Letra S, 6 de marzo de 1997
Este mes la organización más controvertida de lucha contra el sida,
Act Up (AIDS Coalition To Unleash Power --Coalición de Sida para
Desencadenar Poder), cumple 10 años de activismo radical. A
continuación se exponen algunos de sus propósitos y estrategias de
lucha; entre ellos sobresale su cuestionamiento del poder --político,
cultural, eclesiástico-- como fuente de actitudes discriminatorias.
1.
``Protestamos, manifestamos, nos reunimos con
funcionarios del gobierno y responsables de la salud; investigamos y
difundimos la infomación médica más reciente; nos une nuestra propia
diversidad, nuestro coraje, y el compromiso de acción directa para
acabar con esta crisis del sida.'' En diez años de lucha
ininterrumpida, intransigente, a menudo irritante, la organización
neoyorkina de lucha contra el sida, Act Up logra reconfigurar el
panorama del activismo gay en Estados Unidos y en diversas partes del
mundo. El 24 de marzo de 1987, varias decenas de manifestantes
bloquean muy temprano las calles del distrito financiero de Wall
Street. Es una de las primeras acciones para dar visibilidad a las
personas que viven con VIH/sida y llamar la atención pública a los
problemas que plantea la epidemia: indiferencia de los poderes
públicos, discriminación laboral, maltrato en hospitales, aislamiento
moral y físico de los enfermos, lentitud en la aprobación de
medicamentos e insuficiencia de recursos para impulsar la
investigación científica relacionada con el VIH. La primera consigna
del grupo remite a esa indiferencia oficial:
Silencio=Muerte.
2.
Act Up crece rápidamente. De las reuniones ruidosas que
cada semana congregan a pocas decenas de militantes impacientes, se
pasa en menos de un año a la creación de decenas de representaciones
estatales a lo largo de la Unión Americana. Dos años después, surge en
París un grupo homólogo, un movimiento espontáneo que busca impulsar y
hacer más efectivas las acciones de lucha contra el sida. Act Up se
internacionaliza y paralelamente profesionaliza sus actividades. Crea
subdivisiones, departamentos que son frentes de lucha en cuestiones
muy específicas, desde prevención y atención al paciente hasta
asesoría en asuntos jurídicos; discriminación en el trabajo,
canalización óptima de las terapias y exigencia de reducciones en
precio de medicamentos como el AZT y otros antivirales. Act Up ejerce
presiones constantes para la creación de protocolos médicos y la
aprobación acelerada de fármacos que retrasan o controlan a las
enfermedades oportunistas. En esta etapa se afianza la vocación
primera de Act Up: la acción concreta vuelve anacrónicas las viejas
estrategias de cabildeo político. Se impone una segunda consigna:
Acción=Vida.
3.
En el grupo participa gente de orientaciones sexuales muy
diversas, aunque se reconoce el papel vanguardista del movimiento gay
en la lucha contra la epidemia. Se denuncia oportunamente el rezago
que en materia de prevención y atención médica padecen las minorías
étnicas, las mujeres y los usuarios de drogas intravenosas. A
diferencia de otras epidemias, el sida agudiza las desigualdades
sociales al dividir groseramente a la población afectada en pacientes
ricos y enfermos pobres. El costo de los tratamientos y las
deficiencias en los sistemas de salud pública, colocan a estos últimos
en una situación desesperada.
4.
Entre los primeros cuestionamientos de Act Up figura el
rechazo al autoritarismo médico. Se insiste en la urgencia de
democratizar la relación médico-paciente, reconociendo el derecho de
la persona afectada a ser tratada como adulto y a recibir mayor
información objetiva sobre la realidad clínica que está viviendo. Se
lucha además por el derecho de rechazar o cuestionar una terapia
propuesta, y en casos límite, demandar a las autoridades médicas por
negligencias o por tratamientos que innecesariamente disminuyan
su calidad de vida. Se exige de médicos y enfermeras encargados de la
atención de pacientes seropositivos una formación apropiada y
humanista, así como la continua actualización de sus conocimientos.
5.
Act Up también concibe la lucha contra el sida como el
deber de interpelar constantemente a las instancias del poder, a las
autoridades sanitarias, educativas, políticas, eclesiásticas, sobre
las acciones que emprenden para frenar la epidemia o la manera en que
obstaculizan dicho combate. Esto incluye la multiplicación de campañas
preventivas y la lucha contra la desinformación que promueven los
grupos conservadores.
6.
En materia de información, Act Up intensifica su abordaje
a los medios de comunicación y su contacto con intelectuales y
artistas susceptibles de aportar su apoyo moral a la lucha contra el
sida. Tal es el caso de la toma de partido de personalidades como
Elton John o Susan Sarandon, Boy George o Susan Sontag, entre muchos
otros. El objetivo, una vez más, es que las personas que viven con
VIH/sida ganen visibilidad y abandonen el ghetto médico y el
ostracismo social al que los orilla la epidemia. Los grupos de Act Up
organizan acciones relámpago, zaps sorpresivos, en ceremonias
oficiales, congresos médicos, festivales de cine o actos políticos,
para concentrar espectacularmente la atención de la opinión pública en
las urgencias de la pandemia.
7.
Entre las estrategias de acción directa del grupo Act Up
figuran formas de protesta provenientes de las luchas cívicas de los
años sesenta, y que incluyen la transformación del sit-in
(plantón donde todos protestan sentados) en die-in callejero
(plantón en el que gente tirada en el suelo simula estar muerta). En
acciones más radicales, los militantes se cubren el cuerpo con pintura
roja, o lanzan dicha pintura contra hospitales u oficinas
gubernamentales. En Francia, un grupo de acción directa consiguió
acelerar la comercialización de un inhibidor de proteasa bloqueando
durante varias horas la producción de una gran compañía
farmacéutica.
8.
Act Up considera que el Estado es la única instancia
capaz de absorber los costos altísimos de la terapia antisida, la
investigación médica y la búsqueda de una vacuna. Por ello, su
responsabilidad política y social es indeclinable. Es prioridad
absoluta de la lucha contra el sida hacer que el Estado asuma
compromisos sólidos y cumpla con su función primordial de procurar el
bienestar físico y moral de los ciudadanos.
9.
Las formas de acción del movimiento son a menudo motivo
de controversia; se le critica su intransigencia y su radicalismo,
también sus divisiones y querellas. En julio de 1996, durante la
Conferencia de Vancouver, un grupo de militantes lanza pintura roja
sobre los representantes de compañías farmacéuticas acusándolos de
inhumanidad y rapiña por el costo de los inhibidores de
proteasa. Muchos militantes conquistan, sin embargo, credibilidad por
tratarse de gente consciente e informada de las realidades médicas que
cuestionan, y en muchos casos, por vivir directamente la realidad de
la epidemia.
10.
En el terreno del combate contra la exclusión y la
intolerancia, Act Up reformula las prácticas del activismo político;
profesionaliza y documenta las reivindicaciones; trabaja
simultáneamente en oficinas, hospitales, y en la calle; ejerce una
vigilancia constante para evitar abusos y discriminaciones. Act Up es
el primer movimiento civil de lucha política contra una epidemia.