EL TONTO DEL PUEBLO Ť Jaime Avilés
W de Woldenberg-T de Taibo

A Paco, el Brujo

1

En verdad, en verdad os digo que Serapio Bedoya Arteaga, malamente conocido en Tecamacharco y sus alrededores como ``el tonto del pueblo'', fue crucificado ayer, a las tres de la tarde, en la cumbre del Cerro del Becerro --por cuyos bordes pasa el camino a Mixiotepec--, y que adherido por clavos de utilería al travesaño horizontal del madero estuvo a punto de ser de veras muerto y luego, quizá, sepultado, cuando en su caracterización de Gestas, el ladrón malo, se puso el pasamontañas zapatista, exhortando a Zacarías Milmo (Dimas, el ladrón bueno) y a Pepe Peralta (el Cristo de los pobres) a que hicieran lo propio. Mas no fue así.

``¡Herejía, herejía!'', comenzó a gritar el eviado especial de monseñor Prigione. ``¡Adelante, adelante!'', echaban porras los teólogos de la liberación. ``¡Que lo bajen de ahí!'', gritaba un voceador de Nexos, ``¡y que lo encierren por apología de la violencia!''.

--Como sabe usted --me dijo Tito Penélope, horas después, en el juzgado--, es muy peligroso ¡politizar! la liturgia. Vea, por ejemplo, el caso de la bandera que ¡izaron! a media asta, ¡y con el águila patas arriba!, en la Catedral metropolitana.

Tito Penélope, abogado penalista y detective independiente --miembro de la Adede, ``Asociación de Detectives Democráticos'', según supe al recibir su tarjeta--, acababa de ser designado como defensor de oficio del tonto del pueblo.

--Porque, ¡fíjese!, si interpretamos los hechos, ¡con calma!, podemos incluso, ¡arriesgarnos!, a intentar varias ¡lecturas! Una: el 21 de marzo, la bandera fue izada a media asta ¡para lamentar! o: el ¡nacimiento! de Benito Juárez, que ¡expropió! los bienes de la ¡Iglesia!, o: el nacimiento de la ¡primavera!, que este año empezó ¡nevando!

--Pero...

--¡Dos! --agregó Tito Penélope, imparable--. El hecho de colgar la bandera ¡al revés!, con el águila de cabeza, es un claro ¡mensaje! al doctor Zedillo: el ¡país! está ¡patas arriba!

--No --dice el tonto del pueblo--. Yo... veo otra... interpretación. Es un mensaje para Cuauhtémoc Cárdenas, porque... Cuauhtémoc... significa águila... que cae.

--¿Y cuál sería el mensaje? --dice la mecanógrafa del juzgado.

--Alguien trata de anunciar que... el 6 de julio... no ganará el águila sino la serpiente.

--Me ¡temo! --informó Tito Penélope-- que alguien ¡muy!, pero muy ¡poderoso!, está insinuando que Castillo Peraza es ¡culebra!

--O que Del Mazo es... una... víbora.

--Quiero hacerle una pregunta, señor abogado --dije, mirando circunspecto, a Tito Penélope--. ¿Por qué habla usted con ese énfasis tan extraño?

--Porque no se pierde una columna de Carlos Ramírez --dijo la mecanógrafa del juzgado.

En ese instante, entró el juez.

2

--¿A qué se debe la presencia de este hombre? --dijo el togado, comiendo la segunda parte de una jugosa torta de bacalao de Cuaresma.

--¡Señoría!, vengo a denunciar a las diosas de la casualidad, Cloto, Atropos y Láquesis, por haber introducido un peligroso elemento de perplejidad en los preparativos de las elecciones del 6 de julio --y dicho esto, el tonto del pueblo renunció a proseguir.

--¡Mentira! ¡Línchenlo, línchenlo! --gritaron doscientos inspectores de moral pública, venidos directamente de Aguascalientes a vigilar las fiestas de la pasión de Tecamacharco.

--¡A callar todo el mundo o le digo a Clinton! --amenazó el juez--. Deseo escuchar lo que tenga que comunicarnos el señor...

--Bedoya --dijo el tonto--, Serapio Bedoya, señor juez. Pero quiero que sea mi amigo... aquí... presente, quien... me haga el favor de... leer mi... alegato --y señalándome, agregó--: Orale...

--``Denuncia de hechos contra las moiras, Cloto, Atropos y Láquesis, diosas de la casualidad según los griegos, por intervenir en un sorteo del Instituto Federal Electoral, celebrado el martes 25 de marzo --dije, leyendo a toda velocidad--. Hechos: de acuerdo con el reglamento del IFE, los directivos de las casillas electorales que serán abiertas el 6 de julio en todo el país, tenían que ser escogidos al azar mediante un sorteo similar al que se efectúa en las plazas de toros, donde todos los cornudos del encierro son agrupados en lotes de dos en dos, aunque no siempre. Así como los nombres de los toros de lidia son inscritos en papeletas y luego metidos en un sombrero para que el destino los reparta, así los nombres de los posibles presidentes y secretarios de las casillas electorales fueron divididos por grupos de letras: ABCD-EFGH-IJKL-LLMN„-OPQR-STUV-WXYZ --y me detuve aquí, buscando un punto y aparte que no figuraba en el texto.

Seguí leyendo: ``En la citada sesión del 25 de marzo, el Consejo General del IFE que preside el señor José Woldenberg, llevó a cabo el citado sorteo, durante el cual fue seleccionada la papeleta que contiene las letras ``WXYZ'', dando lugar este hecho fortuito a graves problemas operativos como a continuación expondré. Según el tomo IV del Diccionario Enciclopédico de México, de Humberto Mussachio, mejor conocido como ``pequeño Mussachio ilustrado'', los apellidos que inician con la letra W y se refieren a México son: Wagner, Waldeck, Waldeen, Walerstein, Walker, Walls, Walsh, Ward, Warman, Watty, Weckmann, Weingarsthofer, Weintlaner, Wenzel, Westheim, Weston, Whaley, Willars, Wilson, Wimer, Wionczek, Witt, Wittman, Woldenberg, Wolf, Wolfe, Woll, Womack, Wong, Woog, Woolrich, Wšrmer, Wrigth, Wybo.

``Los apellidos que inician con X son: Xicoténcatl, Ximénez, Xirau; con Y: Yampolsky, Yáñez, Yarza, Yazbek, Yon, Yurén; y, finalmente, con Z: Zabludovsky, Zabre, Zaid, Záizar, Zalacosta, Zalce, Zaldívar, Zamacois, Zamacona, Zamarripa, Zambrano, Zamora, Zamudio, Zanabria, Zapata, Zapfe, Zaragoza, Zárate, Zarco, Zarfate, Zariñana, Zárraga, Zarur, Zarza, Zarsosa, Zavala, Zavaleta, Zayas, Zea, Zedillo, Zegbe, Zelaya, Zellis, Zendejas, Zenil, Zenteno, Zepeda, Zerecero, Zermeño, Zertuche, Zetina, Zevada, Zierold, Zitarrisa, Zorrilla, Zozaya, Zuazo, Zuazua, Zubarán, Zubieta, Zubirán, Zubiría, Zuckerman, Zuloaga, Zumárraga, Zumaya, Zuno, Zúñiga.

``Hago constar que estando lo más lejos posible de mí la mínima intención de presentar este alegato bajo una visión etnicista, o motivada por influjo de antisemitismo, xenofobia, mexicanismo, nacionalismo, chovinismo o cualquier otra forma de discriminación racial, denuncio que el mecanismo del sorteo fue planeado con indolencia, con escasa imaginación y quizá violando el espíritu de la ley de probabilidades, lo que ha traído como consecuencia, señor juez, que el grupo convocado a integrar las mesas directivas de las casillas de electores esté compuesto por ciudadanos mexicanos provenientes de minorías étnicas, a las cuales en modo alguno critico por su origen sino porque, dada su evidente escasez, no alcanzarán para cubrir todas las casillas y entonces, ¿quiénes llenarán las vacantes?

``Por todo lo anteriormente expuesto, señor juez, demando ante usted que se promueva la anulación del sorteo, que se barajen las letras iniciales como se hace en el pókar, y que una vez superado este escollo se repita el procedimiento. He dicho''.

3

--¡Protesto, señor juez! --intervino el procurador Poncio Pilatos--. El señor Bedoya, alias Gestas, se encuentra ante usted como acusado. ¡No tiene derecho a demandar nada, sino a tratar de probar su inocencia!

--Si un ¡juez! aceptó ¡juzgar! a los ¡diputados! Ramón Sosamontes y Jesús Zambrano, del PRD, ¡pese! a que tienen ¡fuero constitucional! --dijo Tito Penélope--, la justicia mexicana puede aceptar ya lo que sea.

--Todas las protestas denegadas --respondió el juez--. Siga, señor Pilatos.

--El señor Bedoya, alias Gestas --continuó Pilatos--, fue sorprendido en el Sanborn's de Tecamacharco cuando trataba de robarse un libro de Paco Ignacio Taibo II, sobre el señor Ernesto Che Guevara. Como lo sorprendimos in franganti, lo catalogamos como ``el ladrón malo'', porque si fuera bueno se habría fugado con el botín, como Dimas, que ahora está en Irlanda.

--¿Yo? --dijo, colérico, el tonto del pueblo, saltando de su asiento--. ¿Robarme yo un libro de Taibo? Cuando los centuriones me subieron a la patrulla, me dijeron que iba preso por tratar de robarme a una morena del mercado de esclavas --aquí se detuvo, jadeando, a causa del dolor de la crucifixión y la posterior trifulca--. Pero yo, señor juez, no... no es... cierto.

--¿Cómo que no es cierto? --manoteó el procurador la mesa.

--¡Voy! --dijo Tito Penélope--, a ¡leer! la declaración ¡preparatoria! de mi cliente...

--¡No me grite! --dijo el juez.

--``Siendo las tantas y tantas del día tantos --leyó el detective democrático--, el señor ¡Bedoya! replicó a los genízaros que no pretendía robarse a la esclava, sino, nada más, robarle el corazón''.

4

--A ver --dijo Pilatos a Penélope--, ¿cuál es el número de la causa, mi loyer?

--Veintidós, cuarenta y cinco, treinta y ocho súper --dijo el tonto del pueblo.

--¿Ese es el número del expediente? --dijo el juez.

--No --dijo el tonto--, es el téléfono de la esclava. Como el procurador pidió el número de la causa...

--¿Pretende usted hacerle creer a esta corte que me va a sobornar presentándome a esa muchacha? --y volteó el juez a ver a Pilatos--: ¿Está guapa?

--Lo que quiere mi cliente es que ¡Su! Señoría llame a la esclava y le pregunte si es o no es verdad lo que él dice.

--Escriba ahí, secretaria.

--¡Venga la sentencia!

5

Un heraldo irrumpió a caballo en el juzgado, desenrolló un pergamino y leyó un anuncio: ``El próximo lunes a las diez de la noche, Canal 40 inaugura la serie `Preparen, apunten... voten', que se estrena con un recital de Castillo Peraza cantando en un mercado, sigue (el martes) con un reportaje sobre `las mujeres de Cuauhtémoc' --entre ellas, Güevita, de Jesusa Rodríguez--, y continúa (el miércoles) con `Vámonos con Del Mazo', y de allí para el real'', concluyó el mensajero y partió al galope.

6

El juez procedió a emitir su veredicto:

--Por andar de coscolino, fisgoneándole el chador, a la esclava consentida, de cualquier otro señor --y cuando el togado se aprestaba a idear la rima que diera consonancia a Bedoya con Almoloya...

Se abrió la puerta y entró una mujer completamente cubierta de velos, de la cual sólo estaban a la vista unos hermosos ojos negros.

--El tonto del pueblo es inocente, señor juez --dijo, con gran autoridad sobre sí misma--. Días antes de Noche Buena, en el Sanborn's de Insurgentes y San Antonio, yo tomé el libro de Paco Ignacio Taibo II sobre el Che Guevara, salí de la tienda para ver si venían por mí, regresé para dirigirme a la caja para pagarlo, me di cuenta que no traía dinero, intenté devolver la mercancía pero me aprehendieron, me acusaron de robo, me llevaron a la delegación, me tuvieron doce horas presa, me ficharon y me amenazaron con remitirme al reclusorio, pese a que mis familiares ofrecieron pagar hasta tres veces el precio del libro.

--¿Cuánto vale ese libro? --preguntó el juez.

--Ciento sesenta pesos --dijo, con mirada invencible, la acusada--. Soy estudiante, Su Señoría. Estoy desempleada. Nunca le he robado nada a nadie. No tengo antecedentes penales, llevo promedio de B...

¿Y cómo podemos ayudarte? --dijo Pilatos.

--Que le digan a Paco Ignacio Taibo II que hable con Carlos Slim, dueño de todos los Sanborn's y de muchas cosas más, y le pida que retire los cargos en mi contra. Porque si no lo hace, el próximo lunes a las dos de la tarde, en el juzgado 25 de Paz, me van a arruinar la vida...