La Jornada Semanal, 9 de marzo de 1997
Tuve la suerte de mi parte. 10/20. el cumpleaños de Rimbaud.
estaba en Colonia. al igual que diversos terroristas jóvenes
y lujuriosos.
el tono del país era meditativo, metálico. alemania
occidental mostraba un disgusto extremo por las tácticas
abiertamente
militares. asesinato, secuestro. la necesidad de la
contrainsurgencia
era una vergüenza para la nueva clase media así como
perjudicial para el comercio turístico.
el agente aduanero halló ofensivos mis anteojos para sol.
gafas de guardaespaldas italiano. colocadas en la mesa con mis
llaves y mis cosas parecían la carne de una
droga peligrosa. rehusé partir con ellos y pronto
estuve en la calle con una escolta armada. nadie había en
los alrededores salvo
ayudantes y adolescentes. llegué
retrasada a la galería veit turske sudorosa e indispuesta.
uno de los muchachos nos siguió. su nombre era dominique.
se sentó frente a mí en el cuarto de música. imaginé
que lo arrullaba. dibujando sobre él. tenía
todo el movimiento de una muchacha de doce años de edad. la perversa
sensualidad de la inocencia.
otro muchacho llegó. era mayor y muy bonito. quizá
de 22 y muy impaciente. llevaba una ofrenda en una bolsa,
dijo que era el nuevo disco de Bowie. me puso
feliz. me sentía nerviosa y extraña en esta ciudad y el
disco era un punto de referencia[...]
le pedí a dominique que mostrara sus drogas. desenrolló
lo que llevaba en un trozo de fieltro gris colocado en un tubo liso de hule.
era de la verde.
dividió la droga. a mí me dieron el doble. lo consideré
una muestra de respeto y no protesté. Veith
llegó con hash y alcohol. también trajo
un postre exótico hecho con la espuma de varios
licores batidos con yema de huevo.
el muchacho 2 puso el lado 1. tuve dificultades para concentrarme. estando
entre varias personas era incapaz de relajarme y sumergirme en una
onda de total aventura auditiva. también era imposible extasiarse ante un trío de lánguidos
jóvenes.
sin embargo, experimentaba una gran emoción. desde young americans
e sido una fan extática. station to station inspiró radio ethiopia. las unidades de mensaje
son dispersadas libremente entre los capullos de amapola. cuando salió low yo estaba en
un periodo de desdicha. de inmovilidad total. deprimida. la caída
y el ascenso potencial de thomas jerome newton. el sound track
del escape de Bowie hecho película.
low nos puso en un estado de inacción. onírico y hacia el interior de la creación.
una persona de cuello rígido puede ser parte de la cólera
del creador. y yo recordaba, me deslizaba
en la oscuridad del pasado. revisitando todos los paisajes carnales
de un interior magullado.
los chavos estaban discutiendo la pronunciación de Bowie. en
colonia heroes se canta en un alemán fragmentado. les pregunté
qué pensaban de la interpretación de Bowie. dijeron
que no era rocanrol, que era cabaret.
detrás de mis gafas puedo imaginarlo. ahí en berlín.
en el sector abandonado. me lo imagino tropezando
con viejas cajas en la calle. me lo imagino
enamorado del mundo entero o totalmente muerto.
me imagino el último show de thomas jerome escapando
hacia la vida. un perfil nos interrumpe. bowie-el-neo-sonámbulo
entra al atelier de hugo ball.
él es los ángulos de kandinsky. él es un farsante
increíblemente espiritual. un miembro de la raza más caduca ųun actor
específicamante diseñado para el cine mudo.
con la presunción e inocencia de un verdadero actor de cine mudo.
en "sons of the silent age" él es un valentino de metrópolisų
muy mítico muy maniaco muy incomprendido. resuena
un armonioso chismorreo. todo mundo murmura en alemán. percibo
una especie de cólera/angustia tras un apagón. velocidad deshumanizada
del trabajador japonés. no podemos competir, nos arrasan.
pienso en mamá que pierde su empleo en la fábrica porque
los nipones hacen todo más rápido. pienso en los transistores hechos en japón
que realmente sirven y que se consiguen por sólo siete dólares.
su nuevo trabajo no es inmediatamente accesible pero tampoco
lo era exile on main street. "beauty and the beast" es un shock
eventualmente absorbido en una aceptación resplandeciente. "joe
the lion" también es alarmante y se extiende a través de una grandiosa
guitarra. le toma tiempo meterse debajo de la piel.
los discos suenan diferente en europa. creo que los tornamesas
son más rápidos. hay más agudos. no pude entrarle a
"V-2 schneider" de la manera que hubiera querido. no hasta mucho
después de llegar a casa. me bajé del avión y fui al centro
y compré el disco. quería ampliar la sensación de estar
de paso. nueva york-colonia. por lo general no compro un disco
a menos que esté enamorada (stones) o en un estado de ardiente suspenso (idiot).
escuché el disco durante 72 horas, día y noche.
viendo televisión y mientras dormía. como station to station y
low, heroes es el producto críptico de una inteligencia de alto
nivel. comprometida con la sobrevivencia. los tracks rítmicos
son intel-disco. la desintegración del
cerebro dentro de la lengua y dentro del pulso del ritmo. la elevada costa
este en donde todos los músicos tocan con gracia y gusto.
la canción que le da nombre al disco es maravillosa. nos expone a nuestro más
precioso y privado dilema. él ha capturado en esta
rola ese desesperado momento en el que uno puede morir por
amor. el track es puro. i am waiting for my man.
pero también amo esa canción y lo que amamos
lo amamos repetidamente. las letras son realmente hermosas. uno se
enamora y se pierde en este remolino. uno se proyecta
a lo lejos y cruza los límites del espacio.
estamos vivos en el sueño. no somos planetas distantes sino
divididos por una habitación o una alambrada. eso es todo.
"heroes" es el tema musical de cualquier gran película.
hecha, vuelta a hacer o por venir. nosotros los que vivimos somos
la muchacha con el vestido de novia razgado que escapa por la alambrada
rumbo a la cabeza de una bala. somos el soldado que lanza
besos desde la cola de un tren. estamos ebrios y
rabiosos y arrodillándonos en un cuarto de hotel. somos
los héroes de la realeza poética de rimbaud. 2 personas en
un encuentro místico.
En effet ils furent rois toute une matinee...
por la mañana en colonia, el lado 2 sigue sonando. a veces somos
las víctimas de una ansiedad sin sentido acompañada
por la sensación de duda. el hombre desea en la vida
la inmediatez de la sensación.
observa las estrellas como extrañas velas.
cicatrices de cumpleaños y cicatrices de amor inmortal.
el hombre desea amontonarse desvergonzadamente en
el reino de
la belleza. en el jardín los pájaros gorjean. el jardín guarda
un huevo que protege el aliento de una pregunta estremecedora.
el signo de la pregunta se convierte en la curva de un saxofón.
Bowie se dobla y se pliega y sopla como
"the pusher" (pierre clemente) de steppenwolf. instintivo
como la belleza y por medio de un almacén de ruido y dentro de
un pausado sistema de notas fundido con el actor que
en realidad es.
los chavos de colonia se van. el más joven se queda más tiempo.
le apasiona MC5. va a dejar la escuela y
a tocar la guitarra todo el día. se escucha "secret life". estoy empacando
rumbo a américa. él me cuenta lo que siente al accionar
su arma. está diciendo muchas
cosas mientras yo pienso en heroes. hallándolos
en donde duermen. conociéndolos por sus mentiras. en lo profundo de otro
sistema. en lo profundo del corazón y el motor de una de las ciudades más humilladas
del mundo.
Atípica y personalísima reseña del disco Heroes de David Bowie, este texto de Patti Smith, suprema sacerdotisa del punk neoyorquino, se publicó originalmente en la revista Hit Parader, en 1978.
Traducción: Ernesto Flores Vega