Plantó el gobierno peruano al MRTA; no se reconocen avances, aduce
Reuter, Ap, Afp y Efe, Lima, 10 de marzo Ť El gobierno del presidente Alberto Fujimori decidió hoy no asistir a una reunión pactada con el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), al considerar que el grupo rebelde desconoce los avances alcanzados en las conversaciones preliminares para poner fin a la crisis de rehenes, que ya lleva 83 días.
``Las condiciones para reanudar las conversaciones preliminares aún no están suficientemente definidas, ya que merecen la aclaración de algunos conceptos vertidos por el MRTA el último día sábado'', dijo un comunicado leído por el interlocutor oficial, el ministro de Educación Domingo Palermo.
Ese día, miembros de la Comisión de Garantes visitaron a los rebeldes en la residencia del embajador de Japón en Lima, donde mantienen desde el 17 de diciembre a 72 rehenes --entre ellos dos ministros, empresarios, jueces, jefes policiales y diplomáticos-- para exigir la liberación de más de 400 compañeros, pero se desconoce lo que se discutió en el interior.
``La posición del interlocutor se debe a la fundada preocupación que bajo los pretextos utilizados para la suspensión unilateral de las conversaciones se pretendería retroceder los valiosos avances alcanzados hasta la fecha'', dijo Palermo en un conferencia de prensa, en la que rehusó responder preguntas.
Horas antes, el arzobispo Juan Luis Cipriani, miembro de la Comisión de Garantes, anunció que el interlocutor oficial no iba a asistir a la reunión pactada para este lunes, lo que representó la segunda suspensión de la décima ronda de conversaciones después que el MRTA tomó el jueves pasado la misma decisión. El líder del comando rebelde, Néstor Cerpa, decidió entonces suspender unilateralmente el diálogo tras denunciar que el gobierno construía un túnel para tomar por asalto la ocupada residencia diplomática. Sin embargo, supuestamente la gestión de los garantes había superado ayer el obstáculo.
El comunicado gubernamental apeló a la ``buena voluntad y al compromiso asumido por la Comisión de Garantes'' de mediar en el conflicto para que durante la suspensión del diálogo ``puedan concluir con total libertad sus importantes gestiones''.
``Seguiremos haciendo todos los esfuerzos para un pronta y pacífica solución de este problema'', dijo un comunicado leído por Cipriani a nombre de la comisión de garantes, integrada además por el embajador canadiense, Anthony Vincent; el delegado de la Cruz Roja, Michel Minnig, y el observador japonés Terusuke Terada.
La comisión llegó esta tarde a la casa donde se realizan las conversaciones, y luego de 25 minutos Cipriani, Vincent y Minnig ingresaron en la residencia ocupada, aparentemente para informar de la decisión del gobierno a los rebeldes, que hasta esta noche guardaban silencio.
En Tokio, el primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, dijo que recibió con sorpresa la decisión del gobierno peruano de no acudir a las conversaciones, aunque ``tenía un presentimiento que allí podría haber consecuencias''.
El ministro del Exterior, Yukihiko Ikeda, también pareció igualmente contrariado: ``no sirve para nada entrometerse en el asunto, puesto que hay en juego muchas circunstancias. Como gobierno japonés, estamos dispuestos a desempeñar un papel si es que algo podemos hacer''.
En tanto, la prensa peruana informó de la captura de diez presuntos emerretistas cuando planeaban un asalto a un cuartel militar en la localidad selvática de Villa Rica. Según el diario El Comercio, fueron detenidos siete civiles y tres infiltrados en el ejército, y estos últimos confesaron que ``el objetivo era presionar para que se acepten las demandas de los terroristas que se encuentran en la residencia del embajador de Japón''.
Por su parte, el canal 4 de América Televisión dijo que el supuesto túnel para atacar la residencia diplomática pudo ser construido durante enero, y que los parlantes que difundieron marchas militares, los vuelos rasantes de helicópteros y la movilización de vehículos blindados frente a la residencia ese mes sirvieron para acallar el ruido que pudo provenir de las excavaciones.
También mostró un video con el movimiento nocturno de vehículos pertenecientes al Servicio de Inteligencia Nacional, aparentemente para trasladar la tierra extraída del túnel hecho en un terreno vecino y cerrado al acceso de la prensa.
Un 56 por ciento de los peruanos cree que el MRTA mintió sobre la denuncia del túnel contra un 31 por ciento que dijo que sí existe esa construcción, mientras casi un 60 por ciento calificó de ``poco o nada acertado'' el desempeño de Fujimori frente a la crisis de los rehenes.