La Jornada 29 de marzo de 1997

Sigue la búsqueda de muertos o extraviados en el desierto californiano

Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 28 de marzo Ť Desde el pasado martes, la Patrulla Fronteriza lleva a cabo una intensa búsqueda en la región desértica del Valle Imperial para localizar los restos de posibles indocumentados muertos en ese lugar, como aseguraron haber visto dos migrantes deportados el pasado fin de semana por la frontera de San Luis Río Colorado, Sonora.

A su vez, el Congreso de Baja California pidió al gobernador Héctor Terán Terán, que se impriman y distribuyan folletos informativos sobre los peligros en la frontera entre los migrantes que llegan al estado con intenciones de cruzar hacia Estados Unidos en busca de trabajo.

La búsqueda de los cuerpos en el Valle Imperial inició a raíz de que se hizo pública la experiencia vivida por los migrantes José Gutiérrez Delgado y Martín Paniagua Benítez, quienes ofrecieron una conferencia de prensa el pasado lunes en esta frontera.

Ambos aseguraron haber visto en algún lugar del desierto, que identificaron como San Vicente, los cadáveres de al menos 15 personas, y atribuyeron las muertes al ataque de una víbora a la que se refirieron sólo como la matacuates.

El oficial de enlace de la Patrulla Fronteriza en el condado de San Diego, Benjamín Monsiváis, dijo a La Jornada que desde que se conoció la noticia, personal de esa corporación ha recorrido en varias ocasiones el desierto en busca de los cuerpos, aunque sin resultados positivos. Dijo también que la región de San Vicente, a la que los deportados se refieren, no aparece oficialmente en los mapas del Valle Imperial ni en Mexicali.

Oficiales tanto del consulado general de México en la ciudad de San Diego como de la Patrulla Fronteriza, han tratado también de contactar a Paniagua y Gutiérrez, quienes permanecieron hospedados sólo una noche en la Casa del Migrante y no han regresado.

Oficialmente sólo se sabe que sus nombres completos son: José Gutiérrez Delgado, de 46 años de edad, casado, originario de Veracruz, con residencia en Culiacán, Sinaloa, y que fue arrestado y deportado por la Patrulla Fronteriza en cuatro ocasiones, la última por San Luis Río Colorado, Sonora.

Estaba acompañado por Martín Paniagua Benítez, de 30 años de edad, casado, originario de Guerrero y también deportado cuatro veces por las autoridades migratorias del vecino país.

No obstante, no ha sido posible contactarlos a través del activista Guillermo Ibarra, del Comité de Base del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien los encontró por primera vez en el municipio bajacaliforniano de Tecate y los trasladó a esta frontera para pedir apoyo, ni por medio de la Casa del Migrante, a donde ambos prometieron regresar pero no lo hicieron.