Causa probable contra Mario Ruiz Massieu en 4 cargos
Jim Cason, enviado, Houston, 13 de marzo Ť Una corte federal de Estados Unidos determinó hoy que en cuatro de los cinco cargos en torno al caso civil de Mario Ruiz Massieu, existe ``causa probable'' para creer que los 9 millones de dólares depositados en la cuenta del ex subprocurador en un banco de esta ciudad están vinculados con el lavado de dinero y el narcotráfico.
La juez Nancy Atlas informó al tribunal de Houston que la determinación de ``causa probable expresa'' es algo más que una sospecha, pero menos que una comprobación plena. Ahora, declaró la juez, el peso del caso reside en Mario Ruiz Massieu, quien debe comprobar que existe suficiente evidencia para sostener que el dinero no proviene de esas actividades ilícitas o tendrá que ceder su derecho al monto en esta cuenta.
De esta manera, se inicia la segunda fase del juicio y los abogados de Ruiz Massieu comenzaron a argumentar su caso.
``La conclusión acerca de la causa probable no debería interpretarse como una declaración mía o del gobierno de Estados Unidos, de que el gobierno o el pueblo de México son de cualquier manera menos importantes o menos iguales que el pueblo de Estados Unidos'', declaró la juez Atlas. ``Los ciudadanos de México no están bajo juicio en este caso. Ciertos procedimientos en la aplicación de la ley están en juicio'', señaló.
No obstante, al explicar su decisión la juez reconoció que dependió del testimonio del ex guardaespaldas de un delegado de la Procuraduría General de la República, quien declaró que ``el dinero que se trasladaba a altos oficiales era algo común en la PGR''.
Atlas señaló en particular el testimonio de ex guardaespaldas Raúl Macías, quien declaró sobre cómo se entregaron dos maletas de dinero a Ruiz Massieu. También dio crédito en su fallo a las declaraciones del narcotraficante --condenado-- Tony Ortiz, quien había dicho que ``la corrupción era común'' en México, así como también del patrón de los traslados de las grandes cantidades de dólares a Estados Unidos por el ex subprocurador.
``Se desarrolla un patrón de pagos de Amado Carrillo Fuentes y también de (García) Abrego a la Policía Judicial mexicana, así como también a la PGR, que tiende a apoyar una determinación de causa probable'', afirmó la juez Atlas.
El fallo de ``causa probable'' no motivó sorpresa y más bien la defensa sólo se mostró desalentada porque se aceptaron cuatro de los cinco cargos de actividades ilícitas presentadas; el otro se rechazó sólo por una cuestión técnica. La voz de la juez se alzó esta tarde cuando respondió a una acusación de la defensa, que afirmó que el gobierno estadunidense estaba atacando ``de forma racista'' a todos los mexicanos al presentar una imagen de corrupción completa de alto nivel en su gobierno. Antes, otra abogada de Mario Ruiz Massieu, Nancy Simonson, dijo que los argumentos del gobierno esencialmente estaban poniendo a México en el banquillo de los acusados, como un país involucrado en una enorme conspiración de narcotráfico.
``Eso es injusto y no está apoyado por la evidencia del gobierno'', aseveró Atlas. La evidencia presentada al tribunal esta mañana por el gobierno incluyó una segunda declaración del agente especial de Aduanas, Robert Rutt, quien agregó que el gobierno estadunidense había entrevistado a dos informantes confidenciales en marzo de 1995, quienes alegaron que Adrián Carrera Fuentes le dio dinero a Ruiz Massieu.
``Tenemos declaraciones de que el dinero se pagaba a los niveles más altos en México'', afirmó el fiscal Jesse Rodríguez, al reasumir el caso del gobierno para sustentar la ``causa probable''.
En las evidencias presentadas hoy, se indica que las primeras sospechas sobre Ruiz Massieu surgieron cuando su asociado, Jorge Stergios, empezó a llevar sumas importantes de efectivo al Texas Commerce Bank. Cuando Stergios afirmó que la fuente de esos fondos eran las ventas de propiedades en México, un funcionario del banco comenzó a sospechar de su cliente. ``Básicamente sintió que la explicación de Stergios era inconsistente con la aparición del dinero'', explicó el investigador del Departamento del Tesoro, Robert Whelan, quien entrevistó al los empleados del banco. La institución alertó al Servicio de Aduanas de sus sospechas en el año de 1994.
La investigación de Ruiz Massieu se inició después de que funcionarios del gobierno mexicano se comunicaron con agentes del FBI y de Aduanas en la embajada de Estados Unidos en México, el 3 de marzo de 1995, para solicitarles vigilar al ex subprocurador cuando éste viajó de México a Houston. Los agentes en México se comunicaron con sus colegas en Estados Unidos, quienes empezaron a revisar las listas confidenciales de pasajeros para detectar los movimientos de Mario Ruiz Massieu y su familia.
La agente de Aduanas, Marcy Forman, declaró que la investigación se intensificó después de que los funcionarios del banco reportaron que Stergios se había comunicado telefónicamente con un representante del Texas Commerce Bank a la medianoche del 6 de marzo, para hacerle tres preguntas: ``si los fondos podrían ser separados en tres cuentas, si era posible trasladarlos electrónicamente a Suiza y si eso podría hacerse de tal forma que no pudiera ser detectado'', explicó Forman. Cuando llegó la noticia de la llamada a Aduanas, se decidió congelar la cuenta el siguiente día.
El 7 de marzo de 1995, el funcionario de la PGR, Juan Miguel Ponce Edmonson, dio información adicional a los funcionarios estadunidenses con base en las declaraciones de personas que habían trabajado con Ruiz Massieu en la Procuraduría, quienes señalaban vínculos con la corrupción y/o narcotráfico. El agente de Aduanas, Robert Rutt, dijo que la orden para incautar la cuenta bancaria estuvo basada en evidencia proporcionada por Ponce Edmonson, pero al ser interrogado hoy sobre el funcionario mexicano reconoció que había escuchado rumores de que Ponce Edmonson podría haber sido ``despedido'' en estos últimos días y estaba inseguro de su actual relación con la PGR.
La defensa alegó este jueves que la única evidencia real contra su cliente provenía de criminales y que el ex subprocurador nunca intentó esconder sus traslados de dinero. ``Según su experiencia ¿cuántos narcotraficantes han tomado dinero y lo depositan en una cuenta con su nombre?'', preguntó la abogada Cathy Fleming al agente del Tesoro, Whalen. ``Muy pocos'', respondió. Sin embargo, al final de estas rondas la juez no estaba convencida y falló por la ``causa probable''.
Armando Ruiz Quintanilla, de 84 años de edad y padre de Mario Ruiz Massieu, se sentó en el banquillo de testigos para declarar en favor de su hijo. A través de un intérprete describió con detalle los logros de su propia vida y la ``gran inteligencia'' de sus hijos. Aunque tanto los fiscales como la defensa intentaron acortar sus respuestas y centrarlo en la pregunta específica, Ruiz Quintanilla se negó a que se le limitara al contar la historia de su familia. La defensa buscó demostrar que la familia es ``muy rica'' y que no sería inusual que una combinación de operaciones de negocios, carreras médicas y legales y empleos en altos puestos del gobierno pudieran fácilmente generar 9 millones de dólares de forma legítima.
Ruiz Quintanilla declaró que personalmente había contribuido con cerca de 2 millones de dólares al fondo patrimonial familiar, que primero fue manejado por José Francisco y después por Mario Ruiz Massieu.
El médico también especuló que José Francisco contribuyó con unos 5 millones de dólares a esa cuenta. La defensa trató de combinar este testimonio con las declaraciones del propio Mario Ruiz Massieu acerca de los pagos de bonos, para demostrar evidencia de las fuentes legítimas de este dinero.
Aunque a lo largo del juicio civil la juez ha parecido favorecer la explicación del gobierno, esta tarde sugirió que el jurado podría decidir que una parte de los 9 millones de dólares podría haber sido originado en actividades legítimas.
Ante esa posibilidad, Atlas indicó que el monto que se compruebe se originó legítimamente, no sería confiscado.
Jim Cason, enviado, Houston, 13 de marzo Ť Una corte federal de Estados Unidos determinó hoy que en cuatro de los cinco cargos en torno al caso civil de Mario Ruiz Massieu, existe ``causa probable'' para creer que los 9 millones de dólares depositados en la cuenta del ex subprocurador en un banco de esta ciudad están vinculados con el lavado de dinero y el narcotráfico.
La juez Nancy Atlas informó al tribunal de Houston que la determinación de ``causa probable expresa'' es algo más que una sospecha, pero menos que una comprobación plena. Ahora, declaró la juez, el peso del caso reside en Mario Ruiz Massieu, quien debe comprobar que existe suficiente evidencia para sostener que el dinero no proviene de esas actividades ilícitas o tendrá que ceder su derecho al monto en esta cuenta.
De esta manera, se inicia la segunda fase del juicio y los abogados de Ruiz Massieu comenzaron a argumentar su caso.
``La conclusión acerca de la causa probable no debería interpretarse como una declaración mía o del gobierno de Estados Unidos, de que el gobierno o el pueblo de México son de cualquier manera menos importantes o menos iguales que el pueblo de Estados Unidos'', declaró la juez Atlas. ``Los ciudadanos de México no están bajo juicio en este caso. Ciertos procedimientos en la aplicación de la ley están en juicio'', señaló.
No obstante, al explicar su decisión la juez reconoció que dependió del testimonio del ex guardaespaldas de un delegado de la Procuraduría General de la República, quien declaró que ``el dinero que se trasladaba a altos oficiales era algo común en la PGR''.
Atlas señaló en particular el testimonio de ex guardaespaldas Raúl Macías, quien declaró sobre cómo se entregaron dos maletas de dinero a Ruiz Massieu. También dio crédito en su fallo a las declaraciones del narcotraficante --condenado-- Tony Ortiz, quien había dicho que ``la corrupción era común'' en México, así como también del patrón de los traslados de las grandes cantidades de dólares a Estados Unidos por el ex subprocurador.
``Se desarrolla un patrón de pagos de Amado Carrillo Fuentes y también de (García) Abrego a la Policía Judicial mexicana, así como también a la PGR, que tiende a apoyar una determinación de causa probable'', afirmó la juez Atlas.
El fallo de ``causa probable'' no motivó sorpresa y más bien la defensa sólo se mostró desalentada porque se aceptaron cuatro de los cinco cargos de actividades ilícitas presentadas; el otro se rechazó sólo por una cuestión técnica. La voz de la juez se alzó esta tarde cuando respondió a una acusación de la defensa, que afirmó que el gobierno estadunidense estaba atacando ``de forma racista'' a todos los mexicanos al presentar una imagen de corrupción completa de alto nivel en su gobierno. Antes, otra abogada de Mario Ruiz Massieu, Nancy Simonson, dijo que los argumentos del gobierno esencialmente estaban poniendo a México en el banquillo de los acusados, como un país involucrado en una enorme conspiración de narcotráfico.
``Eso es injusto y no está apoyado por la evidencia del gobierno'', aseveró Atlas. La evidencia presentada al tribunal esta mañana por el gobierno incluyó una segunda declaración del agente especial de Aduanas, Robert Rutt, quien agregó que el gobierno estadunidense había entrevistado a dos informantes confidenciales en marzo de 1995, quienes alegaron que Adrián Carrera Fuentes le dio dinero a Ruiz Massieu.
``Tenemos declaraciones de que el dinero se pagaba a los niveles más altos en México'', afirmó el fiscal Jesse Rodríguez, al reasumir el caso del gobierno para sustentar la ``causa probable''.
En las evidencias presentadas hoy, se indica que las primeras sospechas sobre Ruiz Massieu surgieron cuando su asociado, Jorge Stergios, empezó a llevar sumas importantes de efectivo al Texas Commerce Bank. Cuando Stergios afirmó que la fuente de esos fondos eran las ventas de propiedades en México, un funcionario del banco comenzó a sospechar de su cliente. ``Básicamente sintió que la explicación de Stergios era inconsistente con la aparición del dinero'', explicó el investigador del Departamento del Tesoro, Robert Whelan, quien entrevistó al los empleados del banco. La institución alertó al Servicio de Aduanas de sus sospechas en el año de 1994.
La investigación de Ruiz Massieu se inició después de que funcionarios del gobierno mexicano se comunicaron con agentes del FBI y de Aduanas en la embajada de Estados Unidos en México, el 3 de marzo de 1995, para solicitarles vigilar al ex subprocurador cuando éste viajó de México a Houston. Los agentes en México se comunicaron con sus colegas en Estados Unidos, quienes empezaron a revisar las listas confidenciales de pasajeros para detectar los movimientos de Mario Ruiz Massieu y su familia.
La agente de Aduanas, Marcy Forman, declaró que la investigación se intensificó después de que los funcionarios del banco reportaron que Stergios se había comunicado telefónicamente con un representante del Texas Commerce Bank a la medianoche del 6 de marzo, para hacerle tres preguntas: ``si los fondos podrían ser separados en tres cuentas, si era posible trasladarlos electrónicamente a Suiza y si eso podría hacerse de tal forma que no pudiera ser detectado'', explicó Forman. Cuando llegó la noticia de la llamada a Aduanas, se decidió congelar la cuenta el siguiente día.
El 7 de marzo de 1995, el funcionario de la PGR, Juan Miguel Ponce Edmonson, dio información adicional a los funcionarios estadunidenses con base en las declaraciones de personas que habían trabajado con Ruiz Massieu en la Procuraduría, quienes señalaban vínculos con la corrupción y/o narcotráfico. El agente de Aduanas, Robert Rutt, dijo que la orden para incautar la cuenta bancaria estuvo basada en evidencia proporcionada por Ponce Edmonson, pero al ser interrogado hoy sobre el funcionario mexicano reconoció que había escuchado rumores de que Ponce Edmonson podría haber sido ``despedido'' en estos últimos días y estaba inseguro de su actual relación con la PGR.
La defensa alegó este jueves que la única evidencia real contra su cliente provenía de criminales y que el ex subprocurador nunca intentó esconder sus traslados de dinero. ``Según su experiencia ¿cuántos narcotraficantes han tomado dinero y lo depositan en una cuenta con su nombre?'', preguntó la abogada Cathy Fleming al agente del Tesoro, Whalen. ``Muy pocos'', respondió. Sin embargo, al final de estas rondas la juez no estaba convencida y falló por la ``causa probable''.
Armando Ruiz Quintanilla, de 84 años de edad y padre de Mario Ruiz Massieu, se sentó en el banquillo de testigos para declarar en favor de su hijo. A través de un intérprete describió con detalle los logros de su propia vida y la ``gran inteligencia'' de sus hijos. Aunque tanto los fiscales como la defensa intentaron acortar sus respuestas y centrarlo en la pregunta específica, Ruiz Quintanilla se negó a que se le limitara al contar la historia de su familia. La defensa buscó demostrar que la familia es ``muy rica'' y que no sería inusual que una combinación de operaciones de negocios, carreras médicas y legales y empleos en altos puestos del gobierno pudieran fácilmente generar 9 millones de dólares de forma legítima.
Ruiz Quintanilla declaró que personalmente había contribuido con cerca de 2 millones de dólares al fondo patrimonial familiar, que primero fue manejado por José Francisco y después por Mario Ruiz Massieu.
El médico también especuló que José Francisco contribuyó con unos 5 millones de dólares a esa cuenta. La defensa trató de combinar este testimonio con las declaraciones del propio Mario Ruiz Massieu acerca de los pagos de bonos, para demostrar evidencia de las fuentes legítimas de este dinero.
Aunque a lo largo del juicio civil la juez ha parecido favorecer la explicación del gobierno, esta tarde sugirió que el jurado podría decidir que una parte de los 9 millones de dólares podría haber sido originado en actividades legítimas.
Ante esa posibilidad, Atlas indicó que el monto que se compruebe se originó legítimamente, no sería confiscado.