Rechazo palestino a las condiciones de Israel para seguir el diálogo
Afp, Ap, Efe y Reuter, Jerusalén 23 de marzo Ť El gobierno israelí condicionó hoy la continuación de negociaciones de paz con los palestinos a que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) cumpla su compromiso de combatir el terrorismo antiisraelí, en un planteamiento rechazado por la ANP.
La decisión fue anunciada tres días después que el grupo integrista Hamas perpetró un atentado suicida con bomba en un café de Tel Aviv, en el que murieron israelíes y otros 48 resultaron heridos, en represalia por la construcción de un nuevo barrio judío en las colinas de Har Homa en Jerusalén.
La ANP afirmó que el hecho de que Israel condicione la continuación del proceso de paz viola los acuerdos provisionales de autonomía ya firmados, y reiteró que es la política de colonización israelí la que ha provocado la escalada en las tensiones entre palestinos e israelíes.
El primer ministro Benjamin Netanyahu matizó declaraciones hechas horas antes por su portavoz, David Bar Illan, quien había asegurado que las negociaciones con los palestinos habían sido suspendidas ``hasta que la ANP demuestre que está verdaderamente decidida a luchar contra el terrorismo''.
El primer ministro señaló que los contactos no han sido suspendidos, pero agregó que la continuación de las negociaciones políticas quedaron condicionadas a que la ANP refuerce su cooperación con Israel en materia de seguridad, impida propaganda hostil que incite a la violencia antiisraelí, destruya infraestructuras utilizadas por terroristas, a quienes también deberá arrestar y encarcelar.
Tel Aviv exigió además a la ANP confiscar todas las armas en posesión ilegal en los territorios palestinos y revisar pedidos de extradición de terroristas, presentados por Israel conforme a los acuerdos de autonomía.
El comunicado oficial en el que se anunciaron las nuevas condiciones instó, no obstante, a los palestinos a abordar inmediatamente las negociaciones sobre el estatuto definitivo de Gaza y Cisjordania, en las que también se decidirá la cuestión de la soberanía de Jerusalén.
Para demostrar que los contactos entre israelíes y palestinos no han sido congelados, el ministro israelí de Seguridad Interior, Avigdor Kahalani anunció hoy que él y el jefe de seguridad preventiva palestino, Jibirl Rajub, decidieron establecer un ``teléfono rojo'' con el fin de ``organizar discusiones y reuniones sobre una base regular'', así como aumentar la colaboración bilateral para prevenir atentados terroristas.
Horas después del atentado del viernes Netanyahu acusó a Arafat de haber dado ``luz verde'' a terroristas antiisraelíes, al haber excarcelado semanas antes al dirigente de Hamas Ibrahim al Mukadmeh, quien estuvo preso casi un año, pues se sospechaba que había participado en ataques que entre febrero y marzo del año pasado mataron a más de 60 israelíes. Ayer la justicia palestina emitió una nueva orden de aprehensión contra Mukadmeh, quien se encuentra prófugo.
En tanto, Nabil Abu Rudeina, consejero de Arafat, dijo que la ANP rechaza la imposición de condiciones por parte de Israel para la continuación de negociaciones políticas, y señaló que ``es el mismo gobierno israelí quien con su política de colonización amenaza el proceso de paz al violar acuerdos ya firmados''. El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erakat, afirmó que si ``Netanyahu se viera en el espejo, vería dónde está la verdadera responsabilidad'' por el atentado del viernes.
Por otro lado, la radio israelí informó que funcionarios palestinos enviaron hoy una misiva al presidente israelí Ezer Weizman en la que le solicitaron fungir como mediador para solucionar la actual crisis.
Mientras, la secretaria de Estado Madeleine Albright instó a israelíes y palestinos a reanudar cuanto antes las negociaciones de paz, y dijo que aunque Palestina condenó inmediatamente el último atentado y, subrayó, no hay pruebas de que la ANP haya dado ``luz verde'' a los terroristas, esa es la percepción de los israelíes y por ello es necesario que los palestinos hagan mayores esfuerzos por prevenir atentados antiisraelíes.
En tanto, durante una cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Arafat reiteró que continuará esfuerzos por salvar el proceso de paz con Israel, pero instó a los países participantes a ``salvar a Jerusalén de la judaización''. Países de la Conferencia condenaron el atentado del viernes, pero responsabilizaron del mismo al gobierno de Netanyahu; Líbano y Siria incluso sugirieron a la ANP suspender sus negociaciones con Israel. El documento final de la cumbre condenó la construcción del barrio judío en Har Homa.
Por otra parte, el ejército israelí anunció que arrestó ya a 37 palestinos sospechosos de estar vinculados al atentado del viernes; mientras, en Tel Aviv continuaba la celebración de la fiesta religiosa de Purim, bajo estrictas medidas de seguridad. En tanto, dos palestinos que intentaron cruzar de Belén a Jerusalén resultaron heridos por disparos de soldados israelíes. Las fronteras entre los territorios palestinos se encuentran cerradas a raíz del atentado.