CASO OTAN, SIN ACUERDO
Efe, Afp, Dpa, Ap y Xinhua, Helsinki, 21 de marzo Ť El presidente estadunidense, Bill Clinton, y su par ruso, Boris Yeltsin, llegaron hoy a acuerdos sobre la futura inclusión de Rusia en el Grupo de los Siete (G-7), reforzamiento de la seguridad europea, limitación de armas estratégicas y cooperación económica entre las dos naciones, pero persistieron sus diferencias acerca de la eventual ampliación hacia Europa del este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que el Kremlin considera una amenaza para su seguridad.
Al concluir la reunión que ambos mantuvieron esta capital, los dos gobernantes subrayaron que, a pesar de sus divergencias, mantendrán el diálogo y se comprometieron a trabajar juntos para establecer una relación ``cooperativa'' entre Rusia y la OTAN, a la cual los aliados occidentales buscan incorporar a países otrora pertenecientes al Pacto de Varsovia e incluso de la desaparecida Unión Soviética.
En una declaración conjunta, Clinton y Yeltsin reconocieron su desacuerdo sobre el futuro de la alianza atlántica, aunque convinieron en continuar las conversaciones para crear un nuevo sistema de seguridad en Europa que garantice la estabilidad del continente, una vez finalizada la guerra fría.
Acordaron también impulsar la cooperación y coordinación entre Rusia y la OTAN eventualmente en operaciones militares de pacificación, como ocurre actualmente en Bosnia.
Sin embargo, la misma declaración acotó que Yeltsin aún considera muy preocupante la ampliación de la OTAN y mantiene la opinión de que constituiría un amenaza potencial para la seguridad de su país, particularmente si los aliados occidentales decidieran emplazar armas cerca de las fronteras rusas.
En un intento por atenuar las preocupaciones de Moscú, Clinton se comprometió a que la OTAN no emplace armas nucleares en los países europeos que se integren al bloque militar, pero advirtió que ésta mantendrá abierta la invitación para que otras naciones se le unan.
Propuso además que Moscú llegue a un acuerdo con la alianza sobre sus futuras relaciones, previo a la reunión de los aliados occidentales prevista para junio próximo en Madrid, en la cual se decidirá qué Estados de Europa podrán incorporarse a la OTAN.
En Rusia, el líder del Partido Comunista y ex candidato presidencial Guennadi Ziuganov y otros dirigentes políticos acusaron a Yeltsin de ``traidor'', al considerar que durante la cumbre no supo defender con suficiente energía los intereses nacionales.
Los acuerdos
Pese a su divergencias, Rusia y Estados Unidos ratificaron su decisión de garantizar el cumplimiento del acuerdo sobre la reducción de armas estratégicas START II, firmado en 1993, que prevé la eliminación de una parte sustancial de ese tipo de armamento. Yeltsin se comprometió a lograr que la Cámara baja del Parlamento ruso apruebe el acuerdo, al cual se opone por considerarlo desventajoso para Moscú.
Igualmente acordaron entablar negociaciones sobre el próximo tratado START III, que según Clinton, prevé que para el año 2007 el arsenal nuclear de cada país se reduzca hasta en 80 por ciento; así como establecer nuevos parámetros para diferenciar los sistemas de defensa contra misiles estratégicos de protección contra misiles tácticos, una discrepancia que durante varios años obstruyó las negociaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca sobre la limitación de armamento.
En el plano económico, Clinton anunció la inclusión de Rusia en el Grupo de los Siete, que agrupa a las naciones más industrializadas, algo que Moscú exigía desde hace tiempo.
Otro acuerdo de la cumbre de Helsinki consiste en el compromiso de Washington de otorgar un crédito de hasta 4 mil millones de dólares a empresas estadunidenses que inviertan en Rusia, además de promover el ingreso Moscú a la Organización Mundial de Comercio, siempre y cuando continúen las reformas económicas emprendidas por el Kremlin.