La Jornada 16 de marzo de 1997

El cierre de un centro jesuita, por quejas de Rivera y otros jerarcas

A raíz de un ``reporte'' de varios jerarcas católicos mexicanos, entre ellos el arzobispo Norberto Rivera Carrera, el Vaticano ordenó la suspensión de un centro de reflexión teológica de la Compañía de Jesús en México y dos de la Conferencia de Institutos Religiosos de México (CIRM) a partir de junio de este año. La recomendación de la cúpula eclesial argumentó ``anomalías'' en la formación teológica y académica de estos centros, informaron fuentes cercanas a la Santa Sede.

``Hasta nuevo aviso'', deberán suspender labores, por orden de las Congregaciones para la Educación Católica y para los Institutos de Vida Consagrada y Vida Apostólica, el Instituto Teológico Máximo de Cristo Rey, cuyo anexo es el Centro de Reflexión Teológica, el Instituto Interreligioso de México, y el Centro de Estudios Teológicos (de la CIRM).


La organización Xi Nich realizó una marcha
por el centro de esta localidad chiapaneca para
festejar el regreso de los sacerdotes jesuitas
liberados.
Foto: Ernesto Ramirez

Los obispos Javier Lozano, Norberto Rivera, Juan Sandoval Iñiguez, Raúl Vera y Rafael Gallardo, por instrucción del Vaticano, realizaron en 1995 visitas de inspección a centros de formación teológica de diversas órdenes religiosas, entre ellas la Compañía de Jesús.

Determinaron que el método de los seminarios jesuitas es ``altamente deformativo'' y fomenta ``deficiente comunión eclesial''.

Desde diciembre de 1996, el general de la Compañía de Jesús, Peter Hans Kolvenbach, tuvo conocimiento de la decisión y aceptó, ante los obispos mexicanos mencionados y el nuncio apostólico Girolamo Prigione, que en algunos centros de su orden se trabajaba de manera ``irregular'', por lo cual no le sorprendieron las medidas.

Al respecto, el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, destacó que las ``desviaciones'' observadas se producen por la formación que da la Compañía de Jesús a religiosos que no pertenecen a su orden y por las ``enseñanzas desviadas'' en general, que se dan en los centros suspendidos.

Actualmente, el Instituto Teológico Máximo de Cristo Rey tiene cien alumnos, de los cuales ocho son jesuitas y el resto pertenecen a 13 congregaciones y órdenes masculinas diferentes. Su anexo es el Centro de Reflexión Teológica, ubicado en Coyoacán, en el cual se imparten cursos de teología, magisterio, análisis histórico y sociorreligioso, donde también se edita la revista Christus y el trabajo editorial de los jesuitas de México.

Fuentes cercanas a la Santa Sede indicaron que el problema, más allá de una suspensión de labores en los centros jesuitas, reviste una cuestión jurídica con el Vaticano, por la formación teológica que ahí se imparte, principalmente una teología de la liberación ``radicalizada''.

David Fernández, presidente del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, precisó al respecto que acatarán las disposiciones emitidas por la Congregación para la Educación Católica que preside el cardenal Pío Laghi, lo cual no significa un enfrentamiento de jesuitas con el Vaticano.

Sin embargo, defendió la formación teológica que ahí se imparte y que, según dijo, está apegada al Concilio Vaticano II, porque ``es una formación plural, una formación teológica firme y creemos que las desconfianzas se pueden superar''.

Indicó en este sentido que la Compañía de Jesús busca incorporar sus institutos a la Universidad Haveriana de Colombia y a la Pontificia Universidad de México, ambas reconocidas por el Vaticano.

Consideró que los informes que recibió la Santa Sede son inexactos, porque no reflejan realmente la formación jesuítica y son producto de las corrientes de derecha más neoliberales de México, que buscan entorpecer la labor de los jesuitas con los pobres del país.

``Nosotros hemos decidido echar a jugar nuestra suerte con los excluidos. Esto representa un fortalecimiento de los sectores mayoritariamente pobres y marginados, lo que seguramente les preocupa a las corrientes más de derecha o más neoliberales del país, y no excluyo que la detención de dos jesuitas en Chiapas haya sido acción de estos mismos sectores''.

La Congregación para la Educación Católica dirigió dos cartas en las cuales enjuicia la visión ``liberacionista'' del plan de estudios de las instituciones de la Compañía de Jesús y también de la Conferencia Interreligiosa de México.

Además, se opone a la bibliografía que utilizan, con autores como Casaldáliga, Leonardo Boff, Samuel Ruiz, Bartolomé Carrasco y otros.

Fueron dirigidas al provincial de la Compañía de Jesús, Mario López Barrio, y al presidente de la Conferencia Interreligiosa de México, Jorge Ortiz. (Alma E. Muñoz)