Francisco Vidargas
Reacomodos culturales

En días pasados se informó (La Jornada, 21/3/97) de reacomodos en la administración pública: la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, originalmente creada por la antigua Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, ahora forma parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA). Fue separada de la Secretaría de Desarrollo Social el 28 de diciembre de 1994, como parte de la restructuración de la administración pública, e incorporada a la de Educación Pública, en virtud de sus atribuciones sobre conservación y protección del patrimonio nacional. Finalmente, con la transferencia al CNCA (Diario Oficial, 17/3/97) se deja atrás un largo periodo en el que la dependencia tuvo un futuro incierto, siendo ignorada hasta por la Secretaría de la Contraloría.

Conforme a la Ley General de Bienes Nacionales de 1982, dicha dirección se ha encargado del cuidado y mantenimiento de los bienes inmuebles de propiedad federal destinados al culto público (templos, obispados, casas curales, conventos), o de relevancia histórica y artística (palacios de gobierno, acueductos, fuentes, etcétera); del establecimiento de lineamientos, políticas y especificaciones técnicas para la protección y revitalización de los centros históricos; la realización de campañas de promoción a nivel federal, estatal y municipal, para el uso adecuado de zonas y edificaciones monumentales; la elaboración del catálogo de construcciones federales de carácter patrimonial; además de la asesoría y supervisión técnica de los trabajos que se realizan en las mismas.

Innumerables monumentos han sido intervenidos a lo largo del país por esta oficina, como se puede ver en el volumen titulado Desarrollo urbano en México. Restauración, publicado en 1982. De esa época son también la tercera edición del Vocabulario Arquitectónico Ilustrado y Centros Históricos, vocabulario (1980), además de las Disposiciones legales y recomendaciones internacionales para la protección del patrimonio monumental y urbano (1982).

Más recientemente, prosiguiendo con las funciones de rescate, catalogación y difusión del patrimonio cultural, han aparecido las siguientes investigaciones: Estado de Guanajuato. Cuatro monumentos del patrimonio cultural (1985), Catedral de México. Patrimonio Artístico y Cultural (1986), San Juan Bautista Cuauhtinchan, restauración y Oaxaca, monumentos del centro histórico (1987), La Profesa. Patrimonio Artístico y Cultural (1988) y Voces del Arte, inventario de órganos tubulares (1989).

Sin lugar a dudas, el trabajo más delicado y polémico al que se han enfrentado los expertos de Sitios y Monumentos es el rescate de la Catedral de México, cuyo Proyecto de Rectificación Geométrica dio inicio en 1989 siguiendo el método de subexcavación en puntos duros, para contrarrestar los hundimientos diferenciales e igualar su velocidad, así como la corrección de las deformaciones estructurales, evidentes tanto en la inclinación de las columnas como en el giro de las naves laterales, con la severa presencia de grietas y fisuras en apoyos y bóvedas.

Debido a la importancia del monumento, el procedimiento técnico ha sido difundido y analizado en diversos foros de especialistas, inclusive llevándose a cabo un discutido coloquio auspiciado por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, cuya memoria saldrá este año. Las intervenciones al edificio --sobre las que ya hablamos en otras ocasiones aquí-- se encuentran documentadas, hasta 1995, en un informe técnico que publicó la Asociación Amigos de la Catedral Metropolitana de México, AC.

El traslado beneficia, claro está, al CNCA, que poco a poco se perfila como futura Secretaría de Cultura, pero también a la salvaguarda patrimonial, siempre y cuando Sitios y Monumentos continúe interviniendo --como lo obliga el artículo 6o. de la ley federal respectiva-- en la correcta solución de los diversos problemas que involucran inmuebles de propiedad federal que no están adscritos a los institutos nacionales de Antropología e Historia y Bellas Artes. Todo depende, por el momento, del ``perfil operativo y funcional'' que le den, en los próximos días, las autoridades culturales.