El priísta señala que se puede mejorar en seguridad a corto plazo
Víctor Ballinas Ť En su tercer día de campaña, Alfredo del Mazo volvió a recibir de manera insistente reclamos de las bases priístas sobre el abandono de que son objeto por sus representantes populares, asambleístas y diputados, que sólo las buscan cuando son tiempos de campaña, y cuando llegan a los cargos se olvidan de ellas.
Desde el lunes, en que comenzó actividades proselitistas, Del Mazo escuchó en Milpa Alta, en el bosque de San Juan de Aragón, y ayer en la Central de Autobuses del Poniente, que los funcionarios y representantes del PRI sólo buscan a sus simpatizantes en temporadas de campaña, y que incluso algunas organizaciones priístas se cuestionan si van a volver a votar por ese partido.
El candidato al gobierno del Distrito Federal escuchó esa queja del dirigente de los taxistas que se ubican en esa terminal, Eduardo Sánchez, quien le explicó que los 3 mil socios de su organización ``me dicen que no votemos por el PRI, a menos que haya un cambio''.
Agregó que ``ya no hay para dónde hacerse por la corrupción que priva en el transporte: corrupción con los inspectores de Servicios Públicos de la Direccion General de Servicios al Transporte, corrupción por la revista, para todo...''
Del Mazo pidió a taxistas y microbuseros de la puerta 2, a taquilleras, diableros, comerciantes, operadores de autobuses y trabajadores de talleres: ``Díganme dónde en concreto se ubica la corrupción''.
Eduardo Sánchez le respondió: ``Está en todos los trámites. En las delegaciones todo tiene un costo. Ojalá que esta situación cambie con un regente electo''.
Trabajadores varios le dijeron al candidato que los principales problemas de la zona son la inseguridad, el deterioro en la calidad de vida de la población y la delincuencia.
La seguridad es el clamor de todos, por ello dijo que será prioridad en su programa y estrategia. Afirmó que ``sí es factible mejorar la seguridad en la ciudad con una policía que esté para servir y no para servirse''.
Un fuerte dispositivo de seguridad acompañó al candidato, lo que provocó fricciones incluso con los camarógrafos y fotógrafos que cubren sus actividades.
El líder de los taxistas fue quien más habló, sobre todo de la corrupción de la que es víctima el gremio, según dijo, por parte de inspectores, pero ``también es muy fuerte en los servicios de verificación''.
Una de las taquilleras de la línea Flecha Roja pidió que haya más seguridad, pues hace poco ``fui asaltada y muchos de mis compañeros también han sido despojados de sus pertenencias en esta zona''.
Del Grupo Estrella Blanca habló René Sánchez de la Peña, quien dijo que podrían traer más turismo a la ciudad, pero ``no podemos hacer mucho por la percepción que se tiene de la inseguridad que existe en la ciudad''.
Del Mazo respondió: ``Me queda muy clara su preocupación. Lo que queremos es que todos podamos transitar libremente por las calles de la ciudad''.
Prometió seguridad integral: física, económica, social y política, y ofreció cuatro puntos: Aplicación de la ley con energía y con toda la fuerza del Estado; reorganización integral de la policía; revalorización de la función policiaca, y mayor participación de la sociedad en la supervisión de los cuerpos de seguridad. Subrayó: ``Sí se puede mejorar la seguridad en el corto plazo''.
Luego pidió al líder de los taxistas analizar y ser crítico con los problemas que se denuncian: hay que hacer un dignóstico e ir al fondo de los problemas, corregir lo que se tenga que corregir, revisar los ordenamientos y donde haya que corregir se corregirá.
Por otra parte, a los reporteros se les había ya trasladado al segundo punto de la gira: una reunión con integrantes del Colegio de Arquitectos. Cuando ya estaban dentro del inmueble, se les pidió salir ``porque el candidato quería hacer algunos comentarios con la prensa''.
Al término de la entrevista ya no se les permitió a los reporteros el acceso al lugar de la reunión. Incluso algunos que habían dejado algunas de sus pertenencias no podían pasar por ellas.