José Antonio Rojas Nieto
Las reservas petroleras

El pasado sábado 1o. de marzo, Pemex informó de hallazgos petroleros muy importantes en la sonda de Campeche. La nota publicada en la primera página de La Jornada señala que se trata de yacimientos de gran magnitud que permiten hablar de 17 mil 100 millones de barriles de reservas probadas (las que objetivamente se consideran recuperables bajo las condiciones técnicas y económicas actuales), y de 5 mil 900 millones de reservas probables (aquellas cuya recuperación se considera viable, pero sólo a partir del conocimiento de las áreas en las que se determinan las reservas probadas). Se trata, entonces, de un total de 23 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, en una zona que tiene 74 mil millones in situ, es decir, sin considerar el factor de recuperación, que en este caso resulta ser del orden de 23 por ciento, y que bien pudiera ampliarse merced a la aplicación de algunos (o todos) los tipos de empuje de las reservas: hidráulico, expansión, casquete de gas, segregación gravitacional, entre otros.

Además, hay que recordar que en esta zona donde se explotan 39 campos, entre los que destacan los de Abkatún (en explotación desde 1978), Bacab (1991), Batab (1986), Caan (1985) y Cantarell (1976) (1990) se tienen rendimientos de los más altos del mundo en explotación marina: más de 8 mil barriles al día por pozo, superiores a los promedios globales de Kuwait (2 mil 600), Irán (4 mil), Arabia Saudita (6 mil), aunque no de Iraq (10 mil).

Conviene, al menos, hacer cinco observaciones que nos permitan tener una apreciación más objetiva del anuncio de Pemex: 1) en rigor no se trata de informaciones novedosas, pues prácticamente desde mediados de los años 70 se sabía ya del enorme potencial de las reservas en la sonda de Campeche, aunque prácticamente también desde esos años se polemizaba respecto a los métodos de cálculo y, por tanto, de su dimensión global; 2) hay que notar, además, que en la industria petrolera internacional se ha acrecentado el proceso de ampliación de reservas mediante la revaluación continua de las ya conocidas, procedimiento cada vez más usual derivado del mayor conocimiento de reservas que se desarrollan y explotan. Por ejemplo, en Estados Unidos la ampliación de reservas de gas natural en los últimos años se ha sustentado más en revisiones del potencial de yacimientos conocidos que en el hallazgo de otros nuevos; 3) hay tres factores primordiales que hacen posible dichos incrementos: a) expansión física de campos por extensión de su área y desarrollo de nuevos intervalos productivos, b) mejoramiento en los resultados de recuperación de los yacimientos a partir de nuevas aplicaciones tecnológicas y nuevos métodos de ingeniería, c) revisiones de cálculos anteriores a partir de experiencias de producción y cambios en las relaciones precio-costo; 4) resulta muy complicado --como acaso lo pueden demostrar los técnicos de Pemex-- atribuir la revaluación de reservas a algunos de los factores antes mencionados, pues siempre dicha revaluación es resultado de una interrelación de ellos, muchas veces muy compleja; 5) para un juicio más objetivo de este anuncio, entonces, hay que recordar la continua y confesa intención de Pemex de incrementar su plataforma de producción, entre otras cosas para ampliar --como se percibe claramente en los últimos meses-- su volumen de exportación de crudo a Estados Unidos, asunto que, sin duda, resulta altamente controvertido, como controvertida es la ampliación de la producción que --si bien permitiría más ingresos para el fisco-- conlleva un mayor desperdicio de gas, pues la paraestatal no tiene capacidad actual de recuperar todo el gas, como se puede reconocer en el volumen y el valor del gas no aprovechado en 1995 y 1996: cerca de 6 y 7 millones de metros cúbicos diarios respectivamente, que con un precio medio anual de 280 y 470 pesos por mil metros cúbicos representan, también respectivamente, 613 y mil 201 millones de pesos al año o su equivalente de 95 y 158 millones de dólares tirados a la atmósfera.

Así, si efectivamente a partir de este anuncio Pemex sugiere que puede ampliar su producción y sus exportaciones, lo menos que debiera hacer es abrir una discusión, pues el asunto no resulta ni sencillo ni trivial.