Del Mazo, por un PRI más limpio
Víctor Ballinas Ť En diálogo franco, directo y de frente a Alfredo del Mazo, la lideresa de vecinos Raquel Flores Pliego exclamó: ``no me querían dar la palabra, estoy muy a disgusto y con mucho coraje, pero aún con coraje le doy la bienvenida''.
Fueron las primeras frases de reclamo de la también asambleísta suplente por el 31 distrito, hoy noveno, ante el priísta.
``No es justo, yo no vivo del partido, jamás les he pedido nada para mí. He trabajado por el partido y me da coraje que estas cosas sucedan'', confió la mujer. Enseguida, acusó públicamente:
``Jamás me han ayudado, no me han hecho el auditorio, la guardería, ni siquiera con el agua tratada que pedí, aun así sigo trabajando por el partido con los recursos que me da mi pensión''.
Nerviosa y con la voz entrecortada, Flores continuó: ``me arde la cara de vergüenza... vergüenza con mis vecinos, porque mis líderes, los representantes diputados y asambleístas, jamás volvieron al distrito 31, sólo vinieron por el voto y se olvidaron. Es una vergüenza para mí que jamás volvieran.
``Ahora están ganando (dinero) y me da vergüenza con mis vecinos porque jamás volvieron a pararse por aquí''. Y dio los nombres de esos representantes populares: Fernando Ortiz Arana, Manuel Jiménez Guzmán, Eduardo Escobedo, Martínez Chavarría...
La asambleísta suplente habló ante Del Mazo en el balneario popular de San Juan de Aragón, donde el priísta continuó por segundo día con su campaña de proselitismo.
Del Mazo hizo temprano un recorrido por el bosque y luego se dirigió al balneario.
María Teresa Barrera, presidenta de la Asociación de Residentes Cuchilla del Tesoro, llegó al podium impulsada por los gritos de los priístas ahí convocados: ``¡Que suba, que suba...!'' Visiblemente nerviosa y con voz agitada inició su discurso.
--Durante ocho años hemos luchado por el predio, por su escrituración, por su póliza de seguros y no hemos tenido éxito.
--¡Bravo! --le gritaron sus seguidores.
--Perdón , ja, ja, ja... --atinó a decir-- Discúlpeme, es que es la primera vez que habló así.
Enseguida continuó: ``señor candidato, todavía vivimos careciendo del líquido vital, nos llegan pipas, tenemos desconfianza de no saber si es agua tratada o potable, con carácter urgente, le pido que lo tenga en su agenda''.
Con voz entrecortada, leyendo a medias, con errores, terminó su discurso. Se despidió del candidato, le dio un fuerte y prolongado abrazo y el priísta le levantó el brazo.
Tocó el turno a Cecilia Sánchez, presidenta de la Asociación de Residentes de la ex Escuela de Tiro, que demandó un corredor cultural. Ya en el micrófono, también nerviosa, le dijo al candidato: ``se me perdió el otro papelito''.
Todos los asistentes sonrieron.
``Bueno, de todos modos le vamos a entregar un plano'', concluyó la mujer.
Los militantes reclamaron a Del Mazo el abandono, el descuido, pero sobre todo, que se olvidaron de sus compromisos.
El candidato priísta habló de su partido: ``la sociedad nos demanda hoy día un nuevo PRI, un nuevo PRI más limpio, más fuerte, más comprometido, más vigoroso, más luchador y eso es lo que estamos comprometiendo aquí.
``Hoy nos hemos comunicado de frente, directo y siendo capaces de compartir nuestras carencias y nuestros problemas''.
Otras personas le pidieron mayor seguridad, que el bosque de Aragón tenga recursos para su mantenimiento, que el zoológico ya es pequeño, inadecuado y falta personal. También pidieron programas ambientales, sistema riego moderno reparar el lago que ``está tronado'', vivienda digna, regularización de la tierra, atención a las unidades habitacionales, entre otras cosas.