La Jornada Ciencia en internet, 20 de marzo de 1997


La Investigación Espacial.
México y el Próximo Milenio

Américo González-Esparza



Estamos a unos cuantos años de comenzar el próximo milenio. La investigación espacial, al igual que las otras ciencias, debe ayudarnos a definir el camino que seguiremos como humanidad al hacernos más concientes de este universo al cual pertenecemos. Los viajes a otros planetas de nuestro sistema solar no sólo son viajes a otros mundos, sino una búsqueda que nos ayuda a entender nuestro origen, de dónde venimos, hacia dónde vamos.

Las misiones espaciales son muy caras, requieren de mucha infraestructura y de enormes presupuestos (estamos hablando del orden de miles de millones de dólares). Hasta hace algunos años los gobiernos de Estados Unidos y de la entonces Unión Soviética invertían mucho dinero en lo que era llamada ``la carrera espacial''. Quien lograra hacer algo por primera vez (lanzar un cohete, volar un satélite, llegar a Marte, caminar en la Luna) se acreditaba no sólo una importante aportación científica, sino era sobre todo un símbolo de prestigio para el gobierno y el sistema que representaban. Había siempre que mostrar que eran mejores que los otros. La carrera espacial sirvió también para desarrollar tecnologías militares. No es sorprendente entonces que los gobiernos de ambas potencias hayan invertido tanto dinero en sus programas espaciales.

El final de la guerra fría y las transformaciones geopolíticas que hemos vivido en los ultimos años, han cambiado las prioridades de los distintos gobiernos. En estos momentos, ni siquiera el país más rico y poderoso puede implementar algún proyecto similar a los grandes programas espaciales de las décadas anteriores. La NASA, por ejemplo, por orden del gobierno de E.U. tiene que recortar del orden de la mitad de todo su personal en un periodo de cinco años. Debido al recorte, la política de la NASA ha cambiado y las nuevas misiones son proyectos más baratos, pero científicamente menos ambiciosos.

La cooperación entre naciones se convierte ya en una práctica común, donde distintos países aportan infraestrucutura y recursos compartiendo los gastos, la responsabilidad y el prestigio de las nuevas misiones. Pese a que el diseño y desarrollo de los programas espaciales de investigación sigue siendo mayormente obra de un ``club de países ricos'', la investigación de los datos que aportan esas misiones es una actividad donde participa toda la comunidad científica. Existen varios grupos de investigación en el país que forman parte de esta comunidad. Ahora más que nunca la colaboración internacional es fundamental.

La vertiginosa globalizacion de la economía y de la cultura (para bien y para mal) parecen ser procesos irreversibles. Por el papel que la investigación espacial tiene en la creación de tecnología y conocimiento, México debe contar con grupos fuertes y jóvenes para ocupar una posición cada vez más activa en el desarrollo de la investigación espacial.

El autor terminó una estancia posdoctoral en el Jet Propulsion Laboratory en Pasadena California.

¤ Américo González-Esparza Ť [email protected]