El actual periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, que terminará el último día de abril, es muy breve y casi seguramente no se tramitará ninguna iniciativa de trascendencia. Lo difícil tocará a los integrantes de la Comisión Permanente, cuyas actividades coincidirán con los preparativos, realización y calificación de las votaciones federales de julio venidero.
Es evidente que los partidos deberán tener los mejores representantes posibles en esa Comisión, tanto en lo que se refiere a conocimientos electorales como en capacidad oratoria, pues los pocos o muchos problemas que ocurran antes y después de las votaciones tendrán su caja de resonancia en ese órgano.
En este sentido, los coordinadores de las fracciones del PRI, PAN y PRD en el Senado no tendrán problemas para hacer su selección. El priísta Genovevo Figueroa Zamudio tendrá la baja de 31 senadores que terminan su periodo, pero tiene otra importante reserva de la cual echar mano; el panista Gabriel Jiménez Remus sólo perderá un senador, mientras que la fracción del PRD, coordinada por Héctor Sánchez, se mantendrá completa.
No obstante, de los tres arriba mencionados, el que enfrentará de cualquier forma los mayores problemas es el recién promovido Genovevo Figueroa Zamudio, pues al Senado corresponderá presidir a la Permanente en el próximo receso legislativo. Para llevar adelante el trabajo tendrá a su lado al oaxaqueño José Murat, en un desmentido a los rumores de que hay divisiones entre ellos.
Los problemas empiezan en la Cámara de Diputados, sobre todo en las filas de la oposición. El presidente de la Gran Comisión y líder de la mayoría priísta, Juan José Osorio Palacios, tiene gente de sobra para integrar la delegación a la Permanente, pues pocos de los diputados salientes tienen posibilidad de dar el salto al Senado y sólo un contingente numeroso de diputados del DF tratará se colocarse en la Asamblea de Representantes.
En cambio, en el PAN, PRD y PT una parte importante de sus bancadas estará involucrada en campañas, ya sea como candidatos o como coordinadores de las actividades proselitistas en diversos lugares de la República, por lo que algunos de ellos tendrán doble tarea, al estar obligados a regresar a la ciudad de México para atender a las sesiones de la Permanente.
Orden en las cámaras
La única posibilidad de que haya mayor movimiento en el Congreso de la Unión es que sus directivas acuerden llevar adelante el tantas veces pospuesto proyecto de actualizar la Ley Orgánica y el Reglamento que rigen a las dos cámaras.
Desde hace mucho tiempo los actuales ordenamientos internos del Congreso de la Unión resultan obsoletos y, a pesar de que se les han hecho ajustes en varias ocasiones, la realidad del país los rebasa ampliamente.
Al respecto, las opiniones están divididas. Hay un sector de legisladores, en el que está el líder de la Cámara de Diputados, Juan José Osorio Palacios, que juzga conveniente dejar de legado una ley orgánica y reglamentos para cada Cámara que realmente les sirvan a las próximas Legislaturas, y la segunda corriente estima preferible dejar esa tarea a la siguiente Legislatura.