Julio Moguel
Chiapas: la geopolítica del miedo
A Gerónimo, El Xjel
jastal 'oj ka` jb' ajtik
b'a slekilal ja jmojtiki
'oj ch' ay b'a jk' ujkoltik
spetzanil ja b'a kechan jb'aj ke`ntik
Una de tres:
1. La aprehensión de los jesuitas Gerónimo Hernández y de Gonzalo Rosas, y de los dirigentes indígenas de la Xinich, Francisco González y Ramón Parcero Martínez, es sólo una nueva estupidez del gobierno Ruiz Ferro-Laco, quienes siguen confundiendo el agua con la gasolina y el alcohol con la coca-cola.
2. La referida acción contra los jesuitas e indígenas de la zona de Palenque forma parte de una provocación mayor, programada y articulada desde el centro del país, con el objetivo de echar más leña al fuego de la guerra, provocar al movimiento indígena local y nacional, y enviar el ``mensaje'' al EZLN de que no hay ni habrá salida negociada. ¿El objetivo? Acorralar aún más a los zapatistas, desactivar a sus fuerzas amigas y, para matar dos pájaros de una sola pedrada, crear el ambiente propicio para multiplicar el ``voto del miedo'' de cara a las elecciones federales del próximo mes de julio.
3. La provocación contra la Xinich y los jesuitas ha sido pensada y articulada desde el gobierno estatal y aliados (algunos de ellos pueden ser ``federales'', sin duda), en un intento por mantener el tempo y ritmo de la guerra (de baja intensidad), valorizar su propia oferta política de cara a la negociación de posiciones políticas electorales dentro del priísmo, y ``sustentar'' la necesidad de la presencia armada --civil y militar-- en la región sureste (y no sólo en Chiapas).
Y esto viene a cuento por lo que parece proyectarse desde hace ya tiempo en los espacios geopolíticos del sureste (concretamente Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo): la conformación de una coalición o bloque real o tácito de gobernadores y fuerzas locales que, en el proceso de balcanización provocado por las políticas neoliberales, así como por la delimitación de fronteras políticas ``internas'' de poder del narcotráfico, han adquirido una suficiente autonomía y poder de negociación frente ``al centro'' para hacer y desfacer en sus dominios. El caso más notable ha sido sin duda el de Tabasco.
Así pues: o estupidez supina o provocación conscientemente programada. Creemos en la segunda hipótesis, que como vimos tiene dos posibilidades o variantes (punto 2 y 3). La dimensión de la afrenta está a la vista. La Xinich es una de las organizaciones campesinas de más larga trayectoria política, de mayor capacidad de convocatoria, de mayor resistencia y reconocimiento en el espacio indígena-campesino de la entidad. El sacerdote Gerónimo Hernández --Xjel--, a través de su participación en Fomento Cultural y Educativo A.C., tiene una presencia social y de servicio en las comunidades indígenas de la zona de Palenque (en comunidades como Chamizal, La Cascada o Roberto Barrios) que viene desde finales de los años setenta. Pero no sólo ello: asesor del EZLN en los diálogos de San Andrés, fue sin duda gozne de una significativa convergencia de afanes democratizadores del mundo indígena chol con el tzeltal, el tzotzil, el tojolabal.