20 muertos en tres meses de luchas intercomunitarias en Chiapas
Angeles Mariscal, corresponsal/I, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 30 de marzo Ť En el primer trimestre del año, en Chiapas ocurrieron seis enfrentamientos intercomunitarios; en dos de ellos, al intervenir la policía de Seguridad Pública se agudizó más la situación; el saldo de los choques fue de 20 personas muertas de forma violenta y alrededor de mil indígenas desplazados de sus comunidades.
Asimismo, durante diferentes operativos de desalojo, entre ellos los motivados por los cortes de energía eléctrica que efectúa la Comisión Federal de Electricidad, las corporaciones policiacas detuvieron a 830 personas.
Funcionarios de la Secretaría y de la Dirección de Gobierno estatales, entre ellos Eraclio Zepeda y Uriel Jarquín, consideraron que ``estos incidentes no son noticia'', sino que deben ser vistos como ``fenómenos que están vigentes desde mucho tiempo atrás. Chiapas vive un fenómeno transitorio de la barbarie política''.
El recuente de esos hechos nos remonta al 4 de enero, cuando tres familias de la comunidad Naranjil, municipio de Tumbalá, fueron secuestradas por el grupo armado Paz y Justicia; ese mismo día, es cerrado el templo católico de la comunidad Emiliano Zapata, también en Tumbalá.
Tres días después, maiceros de la zona fraylesca realizaron bloqueos carreteros en demanda del pago de los jornales comprometidos mediante el Programa de Empleo Temporal; el gobierno del estado ordena su desalojo, durante el operativo 380 campesinos son detenidos.
Una semana más tarde, en el municipio de Pantelhó, ubicado en la zona de Los Altos, autoridades comunitarias priístas se enfrentan con miembros del autodenominado Ayuntamiento Autónomo de Santa Catalina, antes Pantelhó, estos últimos son golpeados y sus casas quemadas.
El 18 de enero, indígenas de la comunidad Paraíso, municipio de Sabanilla, se enfrentan con efectivos de la SP, de lo que resultan seis policías y un agente del Ministerio Público heridos. El choque se dio cuando las autoridades policiacas entraban a la comunidad, luego de una disputa interna entre campesinos priístas e independientes.
Por este hecho, los independientes, alrededor de 600, tienen que salir de su comunidad ante la amenaza de los priístas, militantes también de Paz y Justicia. Después, este grupo armado sitia las comunidades cercanas que no militan en su organización.
Días más tarde, integrantes de diversas organizaciones humanitarias que intentan entrar en la zona para hablar con las partes, son agredidos con armas de fuego por el grupo priísta.
El 6 de febrero, campesinos de la Alianza San Bartolomé de los Llanos balearon a José Manuel Ramírez, comunero de la Casa del Pueblo de Venustiano Carranza, quien a las pocas horas murió a causa de las heridas. El 14 del mismo mes, tres campesinos de la Alianza son emboscados.
El 18 de marzo ambos grupos se enfrentan con armas de fuego. Los comuneros toman posesión de la presidencia municipal, demandan la liberación de tres campesinos presos acusados de dar muerte a un militante de la Alianza. Durante la disputa armada, que duró cuatro días y mantuvo a los 50 mil habitantes de la cabecera municipal de Venustiano Carranza en virtual estado de sitio, un poblador del lugar resultó muerto al pasar entre el fuego cruzado. Las partes firmaron un pacto de no agresión, el octavo en nueve meses.
A finales de febrero, labriegos de la Organización Campesina Emiliano Zapata se enfrentaron con campesinos de la comunidad Abasolo, municipio de Ocosingo; resultó muerto el agente municipal de este lugar. El problema fue la disputa por el predio San Gregorio Muku-lukum.