Se agudizó el hostigamiento de paramilitares de Paz y Justicia, informó el párroco de Tila
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de marzo Ť El párroco de Tila, Heriberto Cruz Vera, denunció que en las últimas semanas se han incrementado el ``hostigamiento y las calumnias'' contra catequistas y agentes de pastoral en la zona norte de Chiapas, por parte del grupo paramilitar Paz y Justicia.
El sacerdote urgió a las autoridades a que se instale una mesa de negociación para resolver el conflicto en la región norte del estado, donde se vive una ``guerra silenciosa'' que en los dos últimos años ha costado la vida a por lo menos cien indígenas, según reportes de organismos defensores de derechos humanos.
Cruz Vera aclaró que la solución del problema, que se agudizó a partir de febrero de 1995, debe ser integral y necesariamente debe incluir el desarme de Paz y Justicia --integrado por priístas-- o de lo contrario no habrá paz en la zona, principalmente en los municipios de Tila, Sabanilla, Tumbalá y Salto de Agua.
Entrevistado en esta ciudad, a donde asiste a la asamblea anual de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Cruz Vera insistió en que de nada sirve que se hagan pactos de no agresión como el que plantean los dirigentes de Paz y Justicia, si no se van a respetar.
Dijo que para que el conflicto pueda resolverse es ``urgente'' instalar una mesa de negociación en la cual se busque una solución integral y se conforme una comisión de verificación para que los acuerdos que se tomen ``no sean sólo letra muerta'', reiteró.
Destacó como puntos prioritarios para la solución del problema que se otorguen garantías para el retorno de cientos de indígenas perredistas desplazados de sus comunidades --algunos viven en Tabasco--, y que sean liberados 22 nativos presos en el penal de Cerro Hueco, en Tuxtla Gutiérrez.