Washington Post: el Reclusorio Norte, jaula de oro para 19 narcos
Efe, Washington, 23 de marzo Ť Un total de 19 destacados narcotraficantes mexi-canos, encarcelados en una prisión de máxima seguridad, viven con grandes lujos, incluida la posibilidad de recibir pizzas por mensajero, informa hoy el diario The Washington Post.
El periódico estadunidense afirma que estos narcotraficantes gozan de celdas con varias habitaciones, que incluyen un gimnasio particular y una sala de televisión, y acceso regular a drogas, mujeres y alcohol, así como a un jardín para hacer barbacoas.
Los presos, incluidos dos acusados de torturar y asesinar al agente de la DEA Enrique Camarena, en 1985, están encarcelados en el Reclusorio Norte de la ciudad de México, en teoría, una de las cárceles de máxima seguridad del país.
Un ex funcionario del penal aseguró que mensualmente los narcotraficantes presos destinan cerca de un millón de dólares para sobornar a sus guardianes y mantener sus privilegios, e incluso poder continuar controlando sus negocios ilícitos.
``El sistema está completamente corrupto desde lo más alto hasta lo más bajo. Es más que corrupción, la vida es así'', declaró el ex funcionario que no quiso identificarse por miedo a represalias de sus antiguos compañeros o por parte de los narcotraficantes.
El director del Reclusorio Norte, Saúl Moctezuma Herrera, no quiso dar ninguna entrevista al Post para responder a estas acusaciones y trasladó la petición al jefe de todas las prisiones de la ciudad de México, José Raúl Gutiérrez Serrano, quien también declinó hablar al respecto.
El año pasado, Gutiérrez Serrano desmintió en forma tajante que existiera corrupción en el sistema penal mexicano, en una audiencia ante el comité de Justicia de la Asamblea Legislativa. ``No he visto ningún tipo de privilegios en las prisiones'', señaló.
El Reclusorio Norte está diseñado para tener una población reclusa de mil 440 prisioneros, sin embargo, su población actual supera los 4 mil, muchos de los cuales esperan juicio desde hace meses, por graves crímenes federales, como narcotráfico o asesinato.
El periódico afirma que dentro de la prisión existe, incluso, un negocio para vender teléfonos móviles cuyos cargos son enviados a cuentas fantasmas que los presos tienen fuera de la cárcel, pero que controlan por medio de terceras personas.
John MccCarty, un estadunidense que pasó 13 meses en esa prisión, aseguró que los guardias de seguridad rentan los teléfonos celulares por 125 dólares al mes, con otros 125 dólares extras, si se quiere tener acceso a línea internacional, o 75 si es solamente local.
``La mayoría de los presos usan estos teléfonos para mantener sus negocios de narcotráfico y otras actividades criminales fuera de la prisión'', afirma el diario estadunidense.
El Post dice que uno de los presos con más poder dentro del penal es José Antonio Zorrilla, ex director de la Federal de Seguridad, y quien, según Washington, estuvo involucrado en la tortura y asesinato de Camarena, hace unos años.
Zorrilla, en prisión por el asesinato del periodista Manuel Buendía, ha convertido una de sus cuatro habitaciones en un centro de computación con varios ordenadores con líneas exteriores, e incluso en una ocasión organizó una fiesta dentro de la cárcel en honor de su hija, con grupos de mariachis.