La Jornada 20 de marzo de 1997

En careo, María Bernal ratifica acusaciones contra Raúl Salinas

Ana Salazar, corresponsal, Almoloya de Juárez, Mex., 19 de marzo Ť La ex amante de Raúl Salinas de Gortari, María Bernal Romero, aceptó hoy que recibía de la PGR vales de gasolina y la renta de su casa para garantizarle su seguridad como testigo, al tiempo que ratificó sus declaraciones ministeriales que involucran al acusado en el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu.

En un careo que se prolongó por más de 12 horas, el hermano del ex presidente Carlos Salinas utilizó las contradicciones en los testimonios de la española para negar que mantenía una relación estrecha con Manuel Muñoz Rocha y, por lo tanto, su posible actuación en el asesinato del ex secretario general del PRI, ocurrido en septiembre de 1994.

Calificó las acusaciones de ``incriminatorias e inducidas'' por la fiscalía que dirigía Pablo Chapa Bezanilla y utilizó los argumentos para acusar al ex subprocurador de comprar testigos en el caso judicial que se le sigue.

Bernal ratificó frente al juez que el 26 de agosto de 1994, Raúl Salinas de Gortari se reunió con ella en la casa ubicada en Paseo de la Reforma 1765 y le confesó que ``ese hijo de la chingada (Ruiz Massieu) me vio la cara'' y que todo ya estaba ``arreglado''.

En su alegato, Raúl Salinas refirió que las declaraciones de Bernal Romero solamente son una expresión de su desesperación por obtener dinero y lo demuestra la carta que le envió y fue aportada por la fiscalía al expediente en donde el acusado citó textualmente que una persona, que no puede decir su nombre, la estaba presionando para declarar en contra suya.

Esta afirmación provocó irritación en María Bernal, quien lo interrumpió cuando leía la carta y le dijo: ``¡Tú también lo conocías!'', lo que también motivó el enojó de Salinas, quien solicitó al juez que respetara su ``derecho de voz''.

Antes, Raúl dijo que la relación de la española con la familia Salinas fue de una ``simple empleada'' y con él su relación íntima se limitó a 15 días, cuando juntos acudieron a los juegos olímpicos que se efectuaron en Barcelona en 1992.

``Mientes, mientes María'', repitió insistentemente en el careo Raúl Salinas. Ahí en la sala de audiencias, frente a su esposa Paulina Castañon, el hermano del ex presidente refirió que a la mujer le ofrecieron dinero para inculparlo en el crimen de Ruiz Massieu, al igual que a su secretario particular, Fernando Rodríguez.

``La presencia de María en México fue por la necesidad de obtener dinero ante la crítica situacion económica en su país y la precaria economía de sus padres'', argumentó Salinas, y en sus declaraciones ella misma lo ha reconocido, agregó.

Ante esto, la española dijo que ella se radicó en México porque el acusado se lo pidió para que estuviera cerca de él, no obstante que Raúl ya había contraído matrimonio con Paulina Castañón.

Tras la rejilla, el acusado dijo que la mujer mintió cuando declaró que trató de desligarse de la familia Salinas, luego de que se enteró del homicidio de Ruiz Massieu. ``Por el contrario, siempre buscó la forma de estar cerca de nosotros y chantajear a mi hermano Enrique'', aseguró.

Luego comentó que un estudio de las declaraciones ``evidencian versiones contradictorias en su intención de culparme, inducida por el ex subprocurador general Pablo Chapa Bezanilla, quien la compró como testigo al igual que a mi secretario particular''.

Fue notorio que Raúl Salinas llegó bastante documentado y con el expediente de las declaraciones de Bernal, a diferencia de la española, quien dijo que las autoridades le notificaron apenas hoy a las 5 de la mañana acerca del careo, por lo que se quejó de no haber estado tan informada como él. Sin embargo, fue firme en sus dichos y constantemente repitió: ``Acuérdate Raúl''.