En fechas recientes se llevó a cabo el II Congreso Nacional de Profesores de Ciencias Naturales en el estado de México, donde se reunieron profesores de física, geografía, matemáticas y química de enseñanza básica, media superior y superior. En el congreso se destacó la necesidad de contar con una población bien preparada en ciencia, para que cuente con mejores elementos para enfrentar la vida. Asimismo, se consideró a la ciencia y tecnología como poderosas herramientas de cambio y de poder. Se hizo notar que en países como Japón, la educación constituye un interés central del gobierno.
Los profesores asistimos a conferencias sobre educación y ciencia, talleres sobre diferentes especialidades, exhibición de carteles; también a un tianguis de la ciencia y a una obra de teatro, amén de que pudimos adquirir materiales educativos.
Durante el congreso se presentaron estadísticas impactantes sobre los resultados de los exámenes nacionales de selección para ingresar al nivel medio y superior. Vale la pena destacar que un factor determinante en la educación es, por un lado, el ingreso familiar, y por otro el grado de escolaridad de la madre. Es decir, que se necesita un mínimo en el ingreso familiar para garantizar el aprovechamiento del educando, y que una madre bien preparada es fundamental en el proceso de aprendizaje de los niños.
Aunque se trató de un congreso netamente académico donde unos profesores aprendimos de otros, tanto sobre contenidos científicos como sobre la práctica docente, no deja de llamar la atención la necesidad de modificar varios aspectos referentes a la educación de la ciencia. Es necesario que los profesores cuenten con salarios adecuados para que esta ocupación tenga el prestigio suficiente y atraiga a jóvenes con vocación. Es imprescindible que los docentes tengan acceso a cursos de actualización continua, de alta calidad y suficientemente flexibles para que cumplan con su objetivo: proveer de nuevas herramientas para asesorar al profesor en su práctica docente, que estén relacionadas con el avance de las disciplinas propiamente dichas y que no se vuelvan un mero trámite.
Una constante a lo largo de este congreso fue el clamor de los profesores en torno a la necesidad de que se forme y actualice a los formadores de profesores. Que los libros y otros materiales educativos sean accesibles y lleguen con prontitud a los docentes de todos los niveles de escolaridad, cualquiera que sea el rincón de la República donde se encuentren.
También es deseable que los currícula de las escuelas de educación básica y de las normales sufran un proceso de reforma permanente, de tal manera que tanto profesores como alumnos se beneficien de los avances en los terrenos de la educación y de la ciencia. Es necesario fortalecer los vínculos entre los generadores del conocimiento y quienes elaboran programas y materiales educativos, así como quienes se dedican a la investigación educativa, para que el proceso enseñanza aprendizaje sea más eficiente. Cada hora de clase se debe aprovechar al máximo.
Me parece que congresos como el referido constituyen una oportunidad única para vincular a los docentes de todos los ciclos de escolaridad, y benefician enormemente a la comunidad puesto que propician la discusión de temas fundamentales entre profesores, investigadores y administradores de la educación. También se toma conciencia más clara de cómo un pueblo educado para pensar podrá generar nuevas ideas que lo fortalecerán.