LA CIENCIA EN LA CALLE Ť Luis González de Alba
El cometa del 22 de marzo

El próximo sábado

El cometa Hale-Bopp, que desde hace un año llama la atención por su brillantez, tendrá su mayor acercamiento a la Tierra el próximo sábado, 22 de marzo. Su cercanía al equinoccio de primavera hace prever que tendremos doble fiesta en las pirámides, de seguro atiborradas por seguidores de todas las nuevas y exitosas doctrinas que brotan como hongos. Descubierto en julio de 1995 por Alan Hale, director del Southwest Institute for Space Research, y el astrónomo aficionado Thomas Bopp, es uno de los cometas más brillantes alguna vez observados, también es uno de los más grandes, lo cual lo hace un cuerpo celeste excepcional. De acuerdo con Hale, este 22 de marzo se encontrará a 197 millones de kilómetros, esto es a unos 50 millones más que la distancia entre la Tierra y el Sol, y será ésa su mayor aproximación. Otras dos docenas de cometas pasarán cerca del Sol este año sin que llamen la atención, salvo a los expertos. En su gran mayoría proceden de la llamada Nube Oort, en honor al astrónomo holandés Jan Oort, quien propuso la teoría de que a 100 mil veces la distancia entre la Tierra y el Sol, una esfera con miles de millones de núcleos cometarios envuelve al sistema solar. De vez en cuando, un tirón gravitatorio casual empuja alguno de estos helados residuos de gases y polvo hacia el Sol. Tenemos entonces un cometa.

Una bola de nieve sucia

Como el pobre emperador Moctezuma, de triste memoria por cruel y cobarde, aterrorizado por las predicciones ante la aparición de un cometa, otros moctezumas, unos con penacho y otros sin penacho, ya urden las más inverosímiles historias en torno al cometa Hale- Bopp. Esta columna evitará repetirlas porque su sola mención, así sea para negarlas, las difunde al pasar de boca en boca.Tan natural como un meteorito o como nuestro propio planeta, el viajero espacial próximo puede describirse, al igual que la treintena de este año, y que todos los cometas, como una bola de nieve sucia que gira en torno al Sol en una órbita muy excéntrica y que al calentarse con su paulatino acercamiento a nuestra estrella, desprende gases y polvo que por la noche aparecen como una brillante cauda. Uno de los espectáculos más bellos de los cielos.

Variaciones en la órbita

El cometa Hale-Bopp tendrá un brillo 250 veces más intenso que el Halley en su última visita, y su órbita es tan alargada que tarda 3 mil años en recorrerla. Un detalle interesante de la órbita es su gran inclinación, de casi 90 grados, respecto de las órbitas de los planetas, lo cual hace que pase por encima de Júpiter y de los planetas interiores y luego se hunda bajo ellos a su regreso. Para dar una idea de la gran variación en las órbitas cometarias, tomemos en cuenta que el cometa Encke no llega ni a Júpiter y vuelve cada tres años y meses; el famoso Halley rebasa los confines de nuestro sistema solar y tarda 76 años en completar su órbita; pero el Kohoutek, la decepción de 1974, sólo volverá en un millón de años. El cometa Hale-Bopp alcanzará el punto más cercano al Sol o perihelio el primero de abril y su mayor acercamiento a la Tierra, según planteó hace unos meses su codescubridor, Alan Hale, debe ocurrir el 22 de marzo, aunque el Instituto de Astronomía de la UNAM ya proporciona la fecha del 23 de marzo. Pensemos que las órbitas de los cometas se calculan a partir de los primeros tramos observados, por lo cual puede haber pequeños errores que se agrandan con el tiempo; pero, hasta en el caso de que el cálculo haya sido exacto, luego varios hechos pueden modificar las órbitas teóricas, entre otros la gravitación de los planetas, el choque con algún meteorito como los que a diario penetran la atmósfera de nuestro planeta, y la eyección de chorros de vapor, al calentarse el núcleo helado, que pueden actuar como cohetes y modificar la órbita. Esto sucede en todos los cometas y no implica misterio alguno ni acciones de marcianos.

Cómo encontrarlo

El núcleo del Hale-Bopp tiene unos 40 kilómetros y es especialmente rico en hielo de monóxido de carbono, lo que explicaría su gran brillantez. Después del 15 de marzo, podrá verse el cometa con el brillo aproximado de Sirio, la estrella más luminosa del cielo. Comience por salir de la ciudad, en donde a veces no vemos ni al sol. Al atardecer busque, hacia el norte, la constelación de Casiopea, fácil de localizar porque sus cinco estrellas principales forman una W; una vez localizada Casiopea, baje una línea hacia el horizonte norte y encontrará el gran cuadrado de Pegaso. Si en medio de estas dos constelaciones consigue usted ver una estrella difuminada por algo semejante a una nube, es el cometa Hale-Bopp. Suerte.

Equinoccio de primavera

Este año el equinoccio de primavera no caerá el 21 de marzo, sino el jueves 20, por lo cual las multitudes vestidas de blanco que anualmente se encaraman en la pirámide del sol llegarán con un día de retraso, lo cual no obstará para que ``vean'' y ``sientan'' quién sabe que extraños rayos y poderes. Una vez más: no se ve nada en torno al sol ni ocurre nada directamente observable. El Sol cruza el ecuador celeste hacia el norte, donde permanecerá los próximos seis meses. El ecuador celeste es la línea imaginaria que trazamos al extender hasta el infinito el ecuador de la Tierra.

A las 7:55 del día 20

Recordemos que nuestro planeta gira con una inclinación de 23.5 grados respecto de su propia órbita. Esto hace que en ocasiones el polo norte esté dirigido hacia el Sol y reciba 24 horas de iluminación. Es el verano. En la posición opuesta, con el norte dirigido en sentido contrario al Sol, toda la región ártica gira las 24 horas sin alcanzar la zona de luz. Es invierno. En tres meses el movimiento de la Tierra coloca los polos tangentes a la órbita, por tanto la ``línea'' de separación entre el día y la noche pasa exactamente por ambos polos y en cualquier punto de todo el planeta, al norte o al sur, hay 12 horas de sol y 12 de oscuridad. De allí su nombre: equi-noccio, igual-noche. Ese momento preciso ocurrirá a las 7:55 de la mañana del 20 de marzo.