La Jornada 8 de marzo de 1997

Clinton apoyó pese a la ``corrupción'': funcionario de la Casa Blanca

Jesús Aranda Ť El presidente Bill Clinton aprobó la certificación de México ``a pesar de la corrupción'' que prevalece entre funcionarios y policías que combaten al narcotráfico, señaló Pancho Kinney, funcionario de la oficina de la Casa Blanca de Políticas y Control de Drogas.

Agregó que para el gobierno estadunidense fue determinante la importancia política que tiene México para su país y la ``seriedad del compromiso'' del presidente Ernesto Zedillo para combatir el tráfico de drogas.

Al hablar ayer en conferencia vía satélite desde Washington con otros especialistas en la materia, Kinney --quien es miembro del equipo del zar antidrogas, Barry McCaffrey-- reconoció que la certificación ``sí causa problemas'' a nivel bilateral.

Tras insistir que Clinton ``hizo lo correcto'', el funcionario explicó que la ley que regula la certificación contiene diferentes medidas y que México mereció la aprobación ``en todas sus medidas''.

Sin embargo, aceptó que en México el problema del narcotráfico ``es serio'', además de que las organizaciones criminales actúan cada vez más en el lado estadunidense.

``Continúan entrando a Estados Unidos grandes cantidades de drogas procedentes de territorio mexicano, pero la determinación de su gobierno de enfrentar esa amenaza es obvia y al actuar el presidente Ernesto Zedillo contra esa amenaza merece nuestra ayuda'', dijo.

Por su parte, el analista Peter Hakim advirtió que en caso de que México no reciba la certificación, esto desembocaría en el deterioro importante de la relación entre las dos naciones a nivel económico, político y militar.

En este sentido, el especialista no sólo descalificó el proceso de certificación en sí que lleva a cabo el gobierno de Estados Unidos, sino que exhortó a los congresistas de su país a que evalúen la necesidad de cambiar métodos y formas, a fin de terminar con ese sistema en sus actuales términos, para así dar paso a un monitoreo de la colaboración de Estados Unidos con otros países y así avanzar realmente en la lucha internacional contra el tráfico de estupefacientes a nivel internacional.