Si en algún sector la globalización e internacionalización económicas de los años recientes ha tenido impactos determinantes, es sin duda en el financiero. De ahí que su estudio y comprensión se vuelven obligados aun para los no economistas.
En este campo existen muchos términos relevantes, pero quizás el de riesgo país es uno de los que ha cobrado mayor importancia no sólo en los círculos de los grandes inversionistas internacionales, sino también en el lenguaje del público común y corriente debido a que desempeña un lugar determinante en la dinámica de las inversiones financieras y reales, así como en el intercambio comercial.
Para los países subdesarrollados, en particular, juega un doble papel en su desenvolvimiento económico. Por un lado, como un factor que contribuye a complicar sus de por sí difíciles situaciones financieras, en la medida que el nivel estimado de riesgo se aplica como un margen adicional a la tasa de interés que prevalece en los mercados extranjeros. Para preservar la competitividad del mercado interno, y con ello evitar la salida de capitales, la tasa de interés doméstica debe por lo menos igualar a la suma de ellas dos.
Sin embargo, el hecho de que la tasa interna quede atada a esos dos componentes constituye una carga adicional a los deudores netos (gobierno y particulares) en los pagos de su deuda externa e interna. Es evidente que ello restringe su liquidez y, finalmente, complica aún más su situación financiera anterior. Por otro lado, la calificación de riesgo que los evaluadores le asignan a un país, estará reflejando el grado de incertidumbre que, de acuerdo con una serie de indicadores, prevalece en él.
El concepto riesgo país se refiere a la posibilidad de pérdida en que puede incurrir un inversionista extranjero ante la incapacidad del sistema económico huésped de devolverle sus activos iniciales más los correspondientes intereses devengados (riesgo financiero) o de pagarle por la venta de bienes y servicios (riesgo comercial).
Esa incapacidad de pago puede ocasionarse por diversos factores, tales como inestabilidad social y política, crisis de liquidez de divisas, repudio o desconocimiento de deuda, declaración de moratoria, renegociación o reestructura unilateral de pagos, etcétera.
Muchas instituciones internacionales y algunos gobiernos de países desarrollados, periódicamente calculan y publican tablas mundiales en las que presentan índices de riesgo por país, con lo que tratan de aportar información muy valiosa a los inversionistas y exportadores para realizar las transacciones más rentables y seguras. Es decir, para que puedan discriminar los buenos y los malos mercados.
Una publicación electrónica de junio de 1996 del gobierno australiano (http://www.efic.gov.au/gradings.html) da a conocer dos veces al año el cálculo de riesgo para apoyar a sus inversionistas. El valor fluctúa en un rango de uno a seis. De este reporte se pueden extraer los siguientes datos:
a) Los países desarrollados muestran el menor índice de riesgo (uno), con excepción de Portugal, Grecia y España con dos;
b) Las naciones más grandes de América Latina presentan niveles muy altos: Venezuela 5, Argentina 4, Brasil 3, México 4, Uruguay 4 y (destaca) Chile con 2; la media aritmética para este grupo es 3.67.
c) Los tigres asiáticos tienen índices muy bajos (Hong Kong 2, Corea del Sur 2, Singapur 1 y Taiwan 2), que hacen una media de 1.75.
d) Un grupo reducido de países asiáticos de rápido crecimiento sigue en la lista (China, Malasia y Tailandia, todos con 2).
e) Finalmente, destaca un grupo de islas pequeñas que presenta características prácticamente únicas. Por un lado, tienen niveles de riesgo semejantes a los países desarrollados (Bahamas 2, Bermudas 1, Islas Caimán 1 y Guam 1) y, en conjunto, hacen una media de 1.25. Por otro lado, son dependientes de dos grandes potencias económicas y militares (Inglaterra y Estados Unidos). Son espacios geográficos que tienen poblaciones muy pequeñas, pero con niveles de producto per cápita que los acercan más a aquéllos países que a los subdesarrollados: $11,420 USD, $22,000, $13,770 y $14,000, respectivamente.
Es probable que todas estas condiciones juntas los hagan altamente atractivos para los capitales internacionales, mientras que nuestros países, que además de presentar altísimos niveles de riesgo, siguen padeciendo agudos problemas de ahorro interno y de volatilidad de los pocos capitales que llegan.