La Jornada 13 de marzo de 1997

Respuesta enérgica si prospera la descertificación, dice

David Aponte y Elena Gallegos, enviados, Tokio, 12 de marzo Ť A unos días de que el Congreso estadunidense resuelva si se revierte la decisión del presidente Bill Clinton de certificar a México en materia de lucha contra el narcotráfico, el canciller José Angel Gurría advirtió que el gobierno está pendiente del resultado de ese proceso interno y que responderá ``enérgica y oportunamente'' a cualquier determinación que se tome y que afecte la dignidad, la soberanía o el bienestar del país.

Sin embargo, consideró que no es el momento para que México y Estados Unidos se hagan recriminaciones mutuas y se señalen ``con dedo flamígero'' porque el único favorecido sería el enemigo que ambas naciones tienen en común: el narcotráfico, al que sólo se le podrá ganar ``si los dos países entendemos que debemos combatirlo conjuntamente''.

Por su parte, el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, adelantó que un posible escenario de descertificación no afectaría la situación económica y financiera de México puesto que la iniciativa que en ese sentido se discute en el Congreso de Estados Unidos, no incluye ningún tipo de sanción en esos rubros.

Agregó que ``de todas maneras'' el presidente Clinton tendría la oportunidad de vetar una decisión que aprobaran la Cámara de Representantes y el Senado estadunidense en esta materia.

``Están aprovechando esta coyuntura para dar una respuesta política'', dijo Ortiz en referencia al debate que se escenifica en el Capitolio, en tanto que Gurría, en el mismo sentido, fue insistente en comentar que son razones políticas internas --``las diferencias de los republicanos con el presidente Clinton''-- combinadas con la detención del general Jesús Gutiérrez Rebollo, las que han propiciado esta situación.

Ambos funcionarios hablaron aquí en conferencia de prensa ofrecida por la tarde --la madrugada del miércoles en México--, en la que hicieron un recuento de las actividades del presidente Zedillo en este país. Tanto Gurría como Ortiz quisieron dejar claro que es firme e invariable el compromiso de México de luchar contra el narcotráfico, al tiempo que se reconoce el apoyo que en esta materia ha brindado el presidente Clinton.

A pregunta expresa de si el gobierno mexicano ha considerado el escenario de la descertificación y los posibles daños que ésta le acarrearía, el canciller alertó: ``no es momento de estarnos señalando unos a otros; no es momento de acusar sólo al consumo o al tránsito o que Estados Unidos y México juntos nos volvamos contra los productores de las materias primas; el combate lo tenemos que dar todos juntos porque de lo contrario no ganamos''.

En cuanto a si México pedirá o recibirá recursos económicos del exterior para reforzar su lucha contra ese fenómeno, Gurría fue tajante al refrendar la posición que el país ha tenido frente a esta posibilidad: ``¡no!''.

Como ustedes saben --dijo a los reporteros--, sólo hemos recibido algún apoyo, poquito por cierto: cursos de entrenamiento, helicópteros y equipos de visión nocturna, fundamentalmente para mover a nuestras fuerzas de erradicación.

``Pero realmente, frente a los cientos de millones de dólares que se gastan anualmente en el combate al narcotráfico en México, son cantidades verdaderamente marginales y el esfuerzo lo hace fundamentalmente el gobierno mexicano con sus propios medios''.

Gurría respondió también a preguntas sobre el juicio que se le sigue al ex subprocurador Mario Ruiz Massieu en Houston y dijo que el gobierno mexicano tiene representantes que están muy atentos a cualquier evidencia que se presente y que pueda servir para los procesos que se le siguen en nuestro país.

México no interviene en la solución de la crisis en Perú

Más adelante y considerando que la toma de la residencia de la embajada de Japón en Perú es un asunto especialmente sensible en este país y que día con día abarca importantes espacios en los medios de comunicación escritos y electrónicos --sólo el periódico Yomuiri tiene 18 enviados en Lima--, se le pidió a Gurría que informara si en las entrevistas que el presidente Zedillo ha sostenido con los altos funcionarios japoneses se ha tocado el tema o se ha pedido la intervención del gobierno mexicano.

De entrada, el canciller auguró que con seguridad Zedillo y el primer ministro Ryutaro Hashimoto abordarían el tema. Sin embargo, aclaró que en este tipo de situaciones ``México nunca ofrece sus buenos oficios porque no se anticipan estas cosas''.

Por cierto, agregó, México tampoco ha recibido ninguna solicitud para dar asilo a los miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) que desde diciembre mantienen como rehenes a 72 personas, ``ni del gobierno de Japón ni del gobierno de Perú, de manera que si surgiera esto se consideraría, pero hasta el momento no hay peticiones de esta naturaleza''.

Hablaron Ortiz y Blanco ante empresarios japoneses

Reuter, Tokio Ť México aumentó su presupuesto y entrenamiento para la policía a fin de evitar los secuestros de ejecutivos extranjeros, afirmó el miércoles el secretario de Hacienda mexicano, Guillermo Ortiz, ante empresarios japoneses.

``Este año tenemos un presupuesto para la seguridad pública 10 veces más grande que el que tuvimos el año pasado'', dijo.

Las empresas japonesas han expresado su temor por la seguridad en México, luego que un ejecutivo de la empresa Sanyo fue secuestrado en agosto por hombres armados cerca de la ciudad fronteriza de Tijuana, en el estado de Baja California.

Por su parte, el secretario de Comercio de México, Herminio Blanco, quien también habló en el simposio, pidió a las empresas pequeñas y medianas de Japón que inviertan en México.

``Lo que necesitamos ahora es... una segunda generación de empresas que emigren a México, como algunas corporaciones pequeñas y medianas'', destacó Blanco. ``La mayoría de las grandes empresas japonesas ya están en México''.