Juan Carlos Villa Soto Ť El éxito o el fracaso de los pronósticos del tiempo dependen, en primer lugar, de la calidad de las observaciones y, en segundo término, de la sofisticación de los modelos. El maestro Enrique Azpra Romero, investigador del Departamento de Climatología Física del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, dice en entrevista que la meteorología, como cualquier otra ciencia, se basa en observaciones. En este sentido comentó que para realizar un pronóstico de escala sinóptica sobre las características meteorológicas de México es necesario recopilar información no sólo de nuestro territorio, sino también de Estados Unidos, de Centroamérica y del noreste de Sudamérica. Se requiere de un gran esfuerzo de coordinación entre las estaciones meteorológicas para realizar las mediciones al mismo tiempo y enviar sus reportes a los centros de recopilación regional.
Por lo menos se debe contar con información de los cuatro parámetros meteorológicos básicos: temperatura, humedad, presión y viento.
Empero, advirtió que si una de estas observaciones no se efectúa, se introducen errores en el modelo. Entre más datos tengamos, nuestro diagnóstico va a ser más preciso y nuestro pronóstico, más acertado, aseveró.
Con respecto a los modelos de predición del tiempo. Azpra Romero señaló que mientras más sofisticados sean éstos, el diagnóstico será más detallado y el pronóstico será mejor. Comentó que los modelos dinámicos, basados fundamentalmente en la segunda ley de Newton expresada en ecuaciones diferenciales, pueden incorporar diversos parámetros. Sin embargo, aclaró que se puede tener un modelo muy sofisticado, pero si las observaciones son insuficientes obtendremos ``basura''.
El investigador advirtió que la calidad de la predicción también dependerá de la experiencia del meteorólogo. ``Por lo menos en esta área no se ha podido eliminar este elemento subjetivo''. A manera de ejemplo, señaló que en el Centro Nacional de Huracanes de Miami existen cerca de diez modelos de pronóstico de trayectoria de huracanes, sin embargo, la palabra final la tiene el meteorólogo.
``El experto se basa en estos modelos, pero también en su criterio para emitir el reporte oficial''. No obstante, recalcó que los modelos constituyen un apoyo indispensble, pues sin ellos el meteorólogo no podría realizar un pronóstico tan acertado.
Por otro lado, el maestro Azpra Romero señaló que debido a las diferencias topográficas que existen entre regiones es conveniente adaptar los modelos. Comento que la riqueza topográfica de México (baste ver la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre Occidental, etcétera) y la ``estrechez'' del territorio dificultan en algunos casos el pronóstico del tiempo. ``Mientras que en Estados Unidos se puede pronosticar buen tiempo soleado, sin lluvias en una zona de alta presión, en México podemos esperar lluvias en una zona de alta presión durante el invierno. Esto nos sugiere, agregó, que la experiencia del meteorólogo y su conocimiento de la zona son muy importantes para realizar pronósticos acertados.
Finalmente, el maestro Azpra, quien se ha dedicado al desarrollo de un modelo de pronóstico de trayectoria de huracanes con resultados muy prometedores, señaló que la cultura meteorológica no está bien desarrollada en México. Sin embargo, aseguró que si se invierte en una red de observaciones y se brindan más apoyos a la investigación meteorológica, se pueden planear estrategias de desarrollo para la agricultura y la ganadería, entre otras actividades humanas. Esto, dijo, se ha descuidado en nuestro país.