¡Que viene, que viene el rey! ¡Alguien nos trae el bálsamo! Finalmente. Si a otro gobernante se le hizo la presencia en Zacatecas de Juan Pablo, a Arturo Romo se le cumplirá traer a la loada capital de la cantera y de la plata, a esa suerte de sucedáneo temporal contemporáneo que una ciudad orgullosa de su pasado colonial, requiere. Desde el año pasado en que los historiadores definieron que Zacatecas cumplía 450 años, la apuesta, la rica cereza en el mediocre pastel de actividades realizadas por tal motivo, iba a ser la presencia del rey de España (alguien más habló del Real Madrid en el estadio Francisco Villa y otros de los tres tenores). Pero algo en el calendario falló y dejó a damas y caballeros vestidos y alborotados.
El rey no llegó y con su ausencia el evento pretendido se desvaneció en promesas. Diferido quedó el Primer Congreso Internacional de la Lengua Española y la comunicación. Con él los nombres ofrecidos en los corrillos de la cotidianidad filtrada. Se apostaba por los Paz, los Fuentes, los Chomsky, los Cela acompañados por miembros varios también de las academias de la Lengua y otros intelectuales de tamaños similares venidos del mundo hispano hablante. Era, cuando cayó diciembre del 96 con sus navidades y vacaciones y con él la oportunidad de una clausura proverbial, la pura frustración. Los zacatecanos todos no encontraron consuelo en enero ni cuando el obispo local fue ungido como funcionario vaticano ni cuando se pudo ver en el semanario que el gobierno estatal publica, la fotografía Ana María, la esposa del gobernador Romo, saludando al sonriente Papa, junto al también sonriente ex obispo zacatecano Javier Lozano Barragán, en algún lugar de San Pedro y no precisamente Piedra Gorda.
Bueno, pero el caso era que parece que ahora sí, según no informaba oficialmente nadie hasta el 12 de marzo, siempre sí viene el rey. Los nombres de los demás asistentes ya no se mantienen en secreto puesto que en conferencia de prensa local el secretario de Educación y Cultura de Zacatecas dio a conocer un ``programa académico preliminar''. No fue la reunión presidida por el secretario de Educación Pública ni por el Marqués de Tazarón, algo que el biombo y el platillo hubieran requerido, pero se distribuyeron unas fotocopias engargoladas conteniendo varios nombres. El titular mencionó, aunque no vienen escritos sus nombres, la presencia de tres ases. Los tres premios Nobel hispanoparlantes vivos: Cela Paz y García Márquez, ¿será posible? ¿Quién sí y quién no? Por lo pronto, Jaime Labastida, recién premiado con el Xavier Villaurrutia y cordinador de la parte de la parte de El libro del Congreso, ya mandó empacar volúmenes de editorial Siglo XXI para su venta en el vestíbulo del Teatro Calderón zacatecano y los encargados del asunto editorial en el CNCA ya están también a punto.
Alfonso de Maria y Campos, antes de viajar a Italia, asistirá a Zacatecas. Felipe Garrido ya preparó su ponencia que, aunque no viene anunciada en los papeles, tratará sobre el español más allá del diccionario. ¿Y quién más? ¿Qué más que vaya a suceder realmente? ¿Qué otros estarán? (Las listas contienen nombres que van de Jacobo Zabludovsky, Félix Cortés Camarillo y Ricardo Rocha a Alvaro Mutis, Bruce Novoa y José Luis Cebrián).
¿Qué palabras pronunciará el gobernador en la alocución inaugural, luego de su Majestad y del presidente Zedillo, antes de que se vayan a inaugurar una planta cervecera? ¿Se habrá resuelto para entonces el conflicto que desde hace meses mantiene la rectoría de la universidad zacatecana tomada? ¿Volverá el rector Virgilio a prometer lo prometido cuando se pudo usar el tomado teatro para el ``concierto'' de Raúl di Blasio o, al estilo Jalisco en los hoteles o local con El Barzón, se rodeará la instalación universitaria que es el Calderón, con tiras y soldados para que no ``disturben'' con pedidos inoportunos de justicia y legalidad? O mejor aún, como informó por radio la tarde del miércoles 12 el titular del sistema de comunicación social del estado (eso antes de indicar que, siguiendo las instrucciones del gobernador, entre los ponentes se incluirán claro --no dio nombres y ninguno aparece en las fotocopias engargoladas-- intelectuales zacatecanos) se usarán ``hermosos'' espacios que son alternativos y menos problemáticos (el Museo Pedro Coronel, el voluntariado San Agustín, etcétera?
Esperemos una pronta respuesta en lo que se hallan soluciones y no largas. Mientras tanto los interesados, dijo el titular de comunicación, tienen que ir a ``un hotel, por el acueducto, para inscribirse''. ¡Que viene el rey, que viene el rey! Del 7 al 11 de abril, el Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, siempre sí. El lema puede ser: ¡cómo no!, Zacatecas 451.