Apresan a un brigadier acusado de ofrecer soborno a nombre del narco
Ciro Pérez Silva y Jesús Aranda Ť La Procuraduría General de la República (PGR) detuvo al general brigadier Alfredo Navarro Lara, presuntamente vinculado con el cártel de los hermanos Arellano Félix. Desde el día de ayer, el militar fue puesto a disposición del juez correspondiente y recluido en el penal de Almoloya de Juárez, acusado de delitos contra la salud, cohecho y asociación delictuosa.
Navarro Lara, quien hasta el primero de febrero pasado se desempeñó como presidente suplente del Consejo de Guerra Ordinario, dependiente de la XV Zona Militar con sede en La Mojonera, Jalisco, habría ofrecido en nombre de los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix, un millón de dólares mensuales al actual delegado de la PGR en Baja California, el también general brigadier José Luis Chávez García, para que éste permitiera la entrada y salida de estupefacientes por esa frontera.
El hecho fue denunciado por el propio Chávez García, y en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se inició la averiguación relativa a esas actividades ilícitas --tipificadas por la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada-- en las que presumiblemente incurrió el general Navarro Lara.
De acuerdo con las indagatorias, Navarro Lara era colaborador cercano del ex director del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien era el comandante de la V Región y XV Zona militares, ambas con sede en Jalisco. Según datos oficiales de la Sedena, Navarro Lara no es Diplomado de Estado Mayor y tomó posesión de su cargo el primero de febrero de 1996.
Por su parte, la PGR destacó: ``Gracias a la actitud honesta y valerosa de otro miembro del Ejército Mexicano, el general brigadier, licenciado José Luis Chávez García, y a los mecanismos de control interno establecidos por la Secretaría de la Defensa Nacional, se logró la aprehensión y consignación de Navarro Lara, en cumplimiento a una orden de aprehensión girada por el juez primero de distrito del estado de México, en la causa auxiliar 18/97''.
La dependencia informó asimismo que en los primeros días de marzo del año en curso, el delegado de la PGR en Baja California recibió en su oficina una llamada telefónica del general Navarro Lara, manifestándole que tenía ``información importante y confidencial'' que proporcionarle.
Para tal efecto, el mencionado militar ``citó al delegado de la Procuraduría en una lujosa suite'' de un hotel cercano a las instalaciones de esa institución en la ciudad fronteriza de Tijuana.
En previsión de que pudiera tratarse en realidad de una información importante, como lo manifestó su interlocutor en la llamada telefónica, el delegado José Luis Chávez García se trasladó a dicho lugar, en donde se le hizo la propuesta de recibir un millón de dólares mensuales por permitir que se llevaran a cabo las actividades ilícitas del grupo de narcotraficantes que representaba el militar detenido.
En el mensaje, Navarro Lara le advirtió a Chávez García que de no aceptar serían ejecutados él y su familia, como ocurrió con el comandante Ernesto Ibarra Santés, miembro de la Policía Judicial Federal (PJF) destacamentado en aquel estado, y tres personas más.
También se mencionó que los hermanos Arellano Félix están ``perfectamente estructurados y organizados'', y no podrán detenerlos, ya que cuentan con apoyo tanto en México como en Estados Unidos''.
A pesar de las amenazas de muerte en contra suya y de su familia, el general José Luis Chávez García hizo la denuncia correspondiente, iniciándose las investigaciones conducentes.
Finalmente, tanto la Procuraduría General de la República como la Secretaría de la Defensa Nacional manifestaron su indeclinable compromiso de luchar en contra de la delincuencia organizada, sin importar de quién se trate, luego de advertir que nadie, por ningún motivo, puede estar por encima de la ley.