Por el escándalo del narcocheque renunció ministro colombiano
Efe, Afp, Reuter, Ap y Dpa, Santafé de Bogotá, 16 de marzo Ť El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo González, renunció hoy a su cargo, tras el escándalo suscitado por el ingreso de un cheque girado por un narcotraficante a su campaña proselitista de 1989, mientras un carro-bomba explotó en el departamento de Arauca, matando a tres policías.
González, quien hasta anoche aseguraba que no dimitiría, presentó su renuncia al presidente Ernesto Samper, quien la aceptó de inmediato, dejando en claro que el gobierno ``no tiene dudas de la pulcritud de sus actuaciones''.
González reconoció que el lunes supo de un cheque por 3 mil dólares al cambio actual, aparentemente girado en su favor hace ocho años por el narcotraficante Justo Pastor Parafán, en aquel entonces conocido como empresario agrario y hoy el narcotraficante más buscado en Colombia, por lo que González se consideró inocente.
El mismo viernes, Samper le dio su apoyo, y el sábado el ministro dijo que no renunciaría, pero esta mañana, luego de haberse reunido con altos mandos militares, González, quien asumió el 3 de febrero último, anunció su decisión de dimitir.
Fuentes militares dijeron que altos mandos expresaron a Samper su inconformidad por la presencia de González en el Ministerio de Defensa, y en varias oportunidades solicitaron su destitución. También en las últimas horas líderes políticos habían pedido la renuncia del funcionario, quien, sin embargo, aseguró que su dimisión no fue producto de ninguna presión.
En su carta de renuncia, González agradece a Samper su respaldo y le manifestó que se retira para preservar la credibilidad internacional de Colombia en la lucha antidroga, y para evitar que su presencia al frente del Ministerio ocasione problemas.
La oposición dijo que el ministro de Defensa renunció por presión internacional, y llamó a Samper y al ministro del Interior, Horacio Serpa, a seguir el ejemplo.
La renuncia de González es la segunda en la cartera de Defensa en la actual administración, luego de que Fernando Botero dimitiera el 13 de agosto de 1995, después del escándalo por el presunto narcofinanciamiento de la campaña electoral de Samper con dinero del cártel de Cali.
Por otra parte, tres policías murieron y siete más resultaron heridos al estallar esta tarde un carro-bomba en la población de Saravena, fronteriza con Venezuela, en el departamento de Arauca.
Aunque ninguna organización se ha atribuido el ataque, las autoridades responsabilizan a la guerrilla de haber colocado el vehículo cerca de la estación de policía local, la cual quedó totalmente destruida. Entre los heridos están el comandante del puesto policial, su esposa y su hija de seis meses.
También el concejal de la localidad de Chalán, en Sucre, Miguel de Jesús Flores, fue asesinado por un encapuchado que lo acribilló en el interior de su domicilio y logró darse a la fuga.
En tanto, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia dijeron que podrán mantener retenidos durante siete meses más a los 60 soldados que secuestraron el 30 de agosto pasado y a otros diez retenidos si no hay condiciones para entregarlos.
En entrevista para El Colombiano, el comandante Rolando, segundo al mando del bloque sur, declaró que la guerrilla no pide nada, ni siquiera que se libere a sus militantes, y que tienen la mejor disposición de entregar a los soldados y sólo espera que el gobierno despeje la zona del departamento de Caquetá.