Piden investigar sobre los migrantes desaparecidos
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 25 de marzo Ť José Gutiérrez, el migrante que junto con otro connacional afirmó haber visto los cadáveres de por lo menos 15 indocumentados muertos en la región desértica del Valle Imperial, antes de ser capturado y repatriado por la Patrulla Fronteriza, asegura que no desea intentar de nuevo cruzar de manera ilegal la frontera de Estados Unidos.
Su compañero Martín Paniagua tampoco tiene intenciones de regresar; ambos aseguran que prefieren seguir laborando en los campos de cultivo sinaloenses que arriesgar su vida por la ambición.
A su vez, el consulado general de México en San Diego anunció que solicitó a las autoridades estadunidenses una investigación en torno a las revelaciones que ambos migrantes realizaron ayer en conferencia de prensa en esta frontera.
Sin embargo, esta misma tarde el cónsul general Luis Herrera Lasso se apresuró a rechazar la versión dada ayer a los pocos medios que asistieron a la conferencia, sin siquiera escuchar los testimonios de los connacionales.
Y la vocera de la cancillería mexicana en el puerto, Lourdes Sandoval, indicó que hasta ahora no hay nada oficial respecto a la supuesta desaparición de alrededor de 90 migrantes que acompañaban al grupo de Paniagua y Gutiérrez, y quienes esta misma tarde serían entrevistados por primera vez por personal del consulado mexicano.
No obstante el subdirector de la Casa del Migrante, el hermano Gioaccihino Campce, indicó que hasta esta tarde no tenía conocimiento de que personal del consulado tuviera intenciones de acudir a ese lugar para entrevistarlos.
El religioso confirmó que ambos se encuentran hospedados en ese lugar, al cual ingresaron ayer al mediodía acompañados por el activista Guillermo Ibarra, del Comité Patria, Movimiento y Triunfo del PRD, quien primero los llevó al Desarrollo Integral de la Familia (DIF), luego de que éstos pidieron apoyo en las instalaciones de ese partido político en el municipio de Tecate.
Según el perredista, Paniagua y Gutiérrez fueron deportados por San Luis Río Colorado, Sonora, y con sus propios medios viajaron hasta Tecate, Baja California, en busca de organismos pro migrantes a los cuales pedir apoyo; y así fue como dieron con las oficinas del comité municipal del PRD, y allí fueron contactados por Ibarra, quien ofreció trasladarlos a esta frontera y presentarlos ante Sergio Eduardo Reynoso Nuño, director del DIF local, que les indicó que lo más que podía hacer era auxiliarlos para que obtuvieran empleo y un lugar donde dormir.
De esa manera, los dos fueron canalizados a la Casa del Migrante, organismo no gubernamental con casi 11 años brindando ayuda humanitaria a los indocumentados que son deportados por las autoridades estadunidenses.
Con el dinero que esperan ganar en los próximos días, ambos connacionales tienen la intención de regresar a Sinaloa, donde laboraban en los campos de cultivo de hortalizas.
Esta misma tarde, Steve Martínez, de la Patrulla Fronteriza en El Centro, California, se comunicó a la corresponsalía de La Jornada en Tijuana para conocer la ubicación de ambos migrantes y tener la oportunidad de hablar con ellos, a fin de establecer el punto geográfico donde ambos aseguran haber visto los cadáveres, para tratar de recuperarlos.
Por otra parte, se dio a conocer que esta mañana otro migrante indocumentado murió en un accidente de tránsito ocurrido en la autopista interestatal número 8, en esa misma región de California.
El accidente ocurrió 12 kilómetros al oeste de El Centro, California, aparentemente a causa de una ponchadura de llanta en la camioneta que transportaba 25 migrantes, según confirmó Steve Martínez.
Durante este año, la cancillería mexicana tiene reportadas las muertes de por lo menos 19 migrantes en esta región, la mayoría de ellos víctimas de los extremosos cambios de temperatura en la zona montañosa ubicada al este de San Diego.
En 1996, el consulado mexicano en San Diego registró en total 38 muertes, y en 1995 otros 20 migrantes fallecieron en su intento por llegar de manera indocumentada a Estados Unidos, según la cancillería.