La Jornada 3 de abril de 1997

Zirahuén: ni indios ni inversionistas ceden en el asunto del campo de golf

Teresa Gurza, corresponsal, Morelia, Mich., 2 de abril Ť Pascual Martínez Duarte, coordinador de Desarrollo Regional de Pátzcuaro-Zirahuén, dijo que la única forma de avanzar en el desarrollo de esa zona es mediante la conciliación ``de intereses'' entre el empresario Guillermo Arreola, que pretende crear un fraccionamiento turístico con campo de golf, y la comunidad indígena de Zirahuén, que se opone al proyecto. ``Ambos tienen que ceder en algo'', dijo.

La coordinación a cargo de Martínez Duarte incluye ocho municipios ubicados en 102 mil hectáreas, 9 mil y 2 mil de las cuales corresponden, respectivamente, a las cuencas de los lagos de Pátzcuaro y Zirahuén. Constituyen el territorio de esa región, además del de Páztcuaro, los municipios de Quiroga, Tzintzuntzan, Erongarí- cuaro, Huiramba, Lagunillas, Cuitzeo y Salvador Escalante.

Explicó que los principales problemas que enfrentan los 162 mil habitantes de estos lugares son la falta de empleo y sus consecuencias de pobreza y alta emigración, sobre todo de sus hombres, a las ciudades de Morelia, México y Guadalajara, y a la zona de Sacramento, en California, Estados Unidos.

Para arraigarlos en sus pueblos sería necesario, asienta Martínez Duarte, contar con recursos que permitan abrir talleres para la capacitación y fabricación de textiles y muebles finos de pino y parota, así como para el empaque de fruta y otros artículos.

En la región, agregó, existen ya cuatro empresas de Solidaridad ubicadas en Zirahuén, Ajuno, Santa Clara del Cobre y Erongarícuaro. En los poblados indígenas no hay pleitos entre las comunidades y los ejidatarios, pero sí peticiones de respeto a los linderos.

Martínez Duarte enfatizó que ha sido muy insistente la exigencia de la comunidad indígena de Zirahuén de que se les respete su proyecto ecológico de desarrollo sustentable y que el lugar se declare zona de reserva.

Este proyecto indígena, que incluye un desarrollo turístico manejado por los mismos indios, ``choca frontalmente'', dijo, con el que ha presentado el empresario Guillermo Arreola para construir en Zirahuén cabañas y un campo de golf.

El proyecto empresarial contiene el punto de vista de un propietario y es apoyado por algunos integrantes de las comunidades de Zirahuén, Copándaro y Agua Verde. Arreola presiona al gobierno para que su proyecto sea aprobado, e insiste en que ha trabajado en él durante muchos años, gastado mucho dinero y realizado muchas cosas en beneficio del lugar y sus habitantes.

``Eso es cierto, pero todo lo que ha hecho Arreola ha sido desde su posición de empresario; su interés, si bien es legítimo, es el negocio en su beneficio, y esto es precisamente lo que los comuneros rechazan, porque no quieren ser empleados, sino partícipes de un desarrollo''.

El funcionario indicó que ambos proyectos, el indígena y el empresarial, ``están enfrentados; ninguna de las partes quiere ceder nada'', mientras que la recomendación de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) es que se emprenda de manera urgente un reordenamiento ecológico con la participación de todos los sectores, tomando además en cuenta que Arreola ``no es el único empresario interesado en invertir en la zona''.

Una vez que se tenga el proyecto de reordenamiento ecológico se determinarán las áreas explotables y con base en ello se examinarán los proyectos viables y se verá a qué acuerdos llegan los diferentes interesados a partir de las propuestas que les plantearán la Semarnap y la Secretaría de Desarrollo Urbano del estado.

Martínez Duarte afirmó que no se puede excluir totalmente el proyecto empresarial, porque en el desarrollo de Zirahuén deben participar todos, y para que éste prospere se necesitan recursos económicos, y como el gobierno no los tiene, éstos deben provenir de los sectores financiero y empresarial. Este es otro aspecto del problema, ``porque la comunidad quiere que el gobierno financie su proyecto y no hay con qué hacerlo''.