La Jornada 26 de marzo de 1997

Para nadie hay privilegios en el Reclusorio Norte: Saúl Moctezuma

Miriam Posada García Ť El director del Reclusorio Varonil Norte, Saúl Moctezuma Herrera, señaló que la nota publicada en el diario The Washington Post contiene información que ``cambia y confunde la realidad de los hechos que se viven en este penal y tiene la intención deliberada de desinformar''.

Asimismo, descalificó a las fuentes informativas de los reporteros John Ward Anderson y Molly Moore, por considerar que se trata de ex funcionarios ``que han salido del sistema penitenciario por evidente incapacidad y han sido relevados por personal con amplia experiencia en los sistemas carcelarios conscientes del marco que impone el respeto a los derechos humanos''.

Sin embargo, Moctezuma Herrera reconoció que en el Reclusorio Norte hay tres veces más internos que su capacidad instalada, por lo que se ha tenido que hacer ``un esfuerzo extraordinario'' para atender a la población; además, rechazó que en este centro existan privilegios, ``ya que es materialmente imposible otorgarlos''.

En un comunicado difundido por la Dirección General de Reclusorios (DGR), Moctezuma consideró justo precisar la información difundida por el diario estadunidense debido a que distorsiona las condiciones reales en que viven los internos del Reclusorio Norte.

En este sentido, admitió que los internos son atendidos en ``condiciones extraordinarias que demandan un trabajo profesional, cuidadoso y observador de las leyes vigentes'', sobre todo en un lugar donde la población es tres veces mayor a la que puede albergar.

Ante eso, advirtió que esta irregularidad ha obligado a las autoridades a triplicar la dotación alimenticia, los uniformes, el espacio y el mantenimiento, así como al personal de seguridad y custodia que aún resulta insuficiente.

Para Moctezuma resultó ``muy común y corriente el tema de las amenazas, los infundios y las acusaciones que regularmente hacen internos y ex internos'', por lo que hizo referencias al ciudadano estadunidense John McCarty, a quien cita la nota del The Washington Post.

Sobre los supuestos privilegios, dijo que ``estamos muy lejos de consentirlos, es materialmente imposible otorgarlos'', por lo que también rechazó que se permita la entrega de pizzas a domicilio, el manejo de grandes cantidades de dólares y el uso de teléfonos celulares.

Aclaró que en el módulo de alta seguridad están recluidos ex servidores públicos policiacos que durante sus funciones arrestaron a diversos delincuentes, otros internos que están por delitos contra la salud y que son de bandas contrarias, y defraudadores, quienes ``deben estar alejados de la población carcelaria común para evitar que sean agredidos por venganza o cobrarse alguna cuenta pendiente''.

De acuerdo con un estudio de la Comisión de Procuración de Justicia de la ARDF, en el Reclusorio Norte hasta octubre de 1996 había 3 mil 477 internos, a pesar de que la cárcel sólo tiene cupo para mil 500 internos, por lo que existe una sobrepoblación de 131.80 por ciento.

Por lo menos 2 mil 309 internos están acusados de robo, 349 por homicidio, 309 de violación, 108 de delitos contra la salud, tres por abuso de autoridad y sólo uno por enriquecimiento ilícito.

La mayor parte de la población penitenciaria se encuentra entre los 21 y 30 años de edad; 99.45 por ciento son mexicanos, 2 mil 194 originarios del DF, 385 del estado de México y 147 de Veracruz.

En ese penal hay 2 mil 246 sentenciados, mil 670 ejecutoriados, 813 procesados, 488 internos con apelaciones, 418 indiciados y 88 con amparos.