La Jornada 17 de marzo de 1997

Expropiación, el remate de bienes de deudores

Roberto González Amador/II y última Ť Una vez que se concrete la venta de los activos que el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) adquirió de la banca privada, el gobierno podría perder hasta 20 mil millones de dólares de los 41 mil millones que ha destinado a evitar la quiebra del sistema financiero privado, revela información estadística del Instituto de Estudios de la Revolución Democrática (IERD).

En este sentido, la directora del organismo, Rosa Albina Garavito, advirtió que el traslado de cuentas vencidas al Fobaproa, fideicomiso que comenzará a subastar este mes bienes por 330 mil millones de pesos, ``constituye la expropiación, de manera definitiva, del patrimonio familiar de los deudores mexicanos''.

La erogación hecha por el gobierno para recapitalizar la banca significa a la fecha unos 41 mil millones de dólares, monto que tiene ``nulas posibilidades'' de ser recuperado en la subasta, a juicio del IERD, debido a que la administración pública adquirió los activos a un precio de entre 60 y 80 centavos por cada peso, y pretende vender la cartera a los mismos bancos o a empresas extranjeras a un precio de entre 40 y 50 centavos por cada peso de valor de los bienes, lo que implicaría, en los hechos, una pérdida de recursos públicos de aproximadamente 20 mil millones de dólares una vez concluida la operación.

La académica aseguró que lejos de solucionar el problema de la cartera vencida, en el que han caído 5.4 millones de deudores, la venta de activos que fueron embargados por la banca y ahora están en manos del Fobaproa ``sólo contribuirá a incrementar la concentración de la riqueza en México''.

Para la investigadora, la compra que realizó el gobierno federal de activos bancarios a través del Fobaproa ``no es más que la estatización silenciosa de la banca''.

Un análisis elaborado por la División de Estudios Económicos y Sociales del Grupo Financiero Banamex-Accival acerca de los mecanismos de venta de activos en poder del organismo, señala que para desincorporar todos los bienes en poder del Fobaproa se han considerado tres vehículos financieros.

El primero prevé un esquema básico para créditos corporativos, en el que se tratará de vender el activo tal y como se encuentra. En este caso se incluyen instrumentos como pagarés, títulos de propiedad o facturas.

En segundo lugar fue constituida una Sociedad de Recuperación Empresarial, que es un concepto comercial adoptado por VVA bajo la figura de sociedad anónima de capital variable para funcionar como una tenedora de cartera de créditos. En ella, de acuerdo con Banamex, se busca recibir un conjunto de activos y ofrecerlos a inversionistas para que puedan orientarse a distintos tipos de soluciones.

De manera esquemática, se trata de una cuenta en forma de ``T'', donde a la izquierda se colocan activos controlados hoy por Fobaproa y, a cambio de esa aportación, el fideicomiso recibe acciones de la sociedad y se procede a una subasta para encontrar al socio operador.

El tercer vehículo financiero es la administración temporal, en la que se transfiere cartera en poder de Fobaproa a empresarios, para que la administren. En este caso, las licitaciones se harán mediante una invitación de parte de las autoridades.

Aun ahora, el gobierno federal no tiene una estimación, por lo menos no la ha hecho de manera pública, de los recursos que pretende obtener por la venta de los 330 mil millones de pesos de activos en poder del Fobaproa. Lo cierto es que inicialmente han sido ofrecidos a inversionistas extranjeros.

Hace un mes el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Eduardo Fernández García, visitó a inversionistas de Nueva York, a quienes explicó los mecanismos de subasta de activos en poder de Fobaproa.

Información proporcionada por la CNBV indica que el objetivo del gobierno es buscar el mayor ingreso posible para Fobaproa. También intenta que la venta se haga en forma rápida y transparente.

De acuerdo con la CNBV, los esquemas de desincorporación creados por las autoridades pretenden que las ventas de activos apoyen la recuperación de empresas viables y propicien el desarrollo de mercados de deuda bancaria y otros activos.

El dirigente de El Barzón Metropolitano, Alfonso Ramírez Cuéllar, aseguró que la venta de activos por parte de Fobaproa cancela en definitiva la posibilidad de que los dueños originales de esos bienes --que perdieron en juicios de embargo emprendidos por la banca-- recuperen su patrimonio. Aseguró que la venta sólo ahondará la concentración de la riqueza en el país, y cuestionó la decisión de las autoridades de no permitir a los dueños originales participar en la subasta.

En la primera subasta, que se realizará antes de que concluya este mes, el gobierno federal ofrecerá a los inversionistas un paquete de activos por un monto de 250 millones de pesos y que está integrado por viviendas, terrenos urbanos y agrícolas, activos industriales, maquinaria agropecuaria y vehículos.