La Jornada 18 de marzo de 1997

Alerta en el PRI-DF por el revés en Morelos

Víctor Ballinas Ť El candidato del PRI al gobierno del Distrito Federal, Alfredo del Mazo, inició ayer su campaña de proselitismo electoral ``con focos rojos'' en la ciudad por la aplastante derrota que resintió su partido horas antes en Morelos, entidad limítrofe con la capital del país.

Durante un desayuno, en el que dio a conocer su equipo de campaña, que coordinará Gerardo Ruiz Esparza, Del Mazo reconoció que el proceso es difícil, muy competido, ``donde vamos a tener que realizar nuestros mejores esfuerzos, mismos que vamos a realizar, pero tenemos confianza en lograr comunicarnos con la ciudadanía, y en lograr convencerlos. Creo que las tendencias hacia allá apuntan''.


En las nopaleras de Milpa Alta arrancó la actividad priísta.
Foto: Arturo Romero Lora

``Focos rojos'' en la ciudad

El PRI de Morelos --entidad que hasta antes de los comicios era de mayoría priísta-- recibió ayer en los primeros comicios del año, y preámbulo de los del 6 de julio en el Distrito Federal, un descalabro electoral que, a decir de priístas capitalinos, ``prende los focos rojos'' en la ciudad, donde se tendrán que redoblar esfuerzos.

Sin embargo, Del Mazo aseveró que no iniciaba su campaña con miedo de perder. Vamos a trabajar duro, dijo. Morelos, agregaron priístas de la dirigencia, ``no es el Distrito Federal. Aquí sí hay partido, sí hay gobierno, y también contamos con estructura''.

El candidato priísta desayunó con los reporteros que cubren su campaña. Luego montó una guardia de honor en el Altar a la Patria, y de ahí se dirigió a la delegación Milpa Alta, donde abrió su gira de proselitismo electoral en el ejido La Nopalera, en un encuentro con campesinos del sur de la ciudad.

Los trabajadores del campo le dijeron: ``Estamos sedientos de justicia , necesitamos créditos, fertilizantes, transporte para sacar los productos de las parcelas y llevarlos a comercializar; necesitamos lugares de venta en La Merced y en La Central de Abastos''.

En el inicio de su carrera por la jefatura del Distrito Federal, Del Mazo escuchó viejas y reiteradas demandas de los hombres del campo capitalino: ``Que la tenencia de la tierra no sea impedimento para otorgarnos créditos; necesitamos transporte urbano, servicios...''.

También reclamaron: ``Queremos lugares en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal. Queremos que no se apliquen las mismas medidas para toda la ciudad; por ejemplo, el programa de reordenación de ambulantes no debe aplicarse en Milpa Alta, porque aquí el comercio es al menudeo, y el ambulante no vende fayuca, vende nopales''.

El candidato se puso serio, en esas tierras olvidadas del desarrollo económico, en esa zona de marginación y de carencias palpables, cuando uno de los dirigentes de los hombres del campo defeño le dijo:

``Sabemos que en nuestro partido hay militantes que nos han traicionado: al partido y al pueblo. Sabemos que hay quienes sólo vienen por el voto y nunca regresan''.

Pero le volvió la sonrisa a Del Mazo cuando escuchó al dirigente terminar su idea: ``Cuente con el apoyo de todos los priístas de Milpa Alta. Es esta la primera vez que un candidato nos visita en nuestras tierras de trabajo''.

Recién acababa de oír Del Mazo referencias de las traiciones de su partido a esta gente, y que a pesar de ello volvería a votar por el PRI. Tajante, quiso hacer separaciones:

``Soy gente de trabajo y de resultados, que habla de frente, no engaña'', dijo a las alrededor de 200 personas que lo escuchaban entre las pencas de nopal. Del Mazo quiso palpar la miseria, el atraso, el olvido en que están los campesinos del Distrito Federal.

Explicó: ``Cuando llegué al estado de México había seis uniones de crédito; al irme dejé 42. Del tercer lugar como productor de maíz, pasamos al primer lugar. Esos son hechos, no palabras. Ahí está mi experiencia como gobierno, y no digo más para no cansarlos''.

Del Mazo dijo que estaba allí porque necesitaba el apoyo de estos ciudadanos para llegar al gobierno. Les explicó que allí quiso iniciar su campaña porque son los milpantenses una comunidad que lucha por la defensa de sus tierras. Esta visita, precisó, es para defender que no crezca la mancha urbana: ``queremos defender el uso y la tenencia de la tierra, pues aún 54 por ciento del área de la ciudad es rural''.

Ofreció hacer las gestiones para que los horarios del transporte se prolonguen más tarde de las 9 de la noche. También ofreció hacer gestiones para instalar en Milpa Alta una preparatoria de la UNAM que exigen los campesinos, así como una secundaria. Igual, prometió nuevos programsas de reforestación, e incluso prometió un fondo de inversión para apoyar a los productores de nopal.

Concluyó su primera gira de proselitismo en San Bartolomé Xicomulco, donde esta población marginada, olvidada y rezagada del desarrollo pidió: ``No se olvide de nosotros como gobernante. Queremos que vuelva y nos visite, porque sabemos que usted va a ganar''.