberto Ortiz, Jorge Alberto Cornejo, J. Manuel Carrillo, corresponsales, y agencias)