Reiterar el firme compromiso de colaboración de Clinton, motivo oficial
Elena Gallegos Ť Por mandato expreso del presidente Bill Clinton, tres de sus más cercanos colaboradores y hoy personajes clave en el actual contexto de las relaciones México-Estados Unidos, viajaron intempestivamente a la ciudad de México para entrevistarse con el presidente Ernesto Zedillo y expresarle ``el firme compromiso'' del Ejecutivo estadunidense de fortalecer sus relaciones con el país. Las dos partes aprovecharon para refrendar su disposición a continuar luchando contra ese ``enemigo terrible'' que son las drogas.
Fue así como ayer acudieron a la residencia oficial de Los Pinos, Samuel Berger, consejero de Seguridad Nacional; el general Barry McCaffrey, jefe de la Oficina de Políticas para el Control de las Drogas, y Thomas McLarty, enviado especial para las Américas, quienes expresaron además a Zedillo que es decisión de Clinton que el reforzamiento de las relaciones entre los dos vecinos tenga como base ``el respeto mutuo y los intereses comunes'', lo que incluye, especialmente, ``la lucha conjunta'' contra el narcotráfico, coincidieron en informar Berger y el canciller José Angel Gurría.
Conferencia de prensa del zar antidrogas estadunidense,
Barry McCaffrey. Lo acompañan Thomas McLarty, Samuel Berger,
José Angel Gurría y Jorge Madrazo
Esto ocurrió mientras en el Congreso de Estados Unidos crecen los apoyos a las iniciativas para revertir la decisión de la Casa Blanca de certificar a México.
Previo a la charla con el Presidente, los funcionarios estadunidenses sostuvieron una reunión con el canciller Gurría, el procurador general de la República, Jorge Madrazo, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Luis Téllez.
Gurría Treviño explicó que en ese encuentro, las dos partes revisaron el estado que guardan las relaciones México-Estados Unidos, analizaron ``los esfuerzos conjuntos que se hacen contra las drogas'' y, en este tema, intercambiaron además puntos de vista sobre los trabajos que efectúa el Grupo de Contacto de Alto Nivel y sobre el diagnóstico que ambos gobiernos elaboraron sobre el narcotráfico y el consumo de los estupefacientes.
Según la versión oficial, en la reunión previa a la conversación con el presidente Ernesto Zedillo, funcionarios estadunidenses y mexicanos prepararon también la agenda de la próxima reunión binacional y los detalles de la visita que en abril efectuará Bill Clinton a México.
Hasta ahí la información proporcionada por las dos partes, en un rápido encuentro con informadores efectuado poco después de las 16 horas en el Salón Carranza de la casa presidencial y en el que no hubo ronda de preguntas y respuestas.
La visita de Berger, McCaffrey y McLarty comenzó a difundirse al mediodía, primero como rumor. Fue la embajada de Estados Unidos en México la que confirmó la especie.
Incluso, alrededor de las 14 horas de ayer en Los Pinos, los reporteros de ``la fuente'' cubrían una conferencia de prensa con el subsecretario Juan Rebolledo Gout, quien daba pormenores del objetivo del viaje presidencial a Japón, cuando comenzaron a llegar las versiones de que los colaboradores de Bill Clinton se encontraban ya en la casa presidencial.
Rebolledo Gout había retrasado más de media hora el inicio de su encuentro con los reporteros, programado en principio para las 13 horas. Se explicó que ello se debía a que estaba en audiencia con el primer mandatario. Entonces se habían acrecentado ya los rumores de la presencia de los funcionarios estadunidenses.
Por eso, la reportera Rita Ganem preguntó al funcionario de la cancillería: ``Oiga, yo sé que esto nada tiene que ver con el tema de la conferencia que usted nos ofrece, pero ¿es cierto que el general McCaffrey está reunido con el presidente Zedillo?''.
La respuesta fue lacónica: ``No tengo ninguna información al respecto''.
Casi una hora después, se supo que no sólo McCaffrey sino también Berger y McLarty estaban en la residencia oficial de Los Pinos. Más tarde, se precisó que los colaboradores del presidente Clinton llegaron a la residencial oficial poco después de la 11 de la mañana acompañados por el embajador James Jones y que en uno de los salones conversaron con Gurría, Madrazo y Téllez.
A las 14 horas con 15 minutos, siempre de acuerdo con la información oficial, fueron recibidos por el presidente Ernesto Zedillo. El intercambio duró alrededor de 40 minutos.
Aparecieron ante los medios de comunicación después de las cuatro de la tarde y se explicó que luego de la charla con el jefe del Ejecutivo, funcionarios estadunidenses y mexicanos reanudaron su sesión de trabajo por espacio de una hora.
Luego de que el vocero presidencial Carlos Almada introdujera a los visitantes, así como a Gurría Treviño, Madrazo Cuéllar y Téllez Kuenzler, el canciller mexicano detalló los temas tratados en el encuentro bilateral y dijo que después le informaron de los resultados de éste al presidente Zedillo, a quien los colaboradores de la Casa Blanca reiteraron ``el firme compromiso''de Clinton de fortalecer su relación con México.
Enseguida hablaron los tres enviados de la Casa Blanca y los tres destacaron, en los breves mensajes, la importancia de la lucha contra las drogas.
Berger dijo textual: ``Hemos venido aquí hoy, por petición del presidente Clinton, para reunirnos con nuestros colegas y el presidente Zedillo''. Inmediatamente después repitió lo dicho segundos antes por Gurría, en el sentido de que es decisión de la Casa Blanca fortalecer las relaciones con México con base en el respeto mutuo y los intereses comunes ``incluyendo nuestra lucha conjunta contra las drogas''.
Por su parte, el general Barry McCaffrey expresó: ``Quisiera decir unas palabras breves, por favor, para agradecerle de nuevo al señor ministro (sic) Gurría y al procurador Madrazo, la oportunidad de nuevo de escuchar sus puntos de vista y de expresar de manera muy firme nuestro compromiso continuo en la lucha contra este enemigo terrible contra nuestros hijos y contra nuestras familias de ambos países''.
McLarty fue el último en tomar la palabra: ``Me agrada estar de nuevo aquí, en la ciudad de México. Esta es la primera visita que hago con el nuevo cargo de enviado especial del presidente Clinton hacia las Américas. Me agrada mucho estar aquí con mi colega el señor Samuel Berger y con el general McCaffrey, quien tan hábilmente está como líder de nuestra lucha contra este flagelo que están enfrentando nuestras familias y nuestros hijos''.
Luego hizo un reconocimiento al embajador de su país en México, James Jones, también presente, y a los funcionarios mexicanos.
Terminó: ``De cierto, hemos tenido pláticas muy útiles y muy detalladas sobre los temas que ya se han discutido. Estas pláticas han sido de mucho uso para ambos grupos, y ciertamente reflejan un compañerismo mutuo que se basa en el respeto y la dignidad mutua''.
Después, los colaboradores del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, regresaron a Washington.