En mayo, nuevas normas en México para combatir el lavado: Tesoro estadunidense
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 21 de marzo Ť Un alto funcionario del Departamento del Tesoro encargado de la detección de lavado de dinero dijo hoy que el gobierno estadunidense está investigando la forma de reorientar su vigilancia para que las agencias de seguridad pública tomen medidas más eficaces en casos similares al de Mario Ruiz Massieu, cuando individuos trasladan grandes cantidades de efectivo a este país.
El representante por Alabama, Spencer Bachus, cuestionó hoy por qué el caso de Ruiz Massieu no había provocado una ``bandera roja'' en el sofisticado sistema de computadoras que detecta las transacciones financieras de esta nación. ``¿De qué sirven los informes de transacción y actividades sospechosas, si las agencias de seguridad pública y la Contraloría no actúan sobre ellos?'', preguntó el diputado.
Bachus comentó a la prensa que también había solicitado que la Oficina General de Contabilidad (GAO, por sus siglas en inglés, brazo investigador del Congreso) inicie una investigación sobre el sistema bancario privado en general, como resultado tanto del caso de Ruiz Massieu como el de los traslados de Raúl Salinas de Gortari a través de instituciones bancarias estadunidenses.
Aunque un vocero de Bachus dijo que la investigación de la GAO no se centrará en el caso Salinas, afirmó que el Subcomité Bancario --presidido por Bachus-- convocará a audiencias los próximos meses sobre la industria bancaria privada y el lavado de dinero. Preguntado si Salinas sería un tema de estas audiencias, el vocero David Cohen indicó: ``Ciertamente es el caso más público involucrando a la industria bancaria privada en este momento''.
Stanley Morris, director de la Red de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro, conocido aquí por sus siglas FinCEN, rehusó responder a preguntas sobre la investigación de las transacciones a través de Citibank (y posiblemente otros bancos) de Raúl Salinas, pero insistió en que los esfuerzos cooperativos de Estados Unidos y México contra el lavado de dinero estaban mejorando.
Morris, quien se presentó hoy ante una audiencia del subcomité de Bachus, señaló que Estados Unidos había ayudado a México en el desarrollo de sus regulaciones para la puesta en práctica de la reciente legislación de control del lavado de dinero y anunció que el primero de mayo, México publicará normas obligando a los bancos a reportar depósitos mayores de efectivo, así como también ``actividades sospechosas''. Los dos países también han empezado a obligar a que los bancos de ambos lados de la frontera informen sobre giros emitidos en montos elevados. El funcionario afirmó que estas regulaciones tendrán efecto próximamente.
``En general tenemos una cooperación razonable con México'', declaró Morris. ``El problema es que no tienen mucha información que compartir. Es por eso que se están desarrollando nuevas obligaciones de regulación''. Añadió que FinCEN ha enviado a un equipo de expertos a México, ha ofrecido información sobre programas y modelos de computación así como sobre la experiencia estadunidense en regular al sector bancario en torno al lavado. ``Queremos asegurar que Hacienda haga las cosas inteligentes que hemos hecho y no las tontas'', añadió.
Bajo el interrogatorio de Bachus, Morris confirmó que Estados Unidos está discutiendo con su vecino esfuerzos para confiscar lo que Washington afirma fueron 184 millones de dólares en una cuenta bancaria en Hermosillo, sospechosa de estar vinculada con el narcotráfico. El diario The New York Times informó que había una disputa entre ambos gobiernos por la cantidad exacta que supuestamente estaba depositada en esa cuenta; las autoridades mexicanas afirman que ascendía a 16 millones. Morris confirmó la versión del Times, de que Estados Unidos había expresado su preocupación por la discrepancia sobre el monto.
Durante el último año, gran parte del enfoque de los esfuerzos contra el lavado de dinero en Estados Unidos ha sido sobre los traslados electrónicos y de instituciones financieras no bancarias, pero Morris reconoció que además, FinCEN se ha estado reuniendo con representantes del sector bancario privado para entender mejor los servicios que ofrece y evaluar si el marco de regulación que está llevando a cabo es el adecuado para vigilar sus actividades.
El director del FinCEN insistió que en el caso de Mario Ruiz Massieu, los formularios gubernamentales que fueron llenados por el Servicio de Aduanas y el banco sobre los traslados del efectivo y su depósito en la cuenta de Ruiz Massieu en Houston, ayudaron finalmente a resolver este caso a favor del gobierno. ``Creo que en gran medida el sistema funcionó'', dijo. Pero reconoció que aunque FinCEN contaba con los datos sobre los 24 depósitos de efectivo que se hicieron a nombre de Ruiz Massieu entre 1994 y 1995, no examinó esta información hasta después de que el gobierno mexicano presentó sus sospechas sobre el ex subprocurador general de la República.
``Recibimos 12 millones de transacciones de circulante al año'', informó. ``La mayoría es efectivo que se deposita en una cuenta bancaria... montos grandes de efectivo no son ilegales, pero en algunos casos tampoco son sospechosos''. Cuando Bachus añadió que el banco en el caso Ruiz Massieu --Texas Commerce Bank-- había registrado informes de ``transacciones sospechosas'', Morris reconoció que así fue, pero advirtió que Estados Unidos también recibe unos 40 mil informes anuales de ese tipo de operaciones.
El director del FinCEN aceptó que como resultado del caso Ruiz Massieu, su agencia estaba examinando sus propios procedimientos de investigación y en particular sus programas de inteligencia artificial de computadora utilizados para detectar transacciones sospechosas. ``Uno de los asuntos que estamos examinando son las reglas de nuestro sistema de inteligencia artificial para evaluar si requieren ser cambiadas'', concluyó.