Promete el aspirante priísta respeto absoluto en materia de cultos
Víctor Ballinas Ť ``Necesitamos una nueva élite de gobernantes. Lloramos, licenciado Alfredo del Mazo, ya no tanto porque nuestros gobiernos y gobernantes sean bendecidos, porque han sido muy bendecidos; oramos para que Dios nos dé gobierno y gobernantes más justos''.
Los dirigentes de las Iglesias protestantes y evangélicas le señalaron lo anterior al candidato del partido oficial al gobierno de la ciudad, al reunirse ayer con él. Del Mazo escuchó, sin inmutarse, las quejas, los reproches, las denuncias de los líderes religiosos que le dijeron representan en la capital del país a 800 mil personas.
El pastor Alberto Montalbo le dijo: ``La sociedad está cansada del constante y repetitivo engaño de los vivos o vivales, sin agravio de nadie que honestamente trabaja en la arena política, con sus discursos inalcanzables, imponderables y contradictorios en sí mismos''.
Montalbo, presidente del Foro Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, le insistió en que ``se necesita una nueva élite política, que no nos dé atole con el dedo, que no piense que vivimos todavía en un país de apaches...''
La clase política se ha quedado rezagada, aseveró el dirigente religioso, y el desarrollo social está demandando al país ``hombres más capacitados, más conscientes de la real problemática que vivamos''.
Exigió que los candidatos del PRI, y todos los de otros partidos,``nos presenten en el corto plazo un proyecto viable y factible para la ciudad, y en especial de su relación con las Iglesias''.
Los partidos políticos ``se han olvidado del proyecto de nación para abanderarse con el proyecto de su propio partido, y que llevan a cabo una encarnizada y mezquina lucha de intereses partidistas que ofenden a la sociedad'', apuntó Montalbo.
En México, apuntó, ``no cabe como opción ni la revolución armada, ni la violencia, eso debe quedar atrás. Se debe fortalecer el Estado, respaldar su derecho a gobernar, sobre todo cuando se es constitucionalmente electo, y se manifestó en contra de la educación gratuita.
Defendió tres instituciones: la familia, el Estado y las Iglesias. Se pronunció por mejores salarios para los padres de familia, porque los actuales son ingresos ofensivos. Y garantizó que ``no vamos a crear una alternativa política, pero sí una participación consciente en los medios de comunicación''.
El candidato les respondió que no compartía sus reflexiones sobre que la familia se está desmorando, y manifestó su convicción de respeto absoluto a la libertad de cultos. México, agregó, es líder de muchos países en permeabilidad social, y entre sus principios tiene la educación laica y gratuita, y libertad absoluta, al respeto a todos los créditos.
Más tarde, Del Mazo fue cobijado por su partido. La vieja maquinaria, le empezó a responder a su abanderado. La campaña va, y las muestras de adhesión empiezan a proliferar. Su partido parece despertar del letargo en que estaba.
Ayer, el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros lo recibó en su casa, con porras, matracas, vivas, ovaciones. Por primera vez en su campaña el aspirante al gobierno tiene una recepción cálida, que incluso lo hizo sentir ese ambiente. Las matracas, las porras, los vivas, no cesaban. El líder de los ferrocarriles le prometió 14 mil votos de sus agremiados, más los de sus familiares, y le aseguró que ``aquí vamos a votar por un solo candidato, que es usted, Del mazo; está usted en su casa''.
Del Mazo mostró efusividad por la recepción, pero sobre todo por que el líder del Congreso del Trabajo y de los Ferrocarrileros prometió: ``Nosotros no vamos a recibir a ningún otro candidato, usted es nuestro abanderado y somos leales...'' Criticó además al PAN y al PRD: ``Uno pretende arribar al poder para desaparecer la Ley Federal del Trabajo, desaparecer los sindicatos, a eso nos arriesgaremos si votamos por Acción Nacional''.
El del sol pretende destruir todo lo realizado por la Revolución, para volver a empezar de cero, y subrayó: ``La mejor opción la representa el PRI''. ``¡Duro, duro, duro!'', coreaban los trabajadores ferrocarrileros; ``¡se ve, se siente, Del Mazo está presente'', gritaban las bases priístas.