La Jornada 19 de marzo de 1997

Zedillo: Pemex, clave en la recuperación

Elena Gallegos, enviada, Cadereyta, NL, 18 de marzo Ť De ninguna manera aceptaremos que la soberanía y la dignidad de México sean instrumento de intereses políticos del exterior, advirtió el presidente Ernesto Zedillo, y precisó que la soberanía del país no reconoce poder exterior al cual subordinarse ni más supremacía que la Constitución y las leyes que de ella emanan, así como la ``irrevocable capacidad'' de los mexicanos para tomar sus propias decisiones.

Al encabezar la conmemoración de la expropiación petrolera, el Presidente reiteró también que el Estado mexicano continuará defendiendo con toda firmeza el dominio de la nación sobre los recursos naturales, y precisó: ``el petróleo seguirá siendo baluarte de nuestra soberanía y símbolo de nuestro nacionalismo''.


Ernesto Zedillo en instalaciones de Pemex en NL, durante el aniversario
de la expropiación petrolera.
Foto: Presidencia

Su intervención giró siempre en torno a la defensa de la soberanía y, en ese contexto, consideró inaceptable que los conflictos de intereses internos de otros países y los actos jurídicos derivados de ellos tengan injerencia en los asuntos de México.

No sólo eso, criticó a quienes ``piensen que carecemos de unidad para defender nuestra soberanía''. Los calificó de ignorantes de nuestra historia. ``Quienes así piensan -enfatizó- conocen muy mal el carácter de los mexicanos''.

El Presidente volvió a referirse así -aunque no lo mencionó directamente- a la discusión que sobre México ha tenido lugar en el Congreso de Estados Unidos y a las condiciones que los legisladores de ese país quieren imponer para no descertificar a México en su lucha contra el narcotráfico.

Por eso fue repetida la advertencia: ``defenderemos nuestra soberanía en todos los terrenos''.

Convino por eso que si bien es fundamental la cooperación entre las naciones en el mundo de hoy, para que ésta sea eficaz debe partir del respeto a la soberanía, a la igualdad jurídica de los Estados y a la dignidad de los pueblos.

Además, aclaró que la idea que los mexicanos tienen de soberanía no es cerrada ni temerosa, por el contrario, ``se apoya en una identidad nacional muy firme y en una historia heroica, limpia y gallarda''.

El acto se efectuó en la planta catalítica de la Refinería Héctor R. Lara Sosa de este lugar. Luego de escuchar el informe del director de Pemex, Adrián Lajous, y la intervención del líder petrolero Carlos Romero Deschamps, Zedillo habló del papel jugado por Pemex en la recuperación de la economía mexicana, y dijo que esa empresa seguirá teniendo un lugar estratégico en la consolidación del crecimiento.

Más adelante mencionó, como una expresión clara del avance de la industria petrolera, el monto de la inversión física para hidrocarburos, que este año alcanzará los 50 mil millones de pesos -56 por ciento más que en 1996-, 34 mil 600 de los cuales se dedicarán a la exploración y al aumento de la producción de crudo y gas natural.

``Hoy como hace casi 60 años -agregó el Presidente-, Pemex simboliza nuestras luchas históricas por la soberanía, nuestra inquebrantable vocación de ser una nación independiente, con un destino decidido exclusivamente por los mexicanos.''

Sostuvo que el valor supremo de nuestra nacionalidad y la primera responsabilidad del Estado mexicano, es defender y fortalecer el ejercicio pleno de la soberanía, y aclaró que si bien una nación moderna tiene que participar en las corrientes internacionales de comercio e inversión, lo debe hacer procurando siempre el beneficio del pueblo.

Enseguida, abordó el tema de la soberanía y la indeclinable defensa que de ella harán pueblo y gobierno. Insistió en que la soberanía se basa en la preminencia en México de las leyes y las instituciones del país, y en la de las decisiones de los mexicanos.

``Esa soberanía -continuó- no reconoce ninguna definición, ninguna condición ni guía para nuestro desarrollo que no sean las decididas por los propios mexicanos. De ahí que bajo ninguna circunstancia aceptaremos que el conflicto de intereses internos de otros países pretenda atentar contra ella''.

Resaltó entonces que se equivocan quienes desconocen la unidad que existe en el país para defender la soberanía: ``hoy como siempre, los mexicanos estamos unidos para defender nuestra independencia, para fortalecer nuestra soberanía y para enaltecer nuestra dignidad. El pueblo y las instituciones edificadas con grandes esfuerzos sabrán mantener esta unidad fundamental para enfrentar los desafíos de hoy y de mañana''.

Para el presidente Zedillo, con esa unidad en lo fundamental, los mexicanos logran la recuperación económica, fortalecen el estado de derecho, avanzan en el combate a la corrupción, renuevan el federalismo, construyen un nuevo equilibrio entre los poderes del Estado, consolidan la democracia y fincan un pleno desarrollo en lo político.

Que el Benjas invite pastel

Después del acto petrolero, el Presidente efectuó una gira de trabajo por el área metropolitana de Monterrey. En varios de los actos felicitó al gobernador Benjamín Clariond Reyes porque justo hoy hace 11 meses se hizo cargo de la gubernatura. ``Don Benjas ya prometió que habría pastel con todo y mordida -lo embromó- ahora que cumpla''.

Zedillo inauguró empresas de los grupos Vitro y Axa. También atestiguó convenios para efectuar programas de ahorro de energía y mejoramiento del aire de la zona e, inesperadamente, en la plaza Cintermex, entró a uno de los salones donde se desarrollaba un encuentro de la pequeña y mediana industrias estatales.

Después comió con 300 universitarios distinguidos por sus calificaciones o por su liderazgo en su comunidad. A ellos les dijo que de nada servirá el éxito personal, si no va acompañado del de la nación, por lo que a este último deben encaminar sus esfuerzos.

Por la tarde, inauguró el Palacio de Justicia de San Pedro Garza García -en el se asientan las colonias residenciales de los ricos de esta región, por lo que se ubica como el municipio con el más alto ingreso per cápita del país.

Ahí dijo que uno de los mayores retos que hoy tiene el país es el de la justicia, ramo en el que ningún mexicano está satisfecho con lo que ahora se tiene. ``No descansaremos hasta que México sea un país de leyes y hasta abatir el crimen que tanto nos agravia'', subrayó.

Consideró de suma importancia que a la par que se hacen reformas para renovar el sistema de justicia federal, se hagan también a nivel estatal ya que -aseguró- 80 por ciento de las controversias jurídicas que se registran en el país se genera en el ámbito del fuero común.

El Presidente regresó por la noche a la ciudad de México. Lo acompañaron los secretarios de Energía, Jesús Reyes Heroles; Relaciones Exteriores, José Angel Gurría; Comercio, Herminio Blanco; Educación, Miguel Limón Rojas, y Medio Ambiente, Julia Carabias.