La Jornada 15 de marzo de 1997

FALLO A RUIZ MASSIEU, HOY

Jim Cason, enviado, Houston, 14 de marzo Ť Un Mercury Marquis azul, unos cheques sin fondos, una propuesta para unas ``vacaciones de tres semanas'' y una falla al ofrecer una descripción precisa de su trabajo, podrían costarle 9 millones de dólares a Mario Ruiz Massieu.

Se espera que mañana el jurado de ocho personas decida aquí si el gobierno de Estados Unidos tiene la razón al afirmar que el subprocurador mexicano depositó más de 9 millones de dólares --producto de sobornos pagados por narcotraficantes-- en su cuenta del Texas Commerce Bank en 1994 y 1995. Los fiscales y los abogados de Ruiz Massieu presentaron este viernes sus argumentos finales en este caso que ha incluido acusaciones de corrupción ``de alto nivel'' en México, y de ``persecución'' de una importante familia mexicana.

``Absolutamente falso'', declaró Ruiz Massieu esta mañana, al responder sobre si había recibido dos maletas llenas de dinero producto de mordidas de narcotraficantes, en una reunión frente a las oficinas de la PGR, en agosto de 1994. Un testigo había alegado que Ruiz Massieu estaba sentado dentro de un Mercury Marquis azul, cuando aceptó el soborno. ``Yo nunca he sido dueño de un Mercury Marquis azul'', declaró hoy el ex subprocurador.

--``¿Usted ha aceptado soborno en algún momento?' --preguntó la abogada de Ruiz Massieu, cuando su cliente estaba en el banquillo de los testigos.

--``No, nunca'' --respondió.

Relajado y cooperativo, el ex funcionario contestó varias preguntas formuladas por su abogada para disputar las acusaciones de lavado de dinero y narcotráfico, como fuente de su dinero depositado aquí. Reiteró que la suya era una familia honesta y que los fondos en el Texas Commerce Bank en Houston incluyen dinero que su padre acumuló de la venta de propiedades en Acapulco, así como fondos de su hermano Arturo, los suyos propios y, en gran medida, los de su asesinado hermano José Francisco Ruiz Massieu.

Pero su desenvoltura empezó a cambiar cuando el fiscal estadunidense Jesse Rodríguez inició su interrogatorio. El fiscal presentó ante la corte una copia de un recibo de estacionamiento mexicano que estaba en el bolsillo del ex subprocurador cuando fue detenido en Nueva Jersey, en marzo de 1995. El recibo identifica un coche ``Marquis negro'', lo cual, afirmó Rodríguez, podría entenderse como ``oscuro'' y no ``negro''. Ruiz Massieu respondió que en México ese término sólo es para definir el color negro y que él compró ese automóvil en 1995, pero la corte quedó en silencio y el ex subprocurador pareció algo nervioso.

Rodríguez le preguntó entonces qué sabía de que su hermano Arturo también tenía una cuenta en el Texas Commerce Bank. Cuando la respuesta fue ``sí'', el fiscal añadió: ``si sabía que su honesto hermano había girado más de un millón de cheques sin fondos sobre esa cuenta''. Un sorprendido Ruiz Massieu respondió: ``no tengo idea de qué se habla''. El fiscal también afirmó que el ex subprocurador mintió cuando llegó a Houston, el 2 de marzo, al declarar a las autoridades de migración que estaba ``de vacaciones por tres semanas'', aunque ya tenía boletos para irse el próximo día.

Finalmente, tras señalar que la primera respuesta de Ruiz Massieu a su pregunta de si ``usted fue responsable de los esfuerzos antidroga'' fue que no, el fiscal presentó testimonio de otro caso que pareció contradecirlo. En una de las audiencias para su extradición, en Nueva Jersey, el ex subprocurador había contestado ``sí'', cuando se le preguntó si había sido el encargado de las investigaciones antidroga en México.

``Usted estaba en una posición de aceptar sobornos para permitir el transporte de drogas'', aseveró el fiscal Rodríguez. ``Absolutamente no'', respondió Ruiz Massieu y explicó que no tenía la responsabilidad principal de las actividades antinarcóticos.

Aunque más tarde concedió que había estado a cargo de las investigaciones contra Amado Carrillo Fuentes, Juan García Abrego y los hermanos Arellano Félix. Juzgan-do por las expresiones en las caras de los jurados, pareció que el fiscal había logrado su propósito de demostrar, como mínimo, que Ruiz Massieu era evasivo.

Las dos partes terminaron hoy su desfile de testigos y ofrecieron sus argumentos finales ante el jurado esta tarde. La abogada defensora, Cathy Fleming, inició su resumen final señalando que aunque el gobierno estadunidense sostiene que estos fondos son dinero del narcotráfico, no se ha pre-sentado ningún cargo criminal en Estados Unidos contra el ex subprocurador mexicano y añadió que él había derrotado cuatro intentos de extradición en su contra.

Disputó la credibilidad del ex policía judicial y el ex guardaespaldas presentados como testigos en contra de su cliente, ya que se les había prometido otorgarles residencia en este país a cambio de sus declaraciones, y también dijo que fue ``insultante'' que el gobierno estadunidense utilice evidencias tan débiles para sugerir que se trataba de dinero de narcotraficantes.

Fleming añadió que el gobierno estadunidense también estaba trabajando en apoyo a los esfuerzos del gobierno de México en este caso. ``El gobierno mexicano tiene motivos aquí'', aseveró. ``Quieren que el gobierno estadunidense acose y castigue al señor Massieu, quien los atacó públicamente y declaró que ellos (las autoridades mexicanas) estaban obstruyendo la investigación (del asesinato) de su hermano''. La defensa argumentó que la familia Ruiz Massieu es muy rica, que muchos mexicanos ricos colocan su dinero en cuentas en el exterior (Mario Ruiz Massieu afirmó hoy que su hermano José Francisco tenía cuentas fuera del país) y que el ex subprocurador nunca hubiera informado sobre su dinero, si su intención era lavarlo.

El alegato principal de los abogados de Ruiz Massieu hoy fue, de hecho, que el gobierno estadunidense no había presentado pruebas creíbles de que los 9 millones estuvieran relacionados con el narcotráfico. Afirmaron que se habló mucho del narcotráfico, pero sólo se presentaron tres testigos que tenían motivos para intentar culpar al ex subprocurador.

El fiscal de Estados Unidos en Houston Jesse Rodríguez, por su parte, le recordó al jurado que la decisión que tenía que tomar mañana era sólo sobre si Ruiz Massieu había comprobado que los 9 millones no estaban vinculados al narcotráfico o al lavado de dinero. Bajo la ley estadunidense, una vez que la juez falle que existe la ``causa probable'' para creer que los fondos están vinculados a actividades de narcotráfico, corresponde a Ruiz Massieu comprobar que no los son.

``Este caso se trata de `muéstrame el dinero', eso es demuéstrale que hay una fuente legítima de este dinero'', afirmó Rodríguez al jurado. ``Ellos no pueden hacer eso''.

Añadió que aunque Armando Ruiz Quintanilla había testificado que contribuyó con 2 millones al monto en la cuenta, no se presentó ninguna prueba o testigo para constatar que su dinero fue depositado directamente en el Texas Commerce Bank. ``Lo ofensivo --indicó Rodríguez-- es que Mario Ruiz Massieu tomara a su hermano muerto y lo utilizara para intentar convencerles de que este dinero provino de él.'' Rodríguez hizo este comentario en referencia a la declaración de Mario Ruiz Massieu de que gran parte del dinero en la cuenta era de José Francisco.

Al salir de la corte, ninguna de las partes involucradas ofreció declaración, pero todas las sonrisas aparecieron en las caras de los representantes del gobierno. Sin embargo, la esposa de Ruiz Massieu, Eugenia Barrientos, expresó su ``optimismo'' del éxito que tendría su marido.