La Jornada 29 de marzo de 1997

Denuncian aplicación anticipada de la nueva ley a 800 mil ancianos

Elizabeth Velasco Ť A cuatro días de que entre en vigor la Ley de Inmigración Ilegal y Responsabilidad de los Inmigrantes (LIIRI) en Estados Unidos, que suspende la entrega de apoyos a familias con niños mexicano-estadunidenses, de subsidios para alimentación y servicios de seguridad social, estos beneficios ya se niegan a 800 mil ancianos, y se prevé que la legislación podría impactar a un millón de infantes radicados en California, informó Roberto L. Martínez, director del programa fronterizo México-EU de la agrupación American Friends Services Committe (AFSC).

El asesor legal de esa agrupación de defensa de los derechos de los indocumentados, advierte que la proliferación de abusos y violaciones contra ilegales --mexicanos principalmente-- se ha acentuado en aquel estado del vecino país, donde radica 50 por ciento del total de connacionales en la Unión Americana.

En entrevista vía telefónica, calificó como ``tremendo'' el impacto que la nueva ley ha tenido en el aumento del sentimiento xenófobo. Las agrupaciones de defensa de esos derechos reciben por día 50 denuncias de méxico-americanos, legales e ilegales, relacionadas con insultos, amenazas, golpes e incluso asesinatos cometidos por elementos de la Patrulla Fronteriza.

``Hemos encontrado muchos abusos en escuelas del condado oeste de California, a 55 millas de la frontera con México, en donde maestros y alumnos son insultados y maltratados por elementos de la Border Patrol.

``También, tenemos problemas de militarización en esa región, en donde hace unos días murieron de frío 17 mexicanos que, por intentar cruzar la línea fronteriza, se concentraron en la zona alta de las montañas.

``Los casos de persecución de ilegales, a alta velocidad, se han incrementado, causando un saldo de 200 heridos e incluso muertos. En el condado oeste de San Diego se respira un ambiente terrible. Este día, en la mañana, detuvieron a 12 indocumentos que se escondían en una montaña nevada, a 2 mil metros de altitud, y se están muriendo''.

Martínez precisa que los mexicano-estadunidense legales tampoco escapan de la persecución y extrema vigilancia en la línea fronteriza, donde ``la concentración de un mayor número de agentes deriva en enfrentamientos violentos con inmigrantes''.

Explicó que frente a esa situación, el consulado mexicano de San Diego ha emprendido una campaña de difusión sobre el peligro que representa intentar cruzar la frontera, desde San Diego a Mexicali, en donde los indocumentados son víctimas de asesinato, asaltos, golpes y otras violaciones a sus derechos humanos.

Lo más preocupante, refiere, es que aún no entra en vigor la ley mencionada y ya tratan de negar a los connacionales los servicios de salud y educativos.