La Jornada 15 de marzo de 1997

POLICIAS EN EL CAMPO MILITAR NUMERO 1

Miriam Posada García Ť Durante la visita al Campo Militar Número 1, los integrantes de la Comisión de Seguridad de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF) advirtieron que realizarán por lo menos otras tres revisiones para valorar los avances del programa de capacitación policial, corregir los errores, reforzarlo y hasta suspenderlo, en caso necesario.

Por su parte, el regente Oscar Espinosa Villarreal aseguró que al terminar el curso de capacitación policial, los elementos recibirán compensaciones de entre 500 y 700 pesos mensuales; ``quien no apruebe el curso no recibirá nada'', y consideró que ``el gobierno y la sociedad no hemos sido suficientemente justos con los policías''.


Capacitación a policías en el Campo
Militar Número 1. Foto : Jose Antonio Lopez

En este sentido, el secretario de Seguridad Pública, Enrique Salgado Cordero, precisó que por lo menos a 40 por ciento de los elementos no se le acreditará el curso por estar enfermos o pasados de peso, y primero deberán recuperarse. Señaló que por lo menos 40 por ciento de los policías son diabéticos, hipertensos o padecen de sobrepeso.

En el caso de quienes por condiciones de salud o edad no puedan reintegrarse a las labores de la calle, serán reubicados en labores que sí puedan desarrollar, y sus lugares serán ocupados por los policías que egresen del Instituto Técnico de Formación Policial.

A dos semanas de que los policías de Iztapalapa iniciaron su adiestramiento en el Campo Militar Número 1, mandos militares, policiacos, asambleístas y medios de comunicación realizaron una visita para constatar el desarrollo de la preparación policial.

Al respecto, el integrante de la Comisión de Seguridad de la ARDF José Espina se mostró satisfecho de la preparación a que se están sometiendo los policías, aunque aclaró que desde que conocieron el programa acordaron con el secretario de Seguridad que si no había avances en los cuerpos policiacos, o su actuación en la calle no resultara positiva, se harían las modificaciones necesarias y hasta se suspendería el proyecto.

Por su parte, el presidente de la comisión, Pedro Peñaloza, advirtió que antes del 30 de abril realizarán por lo menos tres recorridos más para evaluar los avances, y agregó que solicitarán al general Salgado Cordero que cuando los policías de Iztapalapa concluyan su preparación no participen en mítines ni marchas.

La representante Sandra Segura también se mostró satisfecha con el curso, pero advirtió que sigue siendo preocupante la presencia de militares en la calles. Dijo que se solicitará a la Contaduría General de la ARDF una revisión del uso del presupuesto de la SSP, ``ya que al parecer se está utilizando dinero de más para la adquisición de vehículos y armamento, mientras que áreas como el ITFP quedan desatendidas''.

El representante Rafael Luviano confió en que los policías pondrán su mejor esfuerzo y tendrán disposición para aprender.


Raúl Llanos Samaniego Ť De un total de mil 366 exámenes médicos practicados a los efectivos policiacos de la delegación Iztapalapa que reciben actualmente capacitación en el Campo Militar número 1, se detectó que 41.22 por ciento presentan obesidad total o bien enfermedades generales que les ocasionan ``incapacidad parcial'' para el desarrollo de su responsabilidad.

De acuerdo con un documento enviado al secretario de Seguridad Pública, Enrique Tomás Salgado Cordero, y a la Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF), destaca que 58.78 por ciento de los policías reportan una situación sana.

Por lo que hace a los uniformados que presentan síntomas de obesidad total, el diagnóstico médico indica que 49 por ciento muestran niveles de sobrepeso entre 20 y 30 por ciento; 33 tienen sobrepeso entre 10 y 20 por ciento y el resto mantiene un sobrepeso de 30 a 40 por ciento.

``Esta situación es preocupante porque la obesidad de los policías no se debe únicamente a la mala alimentación, sino que acusa una absoluta falta de ejercicio físico que debería ser parte de la disciplina policiaca y en muchos casos este sobrepeso es ocasionado por las adicciones, particularmente por el alcohol y malos hábitos alimenticios'', consideró el secretario de la Comisión de Seguridad Pública de la ARDF, Rafael Luviano.

El examen médico practicado por especialistas del Ejército Mexicano a los cerca de 2 mil policías que acuden diariamente a las instalaciones del campo militar, resalta que el principal padecimiento entre los uniformados es la diabetes mellitus, ya que se han detectado 34 casos diferentes.

De igual manera, el diagnóstico indica que otros 24 elementos de la SSP presentan hipertensión arterial; 27 tienen enfermedades musculoesqueléticas; 10 enfrentan cardiopatía y 11 tienen otro tipo de padecimientos que les ocasiona ``incapacidad parcial''.

Al respecto, Luviano expresó que muy posiblemente ``el olvido en el que se encontraban los cuerpos policiacos hasta hace poco tiempo, pudo haber sido un factor incidente en el registro de esas enfermedades que no fueron detectadas con oportunidad''.

Agregó que con base en el panorama que se observa en ese grupo de preventivos, es necesario modificar la Ley de Seguridad Pública para el Distrito Federal, a fin de que los elementos que alcancen un promedio de edad de 45 años sean jubilados o canalizados a áreas administrativas que no requieran gran ejercicio físico.

``Este aspecto es importante, porque sabemos que no es posible, bajo pésimas condiciones físicas, anímicas y de salud, emprender la persecución de delincuentes, acostumbrados a huir rápidamente'', concluyó el asambleísta.


Miriam Posada García Ť Inseguros desde la forma de caminar, porque saben que están pisando tierra ajena, los policías de Iztapalapa aprovecharon cualquier momento para expresar sus quejas, primero en contra del desayuno, contra los meseros, contra el trato de los instructores, luego por la falta de agua en los baños, el adiestramiento en el uso de armas que no van a usar y los consejos para usar y prevenir descomposturas en las patrullas.

En resumen, en general los policías no encuentran nada positivo en el curso de capacitación y por eso hay una inasistencia promedio de 70 elementos al día. Todo lo que les están enseñando los militares e instructores del Instituto Técnico de Formación Policial ``ya lo sabemos, no es nada nuevo'', y son pocos los que cumplen las instrucciones con satisfacción.

En contrapunto, para los militares es indispensable que aprendan a marchar, a correr, a conocer los flancos, a manejar el tolete y defensa personal, ética y legislación policial, así como dar mantenimiento a sus patrullas; ``es lo básico''.

Este fue el tenor del recorrido por el Campo Militar Número 1; en cada área una protesta y un razón para estar ahí. Desde el desayuno hasta la hora del aseo tienen ``peros''.

El día para los elementos de la delegación Iztapalapa inicia a las 8:00 horas, cuando llegan al campo abordo de microbuses de la corporación o camiones de la ex Ruta 100 y pasan directamente al comedor.

Para ellos el menú de ayer por la mañana fue jugo, una naranja, huevo revuelto en salsa verde, frijoles, cereal, leche, yogurth, gelatina y refresco. Pero cuando los asambleístas y el regente Oscar Espinosa se acercaron a desearles ``buen provecho'', aprovecharon para expresar su descontento porque ``siempre nos dan huevos o pollo con plumas''.

Para los invitados, fruta, yogurth, jugo, pan dulce, carne asada, verduras, chilaquiles, huevo revuelto con jamón, pechuga y café.

Conforme sus instructores militares se los indicaban, fueron abandonando en orden el comedor. Al emprender la retirada aprovecharon para murmurar: ``nada más porque tienen a la prensa encima, ahora hasta meseros hubo; debería ver cómo es otros días''.

Y enfundados en los overoles azules que les dieron, emprendieron el camino hacia el área de adiestramiento, una extensa área verde en donde se instalaron toldos ``por que se trata de instrucción al aire libre y sillas que les acabamos de poner para que estén más cómodos''

Formados en 15 grupos de 40 elementos cada uno, aguardaron la llegada de las autoridades. Los jefes de sector tuvieron su lugar a un lado de la comitiva, y los subjefes de sector al frente de los grupos informaron que ese día habían faltado alrededor de 50 elementos, aunque el promedio diario es de 70.

Enseguida rindieron honores a la bandera, entonaron el Himno Nacional y al grito de ¡curso de ca-pa-ci-ta-ción po-li-cial! ¡adiestramiento, capacitación, seguridad!, marcharon hacía sus zonas de trabajo.

Con las prácticas de uso de bastón, defensa personal, saludo, flancos (orden cerrado) y medias vueltas como marco, el director del curso, Luis Manuel García Delgado, explicó a los visitantes el contenido. Negó que los elementos se hubieran quejado con él, ``pero con todo gusto las atenderé si es que las hay''.

La siguiente parada fue en la zona de tiro, en donde la queja inmediata fue que ``estamos practicando con pistalas que no usamos; éstas son más modernas'', por lo que Salgado Cordero se apresuró a señalar que el equipo se está actualizando y que en la actualidad tienen 50 por ciento de pistolas calibre 38 y 50 por ciento de 9 milímetros.

Antes de finalizar el recorrido en el área de mantenimiento de vehículos, los asambleístas y el regente ya habían manifestado su beneplácito y satisfacción por los avances en la actualización. Pero las quejas continuaron.

El regente se retiró convencido de que los militares en las calles de Iztapalapa y los policías en el Campo Militar son la estrategia adecuada para brindar seguridad a los capitalinos. Los asambleístas se fueron seguros de que algo bueno van a aprender los elementos.