La Jornada 8 de marzo de 1997

Crece el escándalo por donaciones ilegales a Clinton

Reuter, Afp, Ansa y Ap, Washington, 7 de marzo Ť El presidente Bill Clinton no excluyó hoy que hubiese solicitado desde la Casa Blanca donaciones políticas para su campaña de reelección o la de los demócratas, al salir en defensa del vicepresidente Al Gore y de otros funcionarios implicados en un creciente escándalo por presuntas violaciones a la ley en la recaudación de fondos para la pasada campaña electoral.

Desde hace semanas, los republicanos han criticado a Clinton y a varios miembros de su equipo por vender el acceso al presidente --en forma de invitaciones a fiestas, cafés y hasta pasar la noche en la recámara de Abraham Lincoln-- a cambio de generosas contribuciones a su campaña de reelección. Entre los invitados a una fiesta navideña en la presidencia estuvo un narcotraficante de Miami actualmente preso, y quien a pesar de lo anterior recibió una invitación para asistir a la toma de posesión del segundo mandato del presidente demócrata en enero pasado.

Entre las donaciones posiblemente ilegales se encuentran también las provenientes de grupos extranjeros, principalmente asiáticos, lo que está prohibido por la ley estadunidense.

``No creo que ustedes puedan encontrar pruebas de que yo haya cambiado las estrategias del gobierno a cambio de una contribución'', declaró Clinton a la prensa este viernes, al negar que ese tipo de donaciones hubieran influido en la política exterior de su país.

El mandatario ha rechazado todas las acusaciones, aunque ha admitido que se cometieron ``errores'' en la recaudación, pero el Comité Nacional Demócrata (la dirección del partido) ha tenido que regresar unos 3 millones de dólares provenientes de donaciones dudosas.

En los últimos días, Gore y Maggie Williams, jefa del gabinete de la primera dama Hillary Clinton, fueron acusados de presuntas actividades ilegales, el vicepresidente por haber recaudado fondos desde la Casa Blanca y Williams por haber recibido una donación para el Partido Demócrata de 500 mil dólares en la presidencia.

La ley prohíbe actividades de recaudación de fondos para campañas en cualquier instalación del gobierno federal.

Gore rechazó haber cometido cualquier acto ilegal, aunque admitió que hizo varias llamadas telefónicas desde la Casa Blanca para recaudar fondos, pero indicó que utilizó una tarjeta de crédito con cargo para el Partido Demócrata.

Durante su segunda conferencia de prensa de su segunda administración, Clinton insistió este viernes que Gore y el resto de los funcionarios de alto rango implicados en el escándalo son ``personas sumamente éticas'' cuyas actividades han sido cuestionadas en virtud de un mal sistema para regular el financiamiento de campañas.

Y aunque insistió en que no había nada ilegal en la recolección de fondos por parte de integrantes de su equipo, estimó preferible no renovarlas en un futuro, debido a la ``extrema sensibilidad'' que rodea la financiación demócrata.

Clinton soportó el asedio de insistentes preguntas sobre las posibilidades de una actuación inapropiada o ilegal de la Casa Blanca al recaudar millones de dólares para su campaña reeleccionista y fue interrogado si admitía haber colocado en una posición de vulnerabilidad a sus asesores, al presionar por el aporte de fondos.

Pero el presidente estadunidense reiteró que la culpa yace en el sistema de recaudación de fondos para las campañas electorales, que necesita reformas, indicó.

A manera de disculpa por la millonaria recaudación, Clinton indicó que las campañas son costosas y ``hay que obtener dinero para ser competitivos. Estoy contento, porque el asunto era importante y las divisiones entre nosotros en Washington en esa época también eran muy importantes''.

Explicó: ``El verdadero problema es que estas campañas cuestan demasiado, necesitan demasiado tiempo, y que eso continuará así hasta que adoptemos una ley para reformar el sistema de financiamiento'', y señaló que los demócratas ``gastaron 200 millones de dólares'' menos que los republicanos en la pasada campaña.

Insistió en que sus colaboradores no cometieron acto ilegal y calificó a Williams como una ``persona honorable'', y del vicepresidente Gore dijo haberse ``enorgullecido'' por sus declaraciones. Para subrayar que no había habido ninguna acción poco ética, afirmó: ``No estoy seguro, francamente.. que entre los centenares de miles de llamadas telefónicas que hice en estos cuatro últimos años no haya dicho `necesitamos su ayuda'' a algunos contribuyentes.

Reiteró que la Casa Blanca nunca ha estado a la venta y que han sido sus amigos los que han pasado algunas noches en la residencia oficial.

Poco antes de la conferencia de prensa, el vocero del presidente estadunidense, Mike McCurry, admitió que los donantes más generosos del Partido Demócrata fueron invitados, ``si se daba el caso'', a viajar en el avión presidencial.

Las declaraciones del presidente se producen cuando la mayoría republicana en el Congreso comenzó sus propias investigaciones y ha insistido en que el Departamento de Justicia debe nombrar un fiscal independiente para investigar el caso.

Sin embargo, la procuradora general, Janet Reno, ha rechazado la exigencia de los republicanos tras alegar que no hay evidencias suficientes.

Sin embargo, desde sus comienzos este gobierno ha sido criticado por las actividades dudosas de los habitantes de la Casa Blanca, y la mayoría de las impugnaciones tienen que ver con corrupción y esfuerzos ilícitos de asesores, abogados, y personal del Ejecutivo.

Whitewater, Travelgate, son otras dos situaciones polémicas que todavía están bajo investigación.

Hace unas semanas, el diario Los Angeles Times reveló que 103 ``cafés'' con el presidente generaron unos 27 millones de dólares en el curso de dos años.