La Jornada 14 de marzo de 1997

Inaceptable, que la Cámara estadunidense pretenda imponer condiciones: SRE

El gobierno mexicano respondió ayer a la resolución adoptada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos al señalar que es ``inaceptable'' el intento de imponer condiciones a nuestro país y pretender intervenir en asuntos internos mediante una supervisión. Asimismo aseveró que dicha resolución ``envía una señal equivocada'' a México y al mundo, porque atenta contra la cooperación internacional en el combate al tráfico de drogas y beneficia a ``nuestro enemigo común'': el narcotráfico

En un comunicado oficial emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la dependencia aseveró que la decisión de los legisladores estadunidenses ``erosiona el espíritu constructivo`` que le ha permitido a México y a Estados Unidos ``niveles sin precedente de cooperación para combatir el narcotráfico'', mediante el Grupo de Contacto de Alto Nivel.

Al respecto, la cancillería estableció que ``la energía y la atención política que demanda el proceso legislativo interno de certificación en Estados Unidos debería, en cambio, dedicarse a la lucha contra el tráfico ilícito de estupefacientes.

México sostiene que la mejor manera de combatir el narcotráfico no es por medio de la presión y la condicionalidad, sino a través de una respetuosa cooperación, insistió.

Tras señalar que la política de combate al narcotráfico de nuestro país se apegará siempre a los principios del derecho internacional, y las acciones serán de acuerdo con nuestras leyes, la cancillería subrayó que las autoridades mexicanas fortalecerán su esfuerzo en el combate a las drogas por razones propias: la salud de nuestra juventud, la fortaleza de nuestras instituciones y la seguridad de la nación.

Y advirtió que en caso de que el proceso de certificación llegase a tener consecuencias para la soberanía, la dignidad o el bienestar de los mexicanos, ``se actuará con toda la energía que el caso amerite''.

El gobierno de México, concluyó el texto, ``manifiesta su aprecio por el respeto que el presidente Clinton ha demostrado reiteradamente hacia nuestro país'', y por su interés en mejorar la cooperación entre ambos gobiernos, y ``lamenta'' que miembros del Congreso estadunidense ``no compartan su voluntad de unir esfuerzos contra el narcotráfico''.

Horas antes de que la Cámara de Representantes condicionara la certificación a México, el canciller José Angel Gurría declaró en entrevista difundida por la SRE que la certificación es un proceso ``infame''.

Aun cuando dijo que no se justificaba hablar de ``escenarios de dificultad o de tensión en los mercados'' por una eventual descertificación de nuestro país en el combate al narcotráfico, Gurría reconoció que este proceso interno de Estados Unidos crea ``irritación'' y al pueblo de México lo ofende; mientras que al gobierno ``le causa rechazo'', en virtud de que no se reconoce el enorme esfuerzo que hacemos.

Aseguró el funcionario que la descertificación ``no tendrá consecuencias prácticas en lo económico, financiero y comercial, ni debe ser motivo de inestabilidad en los mercados, porque son los propios congresistas estadunidenses los que se cuestionan si tiene algún sentido este `infame' proceso de certificación''.