La Jornada 16 de marzo de 1997

Falta de quórum y dominio cupular en AN; sólo se eligieron los plurinominales al Senado

Alonso Urrutia y Roberto Garduño Ť En el naufragio por falta de quórum, el ``avasallaje de las cúpulas'' y la ``toma de utilidades'' de los estados ``panistas'', la Convención Nacional del PAN sólo pudo aprobar la lista de candidatos plurinominales al Senado. Juan Antonio García Villa, secretario general; Ricardo García Cervantes, coordinador parlamentario, y el ex comisionado del Instituto Nacional del Combate a las Drogas, Francisco Molina, encabezan la lista.

La propuesta que aprobó la Convención Nacional está dominada por los estados con fuerte presencia panista, e inclusive Baja California -primer estado gobernado por el PAN- logró meter además de García Cervantes al ex alcalde de Tijuana, Héctor Osuna Jaime, en el lugar 11. Yucatán colocó en el quinto lugar a la ex candidata a gobernadora Ana Rosa Payán, mientras que Nuevo León impulsó al empresario Luis Santos de la Garza, en el lugar siete, y Puebla al ex dirigente de la Coparmex Jorge Ocejo, en el 12.

Dominadas por las consideraciones del CEN y por la fuerza de los estados panistas, otros de los candidatos son: Tarcisio Rodríguez (Jalisco) en el 6; Luis Mejía Guzmán (Michoacán) en el 8; Rodolfo Elizondo Torres (Durango) en 9; César Leal Angulo (Veracruz) en el 10; Carlos Amaya (Sonora) en el 13, y Gonzalo Altamirano Dimas, en el 14, virtualmente sin posibilidad. De Baja California, dos aspirantes tienen posibilidades de ganar.

El senador Benito Rosell encabezó la andanada contra la propuesta de la comisión dictaminadora que encabezaba el ex gobernador Ernesto Ruffo Appel, avalada por la dirigencia nacional, cuestionando el alejamiento del federalismo reivindicado por el partido, y se lanzó en contra del procedimiento ``que fortalece a las cúpulas partidistas para designar candidatos al Senado con independencia de voto''. Es una lista ``configurada en función de los intereses de la cúpula partidista y sin vinculación con la base del partido''.

Rosell arremetió contra la inequidad de la lista: ``¿No somos el partido de la solidaridad? ¿O qué somos?. Si vemos hacia el sur del Distrito Federal encontraremos que le estamos regalando el sureste al PRD. Estamos matando la esperanza de quienes luchan contra los peores caciques del país''.

Era el principio de las críticas contra las listas al Senado y a diputados, respondidas invariablemente por representantes de las comisiones dictaminadoras argumentando que no se privilegiara el regionalismo sobre los intereses del partido.

En nombre de la Comisión, Esperanza Moreno se lanzó a describir el proceso de auscultación y los criterios de trayectoria, y argumentó -en medio del abucheo de la convención- sobre la dificultad de lograr equidad entre 58 fórmulas al Senado.

Alberto Ling Altamirano volvería a la crítica contra los criterios de la lista: ``el jefe nacional pide respeto a los oradores, nosotros pediríamos respeto a la convención en las propuestas. Queremos una lista digna y representantiva''.

Cuestionó las preferencias para los estados gobernados por el PAN porque ``no es una lista que aliente la justicia con los estados que trabajan en condiciones adversas pues no es lo mismo trabajar con un sátrapa del PRI como gobernante que con gobiernos panistas''.

Para justificar el dictamen, Rómulo Campuzano dijo que eran entendibles las posibles críticas a un procedimiento que se realiza por primera vez y volvió a explicar los pasos seguidos para llegar a la lista.

Jesús Galván críticaría la marginación que hubo hacia los candidatos del Distrito Federal, cuya importancia de la elección es trascendental para el país y ``eso no se refleja en la lista: Gonzalo Altamirano en el lugar 14 y Salvador Abascal en el 25. El Distrito Federal pasará de paria de la Federación a una ciudad que puede alentar la democratización del país y no se refleja'', acotó.

En defensa del dictamen, Diego Fernández de Cevallos echó por delante el lema panista, para luego justificar que en el Distrito Federal se propuso a María Elena Alvarez de Vicencio -propuesta por el CEN pese a que quedó en el último lugar en la elección regional-, y luego deploró que se pretenda enfrentar a cúpulas con bases.

Lamentó que aquí alguien diga que quiere echar abajo listas y defendió que fue un proceso reglamentario. Apeló a su renuncia como candidato para justificar que se debe aprobar una lista que, dijo, va en interés del partido.

Aprobada la lista por mayoría dividida, vendrían las discusiones de las otras circunscripciones, comenzando por la Uno, de donde se supone saldría el próximo coordinador en la Cámara de Diputados, entre Juan Manuel Alcántara y el ex gobernador Carlos Medina Plascencia. Dominada por Jalisco, Guanajuato y Baja California, la propuesta alentó la protesta de Colima que deploró la marginación de los lugares con posibilidades reales.

Sobre la segunda circunscripción, Félix Garza cuestionó la incongruencia de las listas emanadas de las dictaminadoras con las propuestas estatales. Citó el caso de Nuevo León que propuso en primer lugar a Roberto Ruiz y posteriormente no apareció en la lista de 40 candidatos. ¿Para que nos hacen votar si no lo toman en cuenta?, preguntó.

Hubo nuevas críticas de los estados por la falta de equidad en las propuestas y defensas reiterativas de dejar los regionalismos, lo que terminaría con la imposibilidad de votar la lista por falta de quórum y que sólo se adelantaran algunos sufragios para cerrar hoy la convención panista.