Emilio Pradilla Cobos
La plataforma electoral del PAN

Los aspectos fundamentales a analizar en torno a las elecciones de Jefe de Gobierno, Asamblea Legislativa y Congreso en el Distrito Federal son: plataforma electoral, candidatos y prácticas partidarias pasadas y presentes. Entre los tres hay una conexión indisoluble. Las plataformas electorales son una radiografía, muy retocada, de lo que son los partidos que las proponen, por lo que dicen realmente, por lo que callan u ocultan y por su coherencia con la realidad y con la práctica partidaria.

La Plataforma Política del Distrito Federal 1997-2000 ``Democracia para un buen gobierno'', del Partido Acción Nacional (a la cual dedicaremos varios artículos) es un claro ejemplo de la enorme distancia entre la realidad y el discurso, el diagnóstico y las propuestas, las palabras y los hechos.

1. La plataforma carece de un diagnóstico de la situación actual de la capital. En los apartados donde lo intenta, se limita a describir situaciones, sin intentar siquiera penetrar en su causalidad estructural, ni establecer las complejas relaciones entre los problemas señalados y sus soluciones. Se trata de una típica visión funcionalista, lineal y desintegrada de problemas que se asumen como aislados entre sí; este método tradicional ha sido usado por el PRI en su práctica propositiva durante décadas.

2. En el diagnóstico está ausente la crisis multidimensional y prolongada que sufren el país y su capital: económica, social, política, cultural, moral, ambiental y territorial. La razón es obvia: reconocerla sería aceptar el profundo fracaso de 14 años de neoliberalismo salvaje a la mexicana, que el PAN ha compartido con el PRI y, en muchas ocasiones y campos, ha abanderado. La neoliberal es la ideología que impregna toda la plataforma del PAN, por lo que reconocer su fracaso y su insoportable costo social sería negar la viabilidad de su propia propuesta.

3. Los problemas capitalinos reconocidos por el PAN parecen no tener nada que ver con la estructura económica, social y territorial gestada por el capitalismo y su forma neoliberal reciente; el único responsable sería el ``mal gobierno'' priísta. Así, ignorando u ocultando la realidad, puede plantear que lo único que hay que hacer es cambiar al partido en el gobierno, el PRI y sus políticos, por los del PAN. No hace falta cambiar sus políticas ni las estructuras sociales a las que sirven. ¿ Es posible resolver los graves problemas de nuestra ciudad simplemente cambiando al partido y los hombres en el poder, pero manteniendo sus causas estructurales ? Estamos seguros de que no.

4. Como parte del ocultamiento de la crisis, no se habla de las enormes desigualdades sociales, agravadas por el neoliberalismo. El PAN dibuja una ciudad habitada por hombres iguales, con las mismas condiciones para sustentar su propuesta y pagar sus costos. Como esta igualdad económica y social no existe, la aplicación de la plataforma del PAN va a empobrecer más a los pobres y enriquecer más a los ricos, a hacer más cara, elitista y excluyente a la ciudad.

5. La multitud de propuestas, que se refieren casi exclusivamente a lo legislativo y administrativo sin tocar las estructuras económicas, sociales, políticas y ambientales que hacen inoperante la ley y la administración o que las vuelven instrumentos de la desigualdad y causas de los problemas urbanos, carecen de prioridades y jerarquías. No atacan las causas esenciales, porque la ideología conservadora del PAN impide aceptarlas.

6. Lo más importante en la crítica de esta plataforma es que los diagnósticos y propuestas contradicen en la mayoría de los casos a las prácticas del partido en el pasado y los discursos de sus dirigentes aún en la campaña de sus precandidatos. Critica a un gobierno cuyas políticas y leyes apoyó y compartió durante los seis años del salinismo y los dos del actual gobierno. Sobre temas claves como seguridad, empleo informal, marchas y mítines y otros muchos, sus propuestas esconden las posturas conservadoras intransigentes y antipopulares que ha tomado y sigue tomando en la práctica política cotidiana.

La esencia de la demagogia política electorera es decir una cosa y hacer la contraria; hablar con frases bonitas y opositoras para cachar votos, cuando se ha hecho y se seguirá haciendo lo que se critica; proponer acciones que nunca se cumplirán porque contradicen la naturaleza política e ideológica de quien las incluye en el discurso. Eso es la plataforma del PAN.