La Jornada 29 de marzo de 1997

Perecen 138 desde el inicio del asueto en la red carretera

Alberto Espinosa y Emilse Valencia, corresponsales, 28 de marzo Ť Unos días después de iniciarse las vacaciones de Semana Santa, hoy ocurrieron 223 accidentes de tránsito, el más elevado número en las carreteras del país, los que arrojaron un saldo de 40 personas muertas y 157 lesionadas, con pérdidas económicas superiores a 3.5 millones de pesos.

De acuerdo con reportes de la Policía Federal de Caminos (PFC), la mayor parte de los accidentes ocurridos hasta ayer se derivaron de exceso de velocidad, impericia de los conductores y malas condiciones mecánicas de los vehículos.

Según datos aún no oficiales, en lo que va de las vacaciones de primavera se han registrado mil 296 accidentes en todo el país. Los percances provocaron la muerte de 138 personas y 848 lesionadas. Las pérdidas económicas suman alrededor de 20 millones 177 mil 850 pesos.

Tan sólo en el estado de Querétaro, entre el jueves y el viernes, ocurrieron 11 accidentes, con un saldo de dos personas muertas, 11 lesionadas y daños materiales por 303 mil pesos. Los accidentes se produjeron particularmente en la autopista México-Querétaro, por donde circulan, en promedio, unos 22 mil vehículos al día.

Debido al elevado número de accidentes carreteros, la PFC hizo un nuevo llamado para extremar las medidas de precaución, a respetar los señalamientos de tránsito, a utilizar el cinturón de seguridad y a no ingerir bebidas embriagantes cuando se maneje.

Las instituciones involucradas en los distintos operativos de seguridad dijeron que la vigilancia se reforzará durante este fin de semana a fin de facilitar el retorno de los vacacionistas.

Gasto de turistas

Por su parte, la Secretaría de Turismo (Sectur) informó que durante el vacacional, a nivel nacional, los turistas se estiman en unos 10 millones, los cuales dejarían una derrama económica superior a los cuatro mil millones de pesos.

Cálculos de la dependencia y de las distintas asociaciones de prestadores de servicios señalan que, hasta ayer, se habían movilizado cerca de 8 millones de viajeros nacionales en todo el país, los cuales, al término de las vacaciones, podrían ser más de 10 millones, y dejarían una derrama económica cercana a los 4 mil 200 millones de pesos.

Como en otras temporadas similares, la mayor demanda se registró en los destinos de playa, donde la ocupación habitacional fue de entre 85 y 95 por ciento. En las ciudades cercanas al Distrito Federal, como Toluca, Tlaxcala, Pachuca, Cuenavaca y Puebla, se estimó la afluencia de visitantes en 70 por ciento.

No obstante aparentes limitaciones económicas de la población, se estima que 65 por ciento de los vacacionistas llegó a casa de algún familiar o conocido. Sólo un 23 por ciento lo haría en hoteles y moteles. El resto buscaría otros tipos de alojamiento, como campamentos y albergues.

En 1996, de acuerdo con informes de la Sectur, hubo 140 millones de viajes-persona, con un gasto superior a 10 mil millones de dólares en el país. Un año antes se reportaron 137 millones de turistas nacionales.

Las perspectivas para 1997, según la Sectur y los distintos prestadores de servicios, son que las cifras anteriores serán superadas.

El Fondo Mixto de Promoción Turística de la ciudad de México informó que el número de paseantes extranjeros y de provincia aumentó hacia esta ciudad durante el periodo vacacional de Semana Santa.

Autobuses piratas

En otro orden, las distintas centrales camioneras tuvieron una demanda que les obligó a establecer corridas extras.

En las estaciones camioneras se constató la presencia del servicio de autobuses foráneos ``piratas'' que ofrecen el servicio al mismo costó de los autorizados y, en algunos casos, mayor. Los choferes ofrecen el servicio no autorizado entre los usuarios que se forman frente a los mostradores de las centrales camioneras.

Gerentes de distintas líneas autorizadas se refirieron a la inconveniencia de que los paseantes utilicen ese servicio irregular porque se exponen a que en un posible accidente no cuenten con el seguro de vida correspondiente ni con garantías sobre sus pertenencias.